El bipartito multiplica los contactos para presentar las cuentas en dos semanas
El concejal de Economía no cierra la puerta a incluir demandas de otros grupos, aunque asegura que los nuevos presupuestos «serán de guerra o no serán»
El próximo lunes, Partido Popular y Podemos Izquierda Unida se han citado para hablar de los presupuestos municipales. «No será el primer encuentro ni el ... último», confirman fuentes del equipo de gobierno, que en las últimas semanas está multiplicando los contactos con el resto de grupos para tratar de sacarlos adelante.
Dar a los granadinos unas nuevas cuentas es el principal reto del mandato. Las actuales, prorrogadas desde el año 2015, con José Torres Hurtado aún como alcalde, no responden a la realidad actual del Ayuntamiento y suponen más un obstáculo que una ayuda para resolver las deudas que hay con entidades financieras y proveedores.
Tanto el gobierno como los grupos de la oposición son conscientes de la importancia de tener presupuestos en 2020. Por eso, tras el parón navideño, las reuniones se han sucedido prácticamente a diario. Ninguna de las formaciones ha rechazado sentarse a hablar. Ni siquiera Vox, cuyo portavoz municipal avisó el pasado 4 de diciembre a PP y Ciudadanos de que no contaran con los votos de sus tres concejales hasta que no cumplieran el decálogo de regeneración democrática pactado para la investidura.
La voluntad de todos, como reconocen tanto en público como en privado, es normalizar una situación anómala y dar a Granada unos presupuestos. El calendario, por otro lado, empuja. Para febrero, la propuesta tiene que haber tomado forma. Es lo que trasladan desde la concejalía de Economía, que fija como fecha más probable de presentación la semana del 20 al 26 de enero.
Presupuesto «de guerra»
Consciente de que el bloque del gobierno suma once votos, tres menos de los necesarios para aprobar las cuentas, el concejal de Economía no rechaza incluir algunas de las demandas que están poniendo sobre la mesa los partidos. Luis González, no obstante, pone límites. En declaraciones a este periódico, el edil aseguró ayer que no se va a saltar la ortodoxia y advirtió de que los presupuestos «no serán equilibrados, sino de guerra». «Y serán de guerra o no serán», subrayó.
La grave situación financiera del Ayuntamiento, obligado a hacer frente a préstamos antiguos con hasta un 5% de interés y a constantes fallos judiciales que aumentan los pagos por demora, limita el diseño de los presupuestos. El responsable se ha visto obligado en los últimos meses a sacar la tijera en algunas concejalías, lo que ha provocado cierta resistencia «en más de dos y tres áreas municipales». Ese malestar, unido a la constante llegada de sentencias en contra, ha obligado a González a ajustar una y otra vez un borrador de presupuestos que, como admitió ayer, estaba inicialmente terminado ya en noviembre.
A pesar del 'hándicap', Luis González reconoció a IDEAL que es «optimista» respecto a la aprobación de las cuentas y alejó el temor al posible efecto que podría tener su tramitación fallida sobre las arcas municipales. «Pase lo que pase, con presupuestos o sin ellos, voy a destinar la misma cantidad a reducir deuda», dijo.
Detalles
A falta de lo que salga de los encuentros, el edil dejó entrever algunos detalles. Por ejemplo, que los ingresos previstos se acercan a los 300 millones de euros y que su voluntad es que al menos una décima parte, en torno a 32 millones, se destine a hacer frente a las obligaciones. Concretamente, la previsión es que alrededor de 18 millones se dedique al pago de la deuda financiera mientras que otros 14 pueden servir para abonar facturas adeudadas a los proveedores municipales.
Por otra parte, el capítulo uno, la partida que el Ayuntamiento dedica al pago de las nóminas de sus trabajadores, aspira a ser de nuevo uno de los más importantes en las nuevas cuentas. Según avanzó el responsable de Economía, se espera destinar a ello 115 millones, casi 12 más que lo que reflejan los actuales presupuestos.
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