Los vecinos de Rubite llevan nueve meses sin poder ver la televisión
Los residentes sufren la falta de señal desde la instalación de nuevas antenas, mientras el Ayuntamiento explica que instalará más paneles
En Rubite los días se hacen largos sin televisión desde hace casi un año. Lo que debería ser un servicio básico se ha convertido en ... un quebradero de cabeza para los vecinos, que denuncian sentirse «abandonados» por el Ayuntamiento.
El problema comenzó tras la llegada de la Televisión Digital Terrestre (TDT). Con el cambio, las antenas que había en el pueblo dejaron de funcionar como antes. «Las que estaban cogían la señal perfectamente, pero decidieron quitarlas y poner otras nuevas en otro sitio. Desde entonces ya no se ve nada, salvo Canal Sur y los canales marroquíes, que esos sí que se ven estupendamente», explica Rosa María Esteban, vecina que aunque vive en Jaén, pero que tiene segunda residencia y acude con frecuencia a Rubite.
La solución que se buscó fue instalar un sistema de antenas con placas solares, pero, según los vecinos, todo se hizo mal desde el principio. «Lo instalaron personas que no sabían ni cómo iba. Había que ponerle un motor de gasolina para que cargara las baterías. Los obreros del Ayuntamiento tenían que ir varias veces al día a echarle gasolina. Y ni así funcionaba. Fue un desastre total», añade Esteban.
Según los vecinos, el Ayuntamiento gastó más de 20.000 euros en este proyecto, pero el problema sigue igual. «Se han gastado el dinero para nada», denuncia Susana Carrillo, que pasa los veranos en el municipio.
Lo que para alguien de una ciudad podría parecer un inconveniente menor, en Rubite es un problema serio. Aquí no hay cines, ni centros sociales, ni apenas bares. La televisión es, para muchos, el único entretenimiento, sobre todo para la gente mayor.»Las personas mayores pasan mucho tiempo en casa y lo único que tienen es la tele. Si no funciona, ¿qué hacen? No saben manejar internet ni se pueden permitir pagar un paquete de televisión. Se quedan sin nada», explica Esteban.
En verano, cuando el pueblo se llena de familias y niños, la situación es todavía más frustrante. «Los críos no tienen dibujos, no pueden ver nada. Al final tienes que tirar de internet, si lo tienes, o ponerte a jugar a las cartas y al parchís. Y no está mal, pero los días largos de verano se hacen eternos. No hay piscina ni nada donde ir, así que la tele sería al menos un desahogo», cuenta María del Rosario Acosta.
Acosta añade otro problema: el mal estado de los pocos espacios infantiles que existen en la localidad. «El parque de arriba está abandonado. El tobogán lleva años roto y lo arreglaron con un pegote de pegamento. Es un peligro para los niños. Uno de los columpios es de madera y está lleno de astillas. Son cosas pequeñas, pero es lo único que tenemos y ni eso cuidan».
Los vecinos coinciden en que Rubite cada vez tiene «menos recursos» para quienes deciden quedarse a vivir allí. «Estuvimos meses sin bar. Un pueblo sin bar es un pueblo muerto. Al final la gente se marcha porque no hay nada. Cada vez hay menos servicios y este pueblo corre el riesgo de convertirse en un pueblo fantasma», alerta Enrique Moyano, otro de los afectados.
Recogida de firmas
Cansados de esperar, los vecinos han decidido organizarse. Han recogido ya más de 50 firmas que piensan entregar en el Ayuntamiento como señal de protesta. «Estamos hartos y las firmas se van a presentar ya», confirma Carrillo. El malestar no es solo de los 70 vecinos que viven en Rubite durante todo el año, sino también de las más de 140 personas que pasan allí el verano. «Cuando llegan las familias con hijos y nietos, se encuentran con que no hay nada. Ni tele, ni bar, ni piscina. La gente viene ilusionada y al final se aburre y se va. Eso tampoco ayuda al pueblo», añade Acosta. En las conversaciones con los vecinos aparece una frase repetida: «No pedimos lujos, pedimos lo mínimo».
La televisión, aseguran, no es un capricho, sino un servicio básico que debería estar garantizado en cualquier municipio. «Nosotros pagamos nuestros impuestos igual que en cualquier ciudad. ¿Por qué aquí no podemos tener tele como en todos lados? No estamos pidiendo un cine, solo lo más básico», insiste Esteban.
Por ahora, la única opción para quien puede permitírselo es pagar una línea de internet y contratar un paquete de televisión privada. Pero no todo el mundo puede hacerlo. «Yo me traigo mi decodificador desde Jaén y así veo la tele, pero la mayoría no puede», concluye Esteban.
Por su parte, desde el Ayuntamiento, el alcalde Arsenio Vázquez explica que en el próximo mes de septiembre la empresa encargada de este asunto instalará nuevos paneles para que se puedan ver todos los canales sin problemas.
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