Vecinos de Velilla denuncian que el ruido de las motos de agua les impide descansar
Exigen vigilancia para acabar con las carreras desde la playa del Tesorillo y aseguran que los vehículos navegan en zonas de baño poniendo en peligro a los usuarios
Pilar García-Trevijano
Almuñécar
Domingo, 14 de junio 2020, 01:08
El ambiente veraniego llega a Almuñécar aunque sea un verano diferente. Hace dos meses, la Costa permanecía en vilo y a la espera de que ... el coronavirus cesara para poder abrir sus playas. En el litoral colgaba la bandera roja y el silencio se había instalado desde Marina del Este a Puerta del Mar. Ahora, las barcas asan sus tradicionales espetos, los chiringuitos reciben clientes entre mascarillas y gel hidroalcohólico, mientras los bañistas se hacen su parcela para guardar la distancia social en la arena.
Las empresas náuticas también han recuperado el agua. En su oferta de ocio incluyen rutas en kayak, clases de surf… y también alquiler de motos acuáticas. Algo que perturba la tranquilidad de los vecinos de Velilla. Mantienen que el aumento en el uso de embarcaciones durante los fines de semana y los meses de verano en los últimos años ha hecho que la playa se convierta en «un auténtico circuito de competición».
En los bloques de pisos junto a la heladería Jamaica, en primera línea de playa, el zumbido de las motocicletas náuticas «es insoportable». M. A. G, vecina de la zona, tiene la terraza completamente acristalada, pero desde su salón oye el ruido de los motores como si estuviera encima de la motocicleta. «A las tres de la tarde no hay forma de ver las noticias o descansar. Echan carreras por el agua desde El Tesorillo hasta el espigón, se acercan también mucho a la orilla y es un peligro», lamenta esta vecina de 67 años que desde hace 30 años pasa largas temporadas en Almuñécar.
El servicio marítimo de la Guardia Civil realizó 55 inspecciones a motos acuáticas hasta mediados de agosto de 2019 e interpuso 30 denuncias por incumplir la normativa.
El año pasado
Su apartamento, que comparte con su marido, está en un quinto, pero el eco de las motocicletas resuena en cualquier zona de Velilla, «incluso desde la carretera», según denuncia. «No puedes mantener una conversación ni en la heladería. El estruendo se escucha por todas partes. El año pasado estaba con mi familia sentada en la arena y no nos enterábamos de lo que decíamos. Tendría que haber más vigilancia. Ahora mismo no hay balizamiento y se acercan mucho a la orilla y a los bañistas sin respetar las distancias», asegura.
Prohibidas en zonas de baño
El Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana prohíbe la navegación por el interior de las zonas de baño, comprendidas entre la playa y la línea de balizas, y que en el caso de que no haya línea de balizas se considerará una franja de 200 metros de anchura desde el litoral. La Mancomunidad de Municipio señaliza cada verano las calles de navegación e instala las balizas a finales de junio. Los vecinos de Velilla han denunciado a Capitanía Marítima los hechos y exigen más vigilancia en la zona al considerar que las motocicletas generan contaminación acústica.
Durante el verano de 2018 el Servicio Marítimo de la Guardia Civil realizó 63 inspecciones a motos náuticas y denunció a 46 de esas motos. Las denuncias más comunes fueron por no tener titulación para el manejo, no poseer seguro o navegar por zona balizada. Hasta mediados de agosto de 2019, la Guardia Civil efectuó 55 inspecciones a motos náuticas y tramitó 30 denuncias por los mismos motivos.
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