La crisis del dos más dos estalla a un mes de que se pronuncie Sebastián Pérez

El pasado domingo, en una entrevista publicada por este periódico, Hervías contó que las direcciones nacionales de ambas formaciones acordaron la cesión por cuatro años del bastón de mando al candidato naranja pero que tanto miembros del Partido Popular como de Ciudadanos le informaron posteriormente que Sebastián Pérez le ofreció a Luis Salvador un 2+2 instantes antes del pleno de investidura y que este aceptó. «Yo tenía los cuatro años, después salió el dos más dos. A mí me comunicaron, tanto gente de Ciudadanos como gente del PP, que esa mañana Sebastián planteó un dos más dos y Luis dijo que vale. Si Luis tuvo también ese acto de generosidad de ceder dos años a Sebastián la alcaldía... pues oye, ya está», reconoció a IDEAL.

Preguntado ayer en rueda de prensa sobre si la versión del exsecretario general naranja era cierta, Manuel Olivares fue explícito y reconoció que «así fue». «Mis padres me enseñaron que la responsabilidad tenemos que ejercerla cada uno y lo que yo conteste hoy aquí es mi responsabilidad. Me enseñaron a que no había que mentir, a qué había que decir la verdad sobre todo y tengo que decir que es tal y como ha contado Fran Hervías. Tengo que reconocer que eso fue así», dijo.

Olivares matizó que la polémica sobre la alternancia, que persigue a PP y Cs desde el inicio del mandato, «no distrae para nada el trabajo de ninguno de los que estamos en el equipo de gobierno« y señaló que tanto él como sus compañeros «nos estamos dejando la piel cada día para sacar proyectos adelante». «Por mi parte, voy a seguir estando volcado en mis áreas, en mi parte delegada, pero como no me gusta huir ni dar vueltas tengo que decir que así fue y que en absoluto esto paraliza la actividad del equipo de gobierno», sentenció.

Se trata de la primera vez que un miembro del grupo municipal de Ciudadanos admite que Luis Salvador pactó verbalmente con Sebastián Pérez compartir la alcaldía. Hasta ahora, tanto el regidor como otros concejales de la formación habían rechazado en público validar la versión de la alternancia planteada prácticamente desde el comienzo del mandato. Los populares, de hecho, incidieron bastante en la tesis en los primeros meses de gobierno. A finales de agosto de 2019, el portavoz de la formación, César Díaz, aseguró que «el compromiso de la alternancia en el gobierno de la ciudad fue nítido y no admite ninguna interpretación».

Ayer, sin embargo, tanto el grupo municipal como la dirección provincial descartaron referirse a lo manifestado por Fran Hervías, ahora en las filas populares, y Manuel Olivares. Preguntado al respecto de lo expresado por ambos dirigentes, rehusaron refrendar lo afirmado y, en unas declaraciones adscritas a Díaz, se limitaron a pedir a Ciudadanos que «solucione los problemas en su casa, aclare las posturas y manifieste un criterio unitario».

De acuerdo a lo apuntado por la formación, Díaz expuso que «Granada merece estabilidad y gobierno estable, y no ser otra nueva plaza de una moción de censura fallida por intereses partidistas» y subrayó que el «interés» de los populares es «Granada, por encima de todo, y su estabilidad». «El PP no va a desestabilizar ni va a distraerse de su labor de gestión con opciones que no están claras y nacen fruto de las diferencias internas de un partido», afirmó.

Desde el principio, la incógnita se cernía sobre lo ocurrido en los instantes previos a la investidura, cuando los candidatos del Partido Popular y Ciudadanos se vieron cara a cara en un hotel cercano al Consistorio después de que las direcciones nacionales de ambos partidos pactaran horas antes entregar el bastón de mando por cuatro años al número uno de la lista naranja.

Justo después de ser elegido alcalde, en sus primeras declaraciones, Salvador descartó compartir el sillón y aseguró que lo ocuparía durante todo el mandato. Sin embargo, tanto el cabeza de lista popular como el resto del grupo municipal evidenciaron su rechazo a lo expuesto por el primer edil y dejaron entrever durante los primeros meses de gobierno que lo acordado en Granada era distinto. La presión se incrementó después de que Vox, que apoyó con sus votos la investidura, se opusiera también a la versión de los cuatro años.

Sin embargo, el cénit se alcanzó en enero del año pasado cuando, en mitad de un tenso pleno, Sebastián Pérez anunció el abandono de las responsabilidades que venía ostentando al frente del PP de Granada y amagó con abandonar el bipartito. El edil reconoció entonces sentirse «traicionado» por Luis Salvador y criticó a algunos dirigentes de su partido, a los que acusó de «vender Granada».

La polémica no solo no se detuvo en los siguientes meses sino que se redobló. Pérez dejó a finales de octubre pasado sus responsabilidades dentro del gobierno municipal, aunque mantuvo el acta como concejal y permanece desde entonces dentro de las filas populares. Ya este año, el 23 de febrero, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, se pronunció sobre el 2+2. En declaraciones a este periódico, abrió la puerta públicamente a respetar «los acuerdos que emanen del PP de Granada, que se desarrollen conforme a la autonomía que tienen nuestras provincias para tomar decisiones». Las palabras dejaban entrever un cambio en la postura de la formación que, por primera vez a nivel nacional, abría la posibilidad a aceptar un cambio en el liderazgo del gobierno municipal.

Un mes después, la diputada por Granada de Vox, Macarena Olona, ofreció su versión de lo sucedido en la previa de la investidura. La dirigente, que jugó un papel esencial en aquellas negociaciones, aseguró en una entrevista a IDEAL que «el PP le dijo a Génova que no apoyaba su pacto, y entonces se llegó a un acuerdo in extremis en un hotel: nos damos la mano y un dos más dos. El señor Luis Salvador llegó a ese acuerdo, y a mí me lo confirmaron por escrito, Ciudadanos y PP».

El pasado fin de semana fue Fran Hervías, interlocutor de Ciudadanos en aquellas negociaciones y ahora en las filas populares, el que dio su versión de lo ocurrido, que coincidía con lo expuesto tanto por Pérez como por Olona. Preguntado por si el expresidente provincial de los populares tenía razón en cuanto al 2+2, aseguró que «parece ser que sí». «Yo tenía los cuatro años, después salió el dos más dos. A mí me comunicaron, tanto gente de Ciudadanos como gente del PP, que esa mañana Sebastián planteó un dos más dos y Luis dijo que vale. Si Luis tuvo también ese acto de generosidad de ceder dos años a Sebastián la alcaldía... pues oye, ya está». El dirigente, al igual que hiciera meses antes García Egea, subrayaba la «autonomía» del PP de Granada y abría la puerta a respetar «lo que decida».

Las palabras del portavoz municipal de Ciudadanos vienen a ratificar lo expuesto por los protagonistas de aquellas conversaciones y se producen en un contexto muy especial. Apenas un mes antes de que caduque el plazo que Sebastián Pérez, cabeza de lista de los populares en las últimas elecciones, se diera para abordar públicamente este asunto. Como apuntaron fuentes cercanas al concejal a este periódico, comparecerá en mayo para explicar lo sucedido; señalando a los participantes en las reuniones en aquel mes de junio de 2019 y los testigos presenciales de todo lo hablado.