Crimen de Castillo Higueras: «Intenté ayudarle. Nunca tuve intención de matarle»

«El día de los hechos yo estaba con mi novia en una zona de ocio, de bares y discoteca. Cada uno nos fuimos por nuestro lado. Vi a una persona que se encontraba con síntoma de embriaguez e intenté ayudarle. Una pareja se acercó para preguntar si hacía falta llamar a una ambulancia, dijo que no. Le ayudamos a incorporarse y a recoger sus cosas por el suelo», ha manifestado a preguntas de su letrada, Sara Rodríguez Riley.

El acusado ha mantenido que consume drogas y ha vivido de forma solitaria. «Nunca tuve intención de matarle», ha destacado, asegurando que «jamás» mataría a una persona. Por último, sin aportar más información, ha declarado que no conocía en persona a Castillo Higueras, pero que este le debía dinero.

El juicio con jurado se celebra en la sección primera de la Audiencia Provincial de Granada. En esta segunda sesión están previstas cerca de 29 testificales. Ayer, la defensa del acusado reclamaba la absolución y de forma alternativa solicitaría homicidio imprudente, con la eximente de alteración psíquica.

Declaraciones de los policías

Por ahora, han testificado varios agentes de la Policía Nacional que se hicieron cargo del caso. Un policía ha asegurado que conocían al detenido por otros hechos anteriores, dado que el hombre tiene antecedentes penales. Esa misma mañana del asalto a Castillo Higueras, otra chica denunció que le habían robado con fuerza aplicando la técnica 'mataleón' y la descripción del autor de los hechos coincidía con el hombre que aparecía en las grabaciones de la agresión al exconcejal granadino.

Del mismo modo, ha testificado la patrulla que se trasladó a la calle Pedro Alcover tras recibir el aviso de que había un hombre tendido en el suelo. Castillo Higueras, que falleció horas después en el hospital, presentaba heridas en la cara y un golpe en la zona occipital de la cabeza. Los dos agentes se acercaron entonces al hotel Casablanca para consultar las grabaciones de las cámaras de seguridad. Los vídeos registraron una de las dos agresiones que recibió Castillo Higueras aquella mañana. La sorpresa de la recepcionista fue mayúscula. Poco antes de que el hombre cayera tendido en la calle Padre Alcover, ella y su pareja, un Guardia Civil fuera de servicio, habían asistido al vecino granadino. Lo incorporaron del suelo con ayuda del detenido, que, tras una primera agresión, fingió estar allí para ayudarle.