Las playas de la 'nueva normalidad': pocas medusas y menos intervenciones de socorrismo
El cambio de uso de las playas con nuevas limitaciones y el miedo a los contagios hacen caer las atenciones de los servicios
Las playas de la 'nueva normalidad' son también las de la nueva tranquilidad. Los socorristas que vigilan la Costa en el verano de la pandemia ... están realizando menos intervenciones que en un mes de julio ordinario. Hasta 186 actuaciones se han registrado en las playas del litoral desde el inicio de la temporada de baño. Los coordinadores de salvamento apuntan que el cambio de normativa de playas, que ahora tienen más restricciones, unido al miedo y la limitación de exposición individual son los factores que han provocado el descenso. Además, también han observado que –de momento– las medusas han dado una tregua al litoral.
En Almuñécar o Carchuna las atenciones descendido a más de la mitad que en 2019. El caso de las playas sexitanas es el más significativo, la cura de heridas y otros cuidados se han reducido en un 71%.
«Las playas están muy tranquilas este año. Los bañistas disminuyen los riesgos por temor al virus y son más reticentes a recibir atención. Antes se hacían un corte y se acercaban al módulo de socorrismo, pero ya no. Este factor, unido a las restricciones que han puesto en marcha el Ayuntamiento como prohibir útiles flotantes, juegos de pelota, etc. ha hecho que se disminuyan las intervenciones en la Costa», explica José Enrique Arcas, coordinador de socorrismo de las playas motrileñas. Durante el mes de julio, el equipo de treinta socorristas que vigilan Playa Granada y Playa Poniente han efectuado 75 intervenciones, frente a los 100 que realizaron el julio anterior, una caída del 30% que se explica también, según Arcas, por el descenso percibido de bañistas.
En total, han sido cinco traslados en ambulancia en lo que va de verano. Una de estas atenciones fue por un falso caso de Covid-19. Los socorristas detectaron a una mujer que tenía dificultades respiratorias y presentaba síntomas de la enfermedad. Es más, su marido había fallecido por esos motivos tiempo antes y rápidamente activaron el protocolo para llevarla al hospital. Los socorristas que mantuvieron contacto con ella estuvieron aislados en casa hasta que las pruebas de la bañista dieron negativo.
Medir la temperatura
«Los protocolos han cambiado. Medimos la temperatura a cada usuario al que prestamos atención. En algunas intervenciones debemos llevar EPIS o batas impermeables, mientras que en todas tenemos que llevar la mascarilla, salvo cuando hacemos rescates acuáticos, y a las personas que damos auxilio le debemos colocar una mascarilla quirúrgica, si no hay síntomas de Covid-19, yuna FPP2 si podría ser un positivo», dice Arcas.
En Almuñécar, las intervenciones de los socorristas se reducen un 71,5%. Si en julio del año pasado se efectuaron 197 intervenciones, en lo que va de verano han sido 56 enre los seis puestos de vigilancia instalados en el litoral sexitano. «Nuestro trabajo ha cambiado mucho. En los rescates acuáticos, sólo podemos hacer las compresiones y está prohibido que insuflemos aire», explica Lorena Fernández Jimenez, coordinadora de socorrismo de Almuñécar.
«Además, los uestos deben desinfectarse continuamente, contamos con un equipo de limpiadoras», explica Lorena Fernández Jimenez, coordinadora de socorrismo de Almuñécar», añade.
El equipo de socorrismo sexitano ha intervenido este verano, entre otras actuaciones, en la cura de 35 heridas y ha efectuado cuatro traslados en ambulancia. Por su parte, el equipo de 23 auxiliares de Salobreña ha participado en casi una treintena de actuaciones. «No hay una masificación en las playas y eso se nota. El equipo de auxiliares de la Junta de Andalucía nos facilita el trabajo y colabora con nosotros en las acciones informativas. Se agradece contar con un buen equipo y que en este verano tan difícil que estamos viviendo recibamos una ayuda extra», explica Amanda Salas, coordinadora de socorrisno de Salobreña.
En las playas de Carchuna- Calahonda también se ha evidenciado un descenso en el número de intervenciones prestadas por los equipos de socorrismo. David Orihuela, responsable de los servicios de emergencia y socorrismo, sostiene que las intervenciones se han reducido hasta un 60%. En el mes de julio se han efectuado una treintena de intervenciones, 15 de ellas fueron tareas informativas y se apercibió a varios usuarios que estaban pescando con arpón. Orihuela destaca que su personal es uno de los pocos del litoral que cuenta con balón resucitador con un filtro para insuflar aire en los rescates de forma segura.
Los socorristas curan sólo 50 picaduras de medusa en julio
El equipo de salvamento y socorrismo que vela por la seguridad de los bañistas en la Costa ha curado sólo medio centenar de picaduras de medusas en lo que va de verano. 32 de estas actuaciones se realizaron en las playas motrileñas, donde uno de los afectados tuvo que ser trasladado al hospital Santa Ana por el picotazo de una carabela portuguesa, otras 13 picaduras de medusa en las playas de Almuñécar y apenas cinco en Salobreña. El descenso es significativo. Se curan la mitad de picaduras que el año pasado, cuando los servicios atendieron a un centenar de bañistas por estas molestias, una cifra «insignificante», según los coordinadores de socorrismo, en comparación con el verano de 2018 cuando una oleada de estos molestos invertebrados hizo que se atendieran hasta 3.000 picaduras.
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