Faro en Granada
Viaje a las entrañas de un 'guardián' con 160 añosIDEAL entra en las instalaciones del faro Sacratif, que hace historia en la Costa entre planes para acometer a futuro una restauración
El faro de Sacratif sopla velas y cumple 160 años como 'guardián' de la Costa de Granada. Se levanta en lo alto del cabo con ... el que comparte nombre, en los acantilados del Cerro del Chucho de Torrenueva. 19 metros que son suficientes para iluminar a los navegantes y llevarlos a salvo a su destino.
La farola, que se construyó encima de una torre vigía anterior, se ve a 46 kilómetros de la orilla, a 90 millas náuticas. Su instalación se produjo para facilitar el paso de las embarcaciones por la complicada orografía de Calahonda. La torre de piedra blanca, cerrada al público al tratarse también de un área militar, depende de la Autoridad Portuaria de Motril y en sus años de historia ha pasado por múltiples transformaciones. La última, hace siete cuando se completó la sistematización que 'liberaba' a los fareros de su perenne custodia.
Jorge Lacuesta, técnico de servicio de ayuda a la navegación, (farero) abre a IDEAL las instalaciones. La planta baja alberga las antiguas viviendas de los torreros que se hacían cargo del faro. Antes de llegar a las escaleras, se encuentra el cerebro del faro: la sala con la maquinaria y los generadores que hacen funcionar la linterna durante todo el día. En la pantalla de control, se dibuja la silueta del faro. Botones y más botones para garantizar que nada falle.
Y si la mala suerte hiciera de las suyas, el puerto tiene varios planes 'B' para no dejar en la estocada a los buques que miran al horizonte en busca de ese destello de referencia. Generadores y motores se activan en caso de avería. Además, también tiene una pequeña baliza de emergencia que emite luz con la misma intensidad que la linterna 'oficial'.
Los fareros ya no están sujetos al torreón, aunque lo visitan con frecuencia. Con un dispositivo móvil pueden solventar las incidencias. «Es un autómata programable. Desde cualquier lugar y de forma remota se puede controlar», explica el técnico. A diferencia de los otros faros del litoral (Punta de la Mona, Castell de Ferro y el farillo de Calahonda), Sacratif gira por completo constantemente y las lentes de fresnel están puestas en una disposición precisa para producir ese parpadeo. Tiene dos destellos inmediatos y segundos después produce otros dos más. Como curiosidad, una de las lentes del faro de Sacratif tiene un defecto imperceptible provocado por un golpe producido en los años 50. Los cristales son piezas únicas y no se ha logrado todavía un recambio.
Efecto lupa
El giro de la lente del faro no se debe parar nunca para evitar el efecto lupa que haría con el sol. Si la concentración del son en la lente se enfoca sobre un dispositivo, puede explotar o echar a arder en cuestión de pocos minutos.
En sus inicios, su luz se alimentaba con aceite hasta que en 1916 se colocó una lámpara a vapor que funcionaba con petróleo, un sistema que fue sustituido en 1956 por una nueva óptica y linterna aeromarítima electrificada. En lo alto, las instalaciones conservan parte de la antigua maquinaria, entre ellos una cuba de mercurio ya vacía por el gas venenoso que desprendía, y un sistema de poleas que llegan hasta la planta baja con el que se daba cuerda a la linterna. Para llegar hasta allí se deben subir 67 escalones.
«Es un signo muy bucólico y la gente está muy pendiente si se apaga por alguna cuestión, en alguna revisión, te bombardean el teléfono», reflexiona el responsable de la instalación, uno de los dos fareros con los que cuenta la provincia de Granada.
Esenciales en navegación
Los faros, además de ser un símbolo en el litoral, a día de hoy siguen siendo fundamentales pese a la existencia de los GPS. «Desde las embarcaciones, la gente, más que el navegador, dice que lo primero que miran son los faros porque es una navegación que es intuitiva», señala Lacuesta. El equipo que conforma el servicio de ayuda a la navegación del puerto de Motril elabora un plan para rehabilitar el faro, que todavía está en pañales pero plantea recuperar el armazón de bronce de la linterna que se pintó de negro en el pasado.
El presidente de la Autoridad Portuaria, José García Fuentes, ha destacado la importancia de los tres faros cuya explotación y control corresponde al Puerto de Motril, (Castell de Ferro, Sacratif y Punta de la Mona-La Herradura) y cuyas señales marítimas de sistema de apariencias, tienen asignado un giro de foco con secuencias personalizadas y únicas de luz y oscuridad, y representan la esencia de la navegación marítima tradicional, que además son parte de nuestro patrimonio histórico y cultural. El equipo de fareros «tienen encomendada la misión de su mantenimiento, para que cada noche puedan ofrecer su servicio y auxilio a todas las embarcaciones que naveguen por nuestras costas».
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