El tren Granada-Motril, pendiente del apoyo del Gobierno para que Europa lo acepte
La provincia necesita su respaldo para la inclusión del proyecto en la revisión de la red transeuropea, que garantizaría la conexión antes de 2050
La provincia no va a resignarse a quedarse sin conexión ferroviaria entre Granada y Motril otros 100 años. La Unión Europea ha abierto un plazo ... de solicitudes para modificar o complementar la red transeuropea de transporte y Granada quiere presentar la suya para que Motril no sea el único puerto del interés para el Estado sin conexión ferroviaria. El plazo de peticiones para la revisión del trazado finaliza en septiembre y es «fundamental» el espaldarazo del Gobierno en el Consejo Europeo para que se tenga en cuenta esta infraestructura.
Si Europa considera oportuno modificar el trazado e incluir esta conexión, la Costa tendrá su tren con un horizonte de ejecución máximo de 2050, año en el que concluye la planificación de la modificación que se ha abierto ahora. Sería la primera vez que Motril toca con la punta de los dedos los raíles. No se ha presentado una oportunidad igual en siglo y medio de aspiraciones.
A finales de mayo, el puerto, la Universidad de Granada, la Junta de Andalucía, empresarios y autoridades se unieron para darle un empujón al proyecto. La dársena y los empresarios del litoral han tocado todas las puertas necesarias para que el tren pueda materializarse y salir adelante. El plan, que cuenta con un estudio de viabilidad técnica favorable de la UGR, ha logrado recabar el apoyo de todos los grupos, incluido el socialista, en el Parlamento Europeo.
Además, la Junta de Andalucía aprobó en el consejo de Gobierno previo a las elecciones la adhesión a la alianza por el tren y el apoyo a la conexión ferroviaria entre Granada-Motril. La consejera de Fomento, Marifrán Carazo, se encargará de otro trámite necesario para que la conexión se tenga en cuenta: informar al Comité de las Regiones. Por último, solo quedaría que el Gobierno diera su bendición al tren.
Esta semana, la Cámara de Comercio de Motril, el presidente de la Autoridad Portuaria y la asociación de empresarios de la Costa Tropical (Aecost) lograron reunirse con el secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores, y otros representantes del Ministerio de Transportes, gracias a la mediación del Delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, pero, de acuerdo con la versión de los empresarios y el presidente portuario, el encuentro no ha ido cómo esperaban.
Desde el ministerio aseguraron que estudiarían la propuesta, pero pusieron reparos al presupuesto del proyecto y a la envergadura de la obra por la orografía del terreno, pese a que los técnicos han elaborado un proyecto que ofrece distintas rutas para salvar los obstáculos geográficos y el tren no es más costoso que otras infraestructuras. Hay conexiones similares o más caras que ya están construidas como la variante de Pajares o la unión entre Orense y Pontevedra. El estudio de la UGR plantea varias alternativas de trazado con un coste estimado que varía entre los 2.467 y los 2.647 millones de euros, 1.800 millones solo de ejecución material. Anteriormente, en respuesta a las cuestiones escritas de un senador granadino, el Gobierno ya advirtió de que la inversión del tren le parecía cara. Los alrededor de 37 millones de euros que costaría de media cada uno de los 72 kilómetros del trazado entre Granada y Motril son el gran handicap.
Ahora o nunca
La promesa del Gobierno de que estudiará el proyecto no satisface ni al puerto ni a los empresarios. Se les agota el tiempo. «Para que el Consejo Europeo tenga en cuenta el tren, debe proponerlo el Estado. Es la única opción que hay de no tener que esperar otros 100 años», lamenta José García Fuentes, presidente de la Autoridad Portuaria.
En la misma línea, Julio Rodríguez, presidente de la Cámara de Comercio de Motril apunta que «no se dio interés a la propuesta» y que su descarte en la revisión de la red transeuropea será «por cuestiones políticas, ya que no hay ningún inconveniente técnico para que el proyecto pueda ejecutarse».
Rodríguez destaca que es fundamental que el Gobierno se pronuncie ahora. En agosto expira el plazo de la revisión y antes de eso necesitarán el espaldarazo del Gobierno para que la propuesta sea aceptada por el consejo y más adelante se pueda defender frente a los técnicos que llevan la revisión. La otra opción que le quedaría a la sociedad granadina, que ha firmado la alianza por el tren, será presentar enmiendas a partir de septiembre, una vía que también explotarán.
Calculan que entre febrero y marzo de 2023 tendrá lugar la votación de la revisión en el parlamento y ahí ya no habrá vuelta atrás. Si el proyecto no entra tendrán que esperar hasta la próxima revisión, que podría demorarse décadas. Este medio se ha puesto en contacto con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y espera respuesta.
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