Desactivado el nivel 1 del incendio de Los Guájares ante la «buena evolución»

A su vez, el delegado de la Junta en Granada, Antonio Granados, ha informado de que se ha levantado ya el confinamiento de Ízbor y Acebuches y se desactiva el nivel 1 del Plan Infoca, por lo que el incendio vuelve al nivel cero, ya que actualmente no hay riesgo para la población.

Antonio Granados ha hecho un llamamiento a la prudencia en la zona ya que «los efectivos de extinción continúan trabajando y las condiciones del viento siguen siendo muy variables y la evolución del incendio puede cambiar».

También se ha autorizado la vuelta de la quincena de vecinos que permanecían desalojadas en prevención. Se trata de nueve residentes en la zona del Barranco de la Zaza enclavado en el municipio de El Pinar, más otras seis personas de un diseminado de El Pinar.

Los evacuados no han requerido en ningún momento el uso del pabellón municipal y la Casa de la Cultura de Mondújar en Lecrín habilitados como albergues, al pernoctar en casas de familiares y amigos.

En estos momentos, hay 26 medios aéreos y más de 300 bomberos forestales tras la incorporaciones de los efectivos que estaban ayer apagando otro incendio en Santiago de Pontones (Jaén). La lluvia, el hecho de que el viento haya amainado, y el trabajo de bomberos y medios aéreos han permitido cambiar la imagen de este incendio respecto a la de este lunes por la tarde. La zona más crítica del fuego está concentrada en estos momentos en el término municipal de Vélez de Benaudalla.

«Pese al viento, estamos en un escenario mejor que el de ayer y somos optimistas», apunta Rodríguez. El esfuerzo se centra en controlar esos doce kilómetros que quedan para perímetrar el incendio.

Giuseppe Aloisio, director general de política forestal de la Junta de Andalucía, ha comentado que no hay riesgo alguno para la población, pese a lo que mantendrán los retenes en las proximidades de los núcleos urbanos como Ízbor y Acebuches. «Se declaró el nivel de emergencia por el humo para evitar posibles intoxicaciones de la población», ha matizado.

La lluvia caída en el Valle de Lecrín durante la noche y en la mañana de este martes ha calmado un poco las llamas. El fuerte viento que sopló durante la tarde noche de ayer con rachas que llegaron a los 40KM/H dificultaron mucho las tareas de extinción y permitió que las llamas se colaran por un nuevo frente que se dirigía en dirección hacia la presa de Rules-Vélez de Benaudalla.

Esa virulencia inicial del viento se calmó algo conforme avanzaba la madrugada y caían las primeras gotas de agua. «Los bomberos forestales han tenido una noche muy dura por el vaivén de las llamas», adviertían desde el Infoca.

El incendio sigue activo con más de cinco mil hectáreas quemadas y con un perímetro de línea de fuego que sobrepasa los sesenta kilómetros.

Desde primera hora de este martes se han ido incorporando los primeros medios aéreos (9 medios iniciales). El resto, hasta superar los 20 medios aéreos, lo han ido haciendo escalonadamente, con el apoyo de efectivos tanto por aire como por tierra llegados de Jaén tras controlar otro incendio forestal en la provincia vecina, como había informado el director de Política forestal de la Junta de Andalucía, Guiuseppe Aloisio. Los medios aéreos están cargando agua en la presa de Rules.

Además, se ha solicitado el corte de una línea de alta tensión para prevenir problemas de accidentes a los profesionales que están trabajando en tierra, han indicado desde el Infoca.