Los Tablones se queda sin su belén viviente
"Nos están llamando de toda Andalucía, es una pena, cuando lo decidimos yo no podía ni hablar del nudo", dice el presidente de la asociación de vecinos del anejo
Mercedes Navarrete
MOTRIL
Lunes, 25 de diciembre 2017, 09:51
Era una de las citas más esperadas en la Navidad de la Costa Tropical. Pero al final, en el anejo motrileño de Los Tablones no ... va a haber mulas, ni ovejas, ni pastorcillos, ni romanos, ni artesanos, ni lavanderas, ni ninguno de los más de cien personajes que recreaban su tradicional nacimiento viviente. Se acabó el belén. Después de ocho ediciones, cada una más exitosa que la anterior, este año la Asociación de vecinos de Los Tablones que organizaba con mimo la tradicional cita ha decidido suspenderla a última hora. Y la decepción se ha extendido entre los vecinos que esperaban un acontecimiento que se ha consolidado como un auténtico reclamo turístico para la Costa. Los primeros decepcionados son los protagonistas, los vecinos de Los Tablones que formaban el belén. "Nos están llamando de toda Andalucía, es una pena, cuando lo decidimos yo no podía ni hablar del nudo", explicaba ayer abatido José Manuel Maldonado, presidente de la asociación vecinal.
La razón de la suspensión es que una de las fincas que se utilizan para acceder al paraje de la Cueva Hornero, en el que se monta el belén viviente, es de propiedad privada y este año el propietario ha plantado olivos y aguacates, por lo que no permite el acceso. "No pensamos que se iba a cerrar", comenta Maldonado, que admite que ha sido por tanto un fallo de previsión de la organización, a pesar de que el propietario había anunciado sus intenciones en años anteriores. "Barajamos la opción de entrar por abajo, pero se saldría directamente a una carretera sin aceras y es muy peligroso para tanto tránsito y tanto niños", apunta Maldonado.
La segunda alternativa que se planteó para salvar in extremis el belén este año pasaba por construir un acceso alternativo, para lo que habría que habilitar un camino de unos treinta metros de largo, levantar una escollera de tierra y colocarle una barandilla. Pero tampoco ha sido posible porque es un trabajo laborioso –en la zona no entran las máquinas– y también costoso. "Solos no podemos y el Ayuntamiento se ha ofrecido a ayudarnos con la obra pero ya para el año que viene, porque este no da tiempo", comenta. Mientras algunos ya andaban culpando al gobierno municipal, después de que el PP comunicara en redes sociales que este año "salvo milagro" no habría belén, el gobierno municipal salía al paso. "No tenemos nada que ver, somos malos pero como para cargarnos el belén no", ironizaba el primer teniente de alcalde, Antonio Escámez.
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