Cuatro años de cárcel para los dueños de un club de pádel de Granada por el ruido de los pelotazos
Las víctimas, que deben ser indemnizadas con 35.000 euros por los daños morales y físicos que sufrieron, tuvieron que abandonar su casa y alquilar otra
El deporte no siempre es sinónimo de salud. Una pareja de la localidad granadina de La Zubia puede dar fe ello. Su estabilidad mental y ... emocional fue demolida a raquetazos. Lo dice una sentencia del Juzgado de lo Penal 5 de Granada, a la que ha tenido acceso IDEAL, que ha condenado a cuatro años de cárcel a los dueños de un club de pádel del citado municipio, y situado junto a la casa de las víctimas, por el ruido «insoportable» que generaban las pistas. El constante martilleo de los pelotazos obligó a los perjudicados a abandonar su vivienda y a alquilar otra para no perder la razón. La resolución judicial, que puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial y también ordena el cierre del establecimiento durante dos años, habla «de las vibraciones propias de la actividad deportiva, fundamentalmente impactos de pelota contra paredes, raquetas y gritos de personas concentradas en el lugar», detalla el guirigay la magistrada.
En este sentido, el fallo también ordena a los procesados que abonen a los dos perjudicados sendas indemnizaciones de 35.000 euros por los daños morales y físicos que sufrieron. De hecho, la situación descrita se prolongó durante siete años. «La continuidad de exposición a los ruidos ilícitos procedentes delestablecimiento de los acusados desde junio de 2011 hasta 2018 ha generado unos perjuicios en la salud de los vecinos, habiendo sufrido estos constantes molestias, sobre todo relativas a los hábitos de sueño y descanso perturbados», relata la sentencia, para, a renglón seguido, dar cuenta pormenorizada de los efectos del calvario que padecieron. «Han sufrido lesiones consistentes en trastorno por ansiedad generalizada con distimia depresiva habiendo necesitado tratamiento psiquiátrico con ansiolíticos y antidepresivos por un periodo de 180 días y con afectación de humor y secuelas (...) Tuvieron que abandonar su vivienda en octubre de 2018 y alquilar otra ante la imposibilidad de vivir en ella por los ruidos».
Seprona y Guardia Civil
A lo largo de todo ese tiempo, la pareja presentó 43 denuncias y 37 instancias ante las administraciones, pero no fueron atendidas y se vieron «totalmente» desamparados. Ahora, y a expensas de lo que digan las instancias judiciales superiores si los condenados recurren, sienten que se «ha hecho justicia», según explica el letrado que ha ejercido la acusación particular, Óscar Santaella, del despacho Sants Abogados. «No ha sido un tema sencillo, pero ha primado la protección de la salud de las personas y nos felicitamos por ello», indicó el jurista.
Aunque la instalación debía cumplir un horario, las víctimas aseguraron que los ahora condenados no solían respetarlo. «Las pistas de pádel, conforme a la licencia, debían cerrar a las 23 horas, si bien han permanecido abiertas en numerosas ocasiones más allá del horario establecido. (...) Comenzaba incluso a las siete horas (de la mañana) y permanecía en ocasiones incluso a la una (de la madrugada)».
Tanto los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, como los técnicos de la Junta de Andalucía, certificaron que el equipamiento deportivo excedía los límites permitidos de ruido.
Una barra
Se da la circunstancia de que el los responsables del club de pádel llegaron a instalar una barra en el complejo deportivo pese a carecer de la oportuna licencia, lo que incrementó el volumen de las molestias
Por todo ello, el juzgado condena a cada uno de los dos procesados a dos años de cárcel por el delito «contra el derecho fundamental al medio ambiente y la calidad de vida de las personas», y a otras dos penas de un año de presidio por sendos delitos de lesiones.
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