El verano se alarga hasta octubre para los hoteles del litoral granadino
Las buenas temperaturas y la afluencia de turistas nórdicos consolidan un mes histórico para el sector, pese a los cierres de la temporada baja
El sol parece resistirse a abandonar la Costa. En pleno mes de octubre, los termómetros marcan 24 grados y las terrazas, playas y piscinas continúan ... llenas de visitantes que disfrutan de un clima que, más que otoñal, sigue siendo plenamente veraniego.
Las suaves temperaturas y el atractivo del destino han permitido prolongar la actividad turística durante parte del otoño y eso los hoteles lo notan: desayunos al aire libre, tumbonas ocupadas y un trasiego constante de turistas extranjeros que disfrutan del buen clima y de la gastronomía.
Desde la Asociación de Hoteleros de la Costa Tropical confirman que octubre se perfila como uno de los mejores de los últimos cinco años, tanto en número de visitantes como en estancias medias. En septiembre y octubre los hoteles rondan entre el 70% y el 80% de ocupación; el problema llega en noviembre, debiado a la estacionalidad, explica Jesús Megías, presidente de la asociación.
La Costa sigue siendo un imán para los turistas que repiten cada año y también para muchos nuevos visitantes que llegan para disfrutar y llenar los hoteles. En otoño e invierno, los alojamientos que siguen abiertos reciben sobre todo a turistas del norte de Europa -ingleses, belgas y nórdicos- que buscan sol, buen tiempo y tranquilidad.
Lo que está ayudando mucho a esta buena racha es que cada vez el litoral granadino atrae a más turistas nórdicos. Siempre han sido los que más visitaban la Costa en invierno, pero este año han aumentado sus reservas.
Además, según comenta el sector, en los últimos años, ha cobrado fuerza un segmento en crecimiento: el cicloturismo. Cada vez son más los grupos y equipos profesionales que eligen la provincia de Granada para realizar su pretemporada, atraídos por sus rutas, su clima estable y la calidad de los servicios adaptados a deportistas.
Filo Rodríguez, directora del Hotel Helios de Almuñécar, explica que «este mes de octubre tenemos una ocupación del 90%, y hoy mismo alcanzamos el 98%. Durante el otoño e invierno acogemos a clientes internacionales, principalmente nórdicos, británicos y belgas, que buscan el buen clima, la tranquilidad y nuestra gastronomía. Además, cada vez recibimos más cicloturistas y equipos profesionales que entrenan aquí durante su pretemporada». Este hotel se ha adaptado a esta demanda con menús específicos y espacios para el almacenamiento de bicicletas.
Otro de los cuatro estrellas que está de enhorabuena es el Hotel Playacálida, con una ocupación en el mes de octubre «buenísima» en palabras de su directora, Lola Cifuente. «Hemos mejorado mucho en pre y post temporada con una ocupación del 80%, aunque los precios siguen siendo bajos», comenta.
Sin romper la estacionalidad
Sin embargo, pese a esta buena racha, la estacionalidad sigue marcando el calendario turístico. Más de la mitad de los hoteles cerrarán sus puertas en las próximas semanas para acometer tareas de mantenimiento y reformas. Entre ellos, el Hotel Albayzín del Mar, que pondrá fin a la temporada el 31 de octubre tras un verano «excelente» y reabrirá en marzo. También lo harán el Playacálida, Sol Los Fenicios, Best Alcázar, On Aleta Room, Impressive y este año, de forma excepcional, el Hotel Helios, que afrontará una reforma integral de su fachada.
Mientras, otros establecimientos como el Bahía Victoria, Elba, Salobreña y Salambina, se mantienen durante los meses más fríos. Patricia Martín, directora de este último, asegura que «este año la temporada está siendo mejor que la anterior, con estancias más largas», concluye.
Los chiringuitos apuestan por romper la estacionalidad del turismo
Los empresarios de playas de la Costa están decididos a que el turismo deje de ser un fenómeno exclusivamente veraniego. Así lo asegura Francisco Trujillo, presidente de la Asociación de Empresarios de Playas de la Costa Tropical, quien destaca el compromiso del sector por mantener la actividad durante los doce meses del año.
«Hace más de una década decidimos hacer una apuesta clara para romper la estacionalidad», explica Trujillo. «Antes nos preparábamos exclusivamente para Semana Santa y los meses de verano, pero ahora estamos listos para ofrecer servicio todo el año».
Trujillo asegura que incluso en pleno octubre la ocupación de tumbonas y terrazas es muy notable: «Tengo muchas tumbonas alquiladas. La temperatura es magnífica y el tiempo, maravilloso. La playa no solo se disfruta bañándose; se puede disfrutar leyendo, paseando o simplemente tomando el sol».
En Almuñécar, algunos chiringuitos también se han adaptado a esta nueva dinámica. Francisco Mingorance, propietario del chiringuito La Dorada de Plata, asegura que su barca de espetos «está trabajndo los 365 días del año». «En invierno intentamos mantenernos, no perder. Vivimos del turismo del jubilado extranjero y de los fines de semana, cuando baja gente de Granada y Jaén. No ganamos mucho, pero mantenemos la plantilla».
En el BOROCCO Beach Club, su propietaria Patricia Martín apuesta por un modelo de negocio más atractivo para todo tipo de público y horarios. Ofrecen el llamado 'tardeo' con música, DJ o grupos en directo. Además, en temporada baja, organizan jornadas gastronómicas temáticas para atraer público, esta semana cuentan con la del atún rojo.
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