El fotógrafo de la belleza submarina en Granada
José Javier Sánchez es fotógrafo submarino y revela los secretos que se esconden bajo el litoral sexitano, desde corales hasta barcos históricos
Hay lugares que, aunque parezcan tranquilos a simple vista, esconden universos enteros bajo el agua. La Herradura es uno de ellos. Y si alguien lo ... sabe bien, es José Javier Sánchez, buceador técnico y fotógrafo submarino.
Aunque nació en Venezuela, José Javier llegó a España con apenas 12 años, y desde entonces su vida ha estado íntimamente ligada al mar. «Fue en 2006 cuando hice mi primer bautizo de buceo. Me enganchó para siempre», recuerda. Apenas unos años después, en 2010, comenzó su carrera profesional en este mundo y en 2012 abrió su propio centro: Different Escuba School.
Different Escuba School está especializado en el buceo técnico: inmersiones profundas, largas, meticulosas, a veces en condiciones extremas. «Estamos preparados para bajar a más de 140 o 150 metros de profundidad», comenta José Javier con la tranquilidad de quien ha hecho de las profundidades su segunda casa.
Este tipo de buceo requiere un equipamiento muy específico. No solo los tanques de aire, sino también sistemas avanzados como los rebreathers, o recicladores de aire. A diferencia del equipo convencional, estos aparatos permiten permanecer mucho más tiempo en el fondo y, sobre todo, hacerlo en absoluto silencio. «No emitimos burbujas. Es una diferencia brutal. Los peces no se asustan. Te observan, incluso se acercan», afirma.
Así nació su pasión por la fotografía submarina. Con una cámara réflex Nikon, flashes externos sincronizados por fibra óptica y una carcasa de aluminio que pesa casi 4 kilos fuera del agua, José Javier ha construido un archivo visual de gran valor.
«En tierra, haces una foto y ya está. Bajo el agua, todo cambia: la luz, la temperatura, la visibilidad, el comportamiento de los animales. Es un reto constante, pero también una satisfacción enorme cuando logras esa toma perfecta, ese momento irrepetible», explica.
Si hay un protagonista recurrente en su obra fotográfica, es el coral 'Dendrophyllia ramea'. Esta especie, que suele encontrarse a grandes profundidades —por debajo de los 70 u 80 metros—, sorprendentemente aflora en la Punta de la Mona a apenas 27 metros de profundidad.
«El color es increíble. Bajo el agua, muchas tonalidades se pierden, pero este coral mantiene su pigmentación naranja o amarilla, y los pólipos blancos lo hacen parecer casi nevado», afirma. Por eso participa en proyectos de conservación, como el 'Deepwater Project' de la asociación Coral Soul, centrado en la repoblación y estudio de este coral.
Bajo las aguas descansan también los restos de la historia. José Javier y su equipo han explorado barcos de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Civil española, que se encuentran a profundidades de más de 90 metros. «La mayoría están sin identificar. Hacemos fotogrametría, análisis de restos, trabajamos en colaboración con la Armada cuando es posible. No es fácil porque no hay archivos accesibles, pero poco a poco vamos armando el puzzle», cuenta.
Algunos de estos barcos se están documentando por primera vez, lo que convierte su labor en una mezcla de arqueología, investigación y aventura. Cada inmersión en un barco es también una experiencia muy enriquecedora. «Estás entrando en un lugar detenido en el tiempo. A veces ves objetos cotidianos, restos de maquinaria, estructuras que fueron parte de una guerra. Es sobrecogedor».
Un lugar idóneo
Con cerca de ocho centros de buceo en activo, Según el fotógrafo, La Herradura se consolida como uno de los diez destinos más importantes para el buceo en España. Las condiciones naturales son excepcionales: aguas templadas desde mayo hasta noviembre, buena visibilidad, ausencia de grandes corrientes, y un ecosistema rico en especies como meros, peces luna, nudibranquios y distintos tipos de esponjas y corales. «La costa granadina tiene algo especial. Aquí confluyen el Mediterráneo y el Atlántico, y eso nos da diversidad, riqueza biológica. Además, el clima es un regalo: podemos bucear prácticamente todo el año», afirma.
Y es cierto, los peces luna, por ejemplo, son uno de los grandes espectáculos naturales de esta zona. En mayo y junio (aunque este año llegaron algo más tarde), se concentran para ser «desparasitados» por pequeños peces limpiadores. José Javier ha conseguido algunas de las mejores fotos de estos encuentros, con peces luna de más de un metro de diámetro.
«Cuando llevas una cámara contigo, además estás contando una historia», señala el fotógrafo con una sonrisa de oreja a oreja.
Gracias a su mirada y a su valentía de descender allí donde casi nadie llega, se conoce un poco mejor ese universo azul que late en silencio bajo las aguas de La Herradura.
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