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Sergei posa en el puerto de Motril con el barco 'en quiebra' detrás. Javier Martín
Sergei ya puede tomar el sol

Sergei ya puede tomar el sol

El Puerto de Motril recibe al barco ruso en quiebra, que se quedará un par de meses hasta que pueda cargar el depósito y renovar la documentación

Laura Ubago

Granada

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Viernes, 21 de septiembre 2018, 02:14

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Sergei vigila la puerta del barco con un walkie-talkie colgado del cuello, una camiseta de tirantes y la sonrisa de la juventud. Viene de Siberia y el septiembre de Motril debe parecerle una caricia caribeña. El buque es un carguero con 23.000 toneladas de sal de Tarragona que iba de Rusia a Reino Unido. Y se quedó parado en Ceuta por los problemas financieros de la naviera. Un pinchazo económico los dejó a la deriva.

La naviera del buque Zapolyarye no tenía dinero para el combustible y con tan solo 6 toneladas de gasoil no podía navegar. Por eso se quedaron dos meses y medio fondeados en aguas de Ceuta porque en ese puerto no podían aparcar con un barco tan grande.

Entonces desde Capitanía Marítima informaron a Motril de que se produciría una arribada forzosa y que el buque tenía en el dique de abrigo un lugar perfecto para entrar –arrastrado por tres remolcadores– y quedarse ahí el tiempo que hiciese falta.

El barco llegó el miércoles con una veintena de personas a bordo y con recursos para asistirles como Cruz Roja –que está en preaviso por si desde el buque les reclaman ayuda– y el propio sindicato de los marinos, que está pendiente de este tipo de problemas laborales a bordo.

Después de dos meses y medio, la plantilla estaba quemada en aguas ceutíes. De hecho, uno de los responsables del barco llegó a decir por la cubierta a una cámara de Ceuta que escaseaba el agua dulce y que les era complicado hasta asearse.

Pero esa tripulación cambió el 1 de septiembre y estos marineros han tenido más suerte. Han pasado de estar en aguas de Ceuta en medio de la nada sin poder bajar del barco, al soleado puerto de Motril donde podrán hacer vida hasta a 10 kilómetros del buque, según la normativa.

Por eso Sergei Patenko, tripulación del Zapolyarye estaba ayer muy contento. «Quiero dar las gracias a los que nos han traído agua y comida», explicaba en un inglés con un cerrado acento ruso. Patenko, después de insistirle y con la ayuda de la Autoridad Portuaria, recibió un permiso por parte de sus superiores del barco para atender a IDEAL. En sus declaraciones indicó que volverán a partir cuando tengan el combustible.

Según fuentes portuarias la naviera ya ha destinado dinero a recargar de gasoil el buque que podrá estar en el Puerto de Motril un par de meses hasta que zarpe con destino Reino Unido. Otra de las dificultades con las que se ha topado el barco es que sus certificados para navegar habían caducado y ahora tendrán que someterse a una minuciosa inspección para renovarlos.

Sergei indicó que ahora están contentos. «Mis padres no están preocupados, ¿Cómo van a estarlo si estoy en un sitio como Motril?», apuntó con una sonrisa brillante por la intensa luz del dique. «Aquí podemos salir del barco, podemos tomar el sol... estamos bien. Nos iremos cuando haya fuel», expresó este miembro de la tripulación del Zapolyarye.

Para el puerto motrileño la visita de este buque será rentable. Según las tarifas pagará 5.000 euros al día durante los siete primeros y el resto, 3.000 euros diarios por lo que será una inyección para las cuentas portuarias. Y una garantía: el buque que no paga, no puede salir del puerto por lo que los morosos no se dan de dique para dentro.

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