Una taxista de Calahonda comienza una huelga de hambre como último recurso a un "trato de desigualdad"

"Estoy en una situación irregular que me margina y 'obliga' a prestar el servicio de taxi en el anejo de Carchuna-Calahonda pero no por ley, sino por la coacción que recibo por parte del Ayuntamiento y los demás taxistas", afirma la manifestante. María Soledad asegura que por ley, según la nueva normativa de 2012, puede ejercer su trabajo en la misma ciudad y no en el anejo, por lo que se encuentra en un "limbo legal". Además, confirma que a parte de los pocos clientes que recibe en esta área, sus compañeros entran en la zona mientras que a ella no le permiten hacer paradas en Motril.

La taxista, cansada de solicitar reiteradas veces "un trato igualitario" por la vía legal y jurídica, ha decidido adentrarse en esta huelga de hambre para reivindicar su situación actual. "Me veo en la obligación de iniciar esta protesta para ver si así, haciendo visible lo que sufro, el Ayuntamiento y los grupos políticos del gobierno empiezan a tener algo de sangre en las venas y que se den cuenta de que es el sustento de mi familia, que no lo hago por capricho", lamenta María Soledad.