Los trabajadores víctimas del incendio de Ron Montero no recurrirán el indulto

Miguel se quemó el 60% de su cuerpo en aquel accidente y a día de hoy, después de siete intervenciones quirúrgicas mantiene secuelas graves  (pérdida de movilidad, perjuicio estético, estrés postraumático). Tuvo que marcharse de Motril y su vida dio un giro de 180 grados. El trabajador, que ejerció la acusación particular en el juicio, no recurrirá el indulto que el Gobierno hoy ha hecho público a la entonces adminsitradora de la fábrica, Andrea Martín, que fue condenada tres años de prisión como autora de un delito de homicidio por imprudencia grave.

El indulto revoca la pena privativa de libertad impuesta por otra de dos años de prisión. «Tenía asumido que la iban a indultar, no me ha sorprendido y no me opongo porque no me corresponde«, declara a IDEAL Miguel Lorenzo, que no recurrirá el indulto.

Nunca quiso ver a la que fuera su jefa en la cárcel. Desde el primer momento su intención fue acabar con la pesadilla y evitar incluso el juicio, pero nunca se llegó a un acuerdo económico de indemnización. La sentencia de abril de 2019, obligó a la empresaria, que se declaró insvolente en el procedimiento, a asumir la responsabilidad civil de 390.000 euros. Miguel fue indemnizado en 2021, después de que la Audiencia ratificara la sentencia, con unos intereses de 15.000 euros.

Pero no hay dinero que le devuelva su vida y el indulto tampoco le sirve para pasar página: «Hay heridas que no se cierran jamás».

«Que Andrea no entre a la cárcel me produce hasta cierto alivio, yo me quedo más tranquilo, pero me da repulsión ver todos los que han pedido el indulto para ella, que se mueven por intereses. Cuando quieren sí que se ponen de acuerdo los políticos, ha sido unánime, de derecha a izquierda«, ironiza Miguel.

«Ha recibido toda una montaña de peticiones llenas de cariño. Ni uno de esos políticos, empresarios o sacerdotes se ha dignado a levantar jamás el teléfono para preguntar cómo nos encontramos», sentencia Miguel, que asegura que los únicos que han estado a su lado en este tiempo han sido los representantes de Izquierda Unida de Motril.

«Evidentemente no son razones ni de justicia ni de equidad por las que se le concede el indulto, pero mira yo hasta me quedo más tranquilo. Y tampoco se ha hecho justicia, es una homicida y eso no se discute por la conmutación de la pena a dos años. No se puede lanzar el mensaje de que si matas en el trabajo después llega el indulto. No somos conscientes de las vidas que cuesta la siniestralidad laboral. Nos quedamos en una página de sucesos en un periódico y lo que hay que hacer es reforzar las medidas y acabar con la lacra, no indultar», concluye.