Los pescadores reclaman la ampliación de autorizaciones para la captura de atún rojo
Motril perdió 7 barcos de palangre durante la vigencia del plan de recuperación y, sin permiso del ministerio para capturar, teme perder el último
pilar garcía-trevijano
Lunes, 30 de diciembre 2019, 14:45
Los pescadores de Motril tiran recursos por la borda. El consejo de ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea aprobó el acuerdo sobre ... los totales admisibles de capturas y las cuotas pesqueras para un 2020 que está a punto de llegar y la negociación llena de hastío a los marineros granadinos. Se quedan de nuevo con pocas opciones de competencia para la pesca de atún rojo.
España, Portugal y Grecia se repartirán 100 toneladas más de esta especie. La flota nacional pasará de capturar 22.705 toneladas anuales a 36.000 toneladas. Sin embargo, los cambios serán imperceptibles para la cofradía de pescadores de Motril, que lleva años reclamando que se amplíen y se repartan «con justicia» los permisos para hacerse con este manjar en peligro de extinción.
Sólo quedan tres barcos de artes menores amarrados en el Puerto con autorización puntual para pescar atún rojo. En 2006 dio comienzo el plan de recuperación de esta especie con duras restricciones que han estado más de diez años en vigor. El plan finalizó el año pasado. Los caladeros se han regenerado, pero las autorizaciones son las mismas.
Las embarcaciones pueden capturar hasta 750 kilos. Cada vez que un atún pica el anzuelo, los marineros lo echan por la borda. No pueden embarcarlo. Las limitaciones y los obstáculos en un sector en el que cada vez es más difícil operar han provocado que entre 2006 y 2010 Granada haya perdido 7 barcos de pesca con palangre –tipo de pesca considerada sostenible que se emplea para capturar atún y pez espada extendiendo una estructura con anzuelos al mar–. El único barco de palangre que queda en todo el litoral granadino, 'Nuevo Mirandilla', sobrevive a duras penas.
La embarcación, con capacidad para hacerse con el atún, no tiene permiso, a pesar de que han solicitado autorización a la secretaria de pesca. «Tenemos el barco parado cinco meses al año y una cuota de 700 kilos para pez espada y bonito que no nos sirve para pescar atún rojo. Si alguno pica el anzuelo hay que echarlo, aunque estén muertos, al mar. Si el sector continúa así, el día que abran el desguace, que será en 2021, dejaremos esto», dice José Miguel, pescador con 25 años de experiencia. Con el desarme del barco se perdería la tradición de una extensa rama familiar.
Sus abuelos, tíos y su padre se han dedicado al oficio. Del 'Nuevo Mirandilla' dependen 7 familias de forma directa.
«Sólo en la mar ya no es posible ganarse la vida. De enero a abril estamos parados y la Junta nos subvenciona un mes. Aún esperamos la ayuda de 2019», lamenta José Miguel. El pescador demanda un nuevo plan de gestión que acabe con el monopolio de las cuatro empresas que se reparten 'el bacalao'. Es decir, el 38% de las toneladas de atún rojo. «Para las grandes empresas, una tonelada no supone ninguna diferencia. A toda la flota de Motril que le dejen pescar 5.000 kilos al año no rompe el equilibrio en los caladeros y mejora toda la economía», dice.
«Hay mucho atún en la costa de Granada. Tiramos muchos ejemplares muertos al agua porque aunque piquen no los podemos embarcar. No pedimos que nos dejen pescar a libre albedrío, tan sólo que se contemple que si pescamos de forma accidental con el anzuelo reglamentario que se utiliza para otras especies nos dejen subirla y comercializarla», explica.
Ignacio López, Vicepresidente del Mediterráneo de la Federación Andaluza de Pesca, plantea que el año que viene el Ministerio de Agricultura y Pesca elabore un plan «justo» en función de las necesidades de la flota y «de la gente que se gana la vida en el mar». «No hemos tenido cuotas para el atún rojo en Motril desde que se puso el plan de recuperación de la especie. El atún ya está fuera de esta medida porque se entiende que la biomasa que hay en el Mediterráneo está recuperada», mantiene López.
«Consideramos que las cuotas y las tasas que se han implantado han privatizado el derecho de pesca de atún a favor de unas pocas empresas poderosas. Los damnificados son los pescadores tradicionales. Es imprescindible elaborar otro plan de gestión», sentencia. Para el vicepresidente de la federación, el mar no puede estar en las manos de cuatro multinacionales que tienen capacidad para pescar en aguas españolas. «Manejan casi el 40% de la cuota de atún rojo y la pesca artesanal se queda con las migajas. Necesitamos que se defienda la sostenibilidad social, económica y mediombiental del sector, que depende de los pequeños barcos», afirma.
«Estas grandes empresas van hasta Italia, pescan con redes de cerco y meten el género en jaulas para venderlos por encargo a mercados extranjeros sin pasar por las lonjas españolas», añade.
Un plan con retraso
En Motril podrían capturar este género otras 24 embarcaciones de artes menores, además del barco de palangre. «Si hay un momento en la campaña que deciden dejar descansar a una especia tendrían que tener la opción de poder capturar atún». «Resulta vital abordar con la Secretaría de Pesca el reparto de esos kilos entre los barcos e ir rotando el permiso cada cierto periodo de tiempo. Así el beneficio que tienen nuestros tres pequeños barcos en Motril se podría repartir», plantea. Estos tres barcos recibieron su permiso para captura de forma excepcional y más tarde se les incluyó en la cuota nacional. Los pescadores de Motril están preocupados ante el futuro incierto que se avecina en un sector inmerso en una crisis estructural. Pero les sobran agallas para capear cualquier temporal. El próximo está ya en el horizonte: las restricciones europeas, que debían entrar en vigor en enero de 2020 y se aplicarán a lo largo del año que se avecina.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha prorrogado el plan actual de gestión integral para la conservación de los recursos pesqueros en el Mediterráneo por la falta de desarrollo de las medidas que quería implantar. La Dirección General de Recursos Pesqueros del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación anunció en noviembre la decisión de alargar la orden aprobada para el periodo 2013-2017.
Los informes ministeriales constataron lo que ya sabían los pescadores: el plan para garantizar un grado de explotación sostenible no han alcanzado los niveles « deseables». Europa pidió en abril que el plan estuviera listo en ocho meses y tendrá que esperar un poco más. En Motril una decena de barcos de arrastre estarán afectado por estos recortes. El nuevo plan regulará la pesca de especies como la gamba roja, la merluza, la cigala o el salmonete.
Las capturas de lenguado permitidas bajan un 20%
El acuerdo que alcanzado por el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea reduce las capturas de especies importantes para la flota andaluza. Los pescadores afrontarán el nuevo año con un plan que será más restrictivo que en 2019. Los ministros europeos acuerdan importantes bajadas en especies como la merluza o el lenguado.
La pesca de lenguado bajará un 20% respecto a 2019, mientras que la merluza, fundamental para las comunidades costeras españolas, decrecerá un 5,47%. La cigala es otra de las especies que pasan por las tijeras del consejo de ministros, que pide un descenso en su captura del 3,74% con respecto al año anterior. El rape bajará también un 3,43%. La negociación permitió amortiguar la propuesta inicial de la UE que inicialmente se planteaban unos Topes Admisibles de Capturas (TACs) que implicaban una reducción del 20% en merluza, del 35% en cigala, del 50% en jurel, del 40% en lenguado y del 3,5% en rape. Andalucía aumenta las posibilidades de pesca para especies como caballa, bacaladilla, jurel y gallo.
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