Las obras del Maristán estarán terminadas en marzo

El concurso público se adjudicó a finales de 2019 y la obra, compleja y laboriosa por los trabajos arqueológicos y de investigación, comenzó en 2020. Ahora la empresa constructora se centra ya en las terminaciones de suelos, revestimientos, instalaciones, carpintería... Precisamente esta fase final, que se acomete a todo ritmo con el horizonte de terminar en el mes de marzo, es la que implicaba la llegada de más materiales y se ha visto trastocada por completo por la crisis global de suministro.

«El precio de todos los materiales que dependen de la energía en su fabricación han sufrido un subidón. Las solerías de barro manuales que tienen largos proceso de cocción en hornos de gasóleo han disparado su coste, la cal hidráulica, el acero, la madera laminada en colada para las estructuras, todo ha subido muchísimo», explica Jesús Fernández Adarve, el propietario de la empresa granadina especializada en restauración de patrimonio desde el año 2012.

Al sobrecoste que la subida de materiales han supuesto sobre el precio inicial que tenían previsto, se le han sumado los retrasos en los materiales. «Los aceros, la madera... todo viene de fuera y hasta que no se coordinan transportes para minimizar costes no te los mandan», apunta Fernández Adarve, que ha tenido que lidiar con este estrés sobrevenido.

«Hemos pedido los materiales con mucha antelación y haciendo el esfuerzo de pagarlos por adelantado para evitar más subidas viendo que la situación empeoraba», apunta.

Aunque la fase final haya sido una carrera de obstáculos, para los profesionales de Cyra Construcción y Restauración ejecutar la obra del Maristán ha sido una experiencia muy enriquecedora por lo que el balance es positivo. Eso sí, el beneficio inicial va a estar lejos del que pensaban obtener cuando firmaron el contrato, por los sobrecostes que han tenido que afrontar.

«La obra es magnífica y la hemos disfrutado enormemente, nos ha dados muchas satisfacciones pero también ha sido muy compleja. Hay partidas como las de la madera que acumulan sobreprecios y a las que prefiero ni echarle números», incide Fernández Adarve. En esta situación, el empresario defiende la revisión de los contratos para garantizar la viabilidad de las empresas. «Conozco compañeros que han preferido no empezar y han renunciado a contratos de obras ganadas porque no salen los números», concluye.