Vox decidirá en asamblea el futuro del gobierno de Salobreña
La estabilidad del pacto encabezado por el PP genera dudas en una localidad donde la política municipal ha sido siempre convulsa
Las negociaciones entre la oposición y Más Salobreña, miembro del tripartito que gobierna la Villa (Más Salobreña, PSOE e IU), amagan por dinamitar el pacto, ... tal y como adelantó IDEAL, después de cuatro meses de mandato. En esta semana está previsto que se presente en la secretaría general del Ayuntamiento un escrito firmado por nueve concejales de los 17 que conforman la corporación, la mayoría absoluta necesaria para que la propuesta prospere y forzar así la salida del actual alcalde, Pedro Javier Ortega, que lleva las ruedas del PSOE, la fuerza mayoritaria con cinco concejales. La moción, firmada ya por ocho de los nueve ediles necesarios, daría la alcaldía al PP y a sus socios. Sin embargo, las cuentas podrían truncarse en el último momento.
La firma que falta es de Manuel Martín, concejal de Vox. El edil durante las negociaciones tras las elecciones municipales ya adelantó que con el escenario que se dibujaba en la Villa su formación se mantendría al margen de las tentativas para gobernar la localidad. Apoye o no la moción, Vox ha renunciado a gobernar. Esta tarde tendrá lugar una asamblea que decidirá el destino de los salobreñeros. Fuentes de la formación manifiestan a este periódico que el edil tiene dudas acerca de la estabilidad del gobierno que quedaría tras la iniciativa de los populares y Más Salobreña, al igual que tiene dudas sobre la viabilidad de un mandato presidido por los socialistas. Hay incógnitas sobre el apoyo de Vox de la moción y la balanza se inclina por ahora más hacia el «No».
La rapidez de las negociaciones y los motivos por los que se dinamitó el pacto del tripartito no generan confianza, aunque arrebatar una alcaldía al PSOE podría ser un aliciente. Los Pedros que entran (en la Moncloa), por los que salen en Salobreña.
Motivos de la ruptura
Una de las causas principales por las que se dinamitó la alianza en Salobreña fue el desacuerdo sobre la urbanización exokupa de La Caleta, una promoción formada por 46 viviendas. En la anterior corporación socialista quería impulsar la rescisión de la cláusula resolutoria para liberar la promoción de VPO para que pudieran venderse como vivienda libre tras la petición de la nueva promotora que compró el suelo. La medida para liberar las VPO no había sentado bien entre algunos sectores de la oposición. Se habían celebrado sesiones plenarias tensas por el asunto y no se terminaba de poner fecha al pleno en el que someterá a votación la cancelación de la condición que las considera VPO. Vox llegó a considerar la iniciativa del anterior equipo de gobierno de «pelotazo» urbanístico por la vinculación de dos concejales del Ayuntamiento en el proyecto. La empresa granadina Oliva Premium S.L, vinculada al concejal del PP, Rafael Bosh, adquirió la promoción inmobiliaria de la Caleta en 2022 y el constructor de la urbanización hasta la fecha ha sido Juan Collado, concejal de Más Salobreña que forma parte del nuevo equipo de gobierno.
Con el cambio de dirección tras las municipales el nuevo equipo de gobierno no compartía la decisión de liberar la urbanización, lo que provocó el cisma definitivo, junto a la suspicacia que creaba que algunos miembros del gobierno sobresalieran más que el regidor, que mantiene un perfil bajo. El asunto se saldó con una demanda de la promotora de las viviendas en los juzgados y un tripartito desconfiado. En el PSOE empezaron los movimientos también por si sus socios de Más Salobreña salían ranas y los concejales de Más Salobreña movieron ficha e impulsaron la moción de censura que cuaja.
Antecedentes
En el Ayuntamiento de Salobreña lo natural han sido los sobresaltos. El mandato inicial del primer alcalde democrático, Manuel Pérez Cobos (PSOE) y los dos mandatos continuos de María Eugenia Rufino (PSOE), ambos periodos también con algunos sobresaltos, han sido los más tranquilos para la Villa.
En 1979 el PSOE, con Manuel Pérez Cobos a la cabeza, ganó las elecciones con el 42 % de los votos, obteniendo 6 concejales. El PCE obtuvo 4 concejales y la UCD se hizo con tres ediles. Al no obtener el PSOE la mayoría suficiente para gobernar en solitario, se llegó a un pacto con el partido comunista de España (PCE). Hasta 1991 Pérez Cobos gobernó la Villa, pero ese año María Teresa Jimenez Ortega, gracias a un pacto entre el PP y el Partido Andalucista, se hizo con las riendas de la localidad.
Fueron unos años difíciles de entender, convulsos y conocidos en el pueblo como la yenka, el baile de dar saltos de un lado a otro para acabar siempre en el mismo sitio. Otra vez Manuel Pérez Cobos ganó las elecciones y gobernó de 1995 a 2002, cuando el voto de María Teresa Jiménez en una moción de censura dio la alcaldía de Salobreña al Partido Popular en contra de las directrices de Izquierda Unida, que fue también su formación. Desde entonces hasta 2011 Jesús Avelino Menéndez fue regidor. Las tornas cambiaron y los socialistas recuperaron el poder en 2011 con la candidatura de Gonzalo Fernández Pulido. Las guerras internas de los socialistas de Salobreña siempre han sido sonadas y les ha costado mayorías absolutas.
En 2015 María Eugenia Rufino (PSOE) llegaba a la alcaldía para dar un poco de tregua a las pugnas de los socialistas. Rufino ha gobernado hasta 2023, cuando la formación presentó a Javier Ortega como nuevo candidato, aunque Ortega ya había sido concejal en otras corporaciones. Estos cambios en la directiva también abrieron una herida en la familia socialista de Salobreña. El Ayuntamiento no es el único sitio revuelto.
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