«El mar me conecta con mi familia y conmigo»
Kiki Morente, heredero del flamenco, habla de sus veranos en Almuñécar, donde encuentra descanso, inspiración y recuerdos imborrables
resenta una nueva generación del flamenco que honra sus raíces mientras explora nuevas sonoridades. Con un estilo personal y una voz que respira tradición y ... frescura, Kiki ha sabido ganarse un lugar propio dentro del universo flamenco contemporáneo. Pero más allá de los escenarios, hay un lugar que le conecta con su esencia: la costa de Almuñécar.
Desde niño, veranea en este rincón del litoral granadino, donde el mar, los aguacates y los recuerdos familiares le acompañan cada verano. Aquí no solo encuentra descanso, sino también inspiración. Entre playas, cañas de pescar y reuniones familiares, Kiki recarga energías y deja que la brisa marina le susurre nuevas canciones.
–¿Cómo empieza su relación con Almuñécar y esta costa granadina?
–Desde antes de nacer. Mi padre ya venía con mi hermana y mi abuela. Siempre hemos pasado los veranos aquí. Esta es la costa de los granaínos, y para mí es como mi segunda casa.
–¿Qué es lo primero que hace cuando llega desde Granada a la Costa?
–Me tiro al mar. Me encanta el agua de aquí. Y después me como unos aguacates de la tierra. Paso tiempo con mi madre, con mi familia, y me encanta encontrarme con amigos de toda la vida.
–¿Tiene algún rincón especial o secreto por aquí?
–Me gusta mucho la zona de Cotobro, es muy tranquila. Pero yo soy más de San Cristóbal, del centro, del meollo, del ambiente del pueblo. Me gusta estar en el corazón de Almuñécar.
–¿A qué sabe el verano en esta tierra?
–A aguacate, pescado bueno y fruta fresca. El aguacate es mi alimento favorito aquí. Me lo como con un poco de sal y aceite, en ensalada… para desayunar, comer y cenar.
–¿Hay alguna canción suya que sienta que huele a mar?
– Sí, 'Navegaré'. Habla de una historia de amor y de un barquito de vela. La terminé de componer aquí, en el edificio Mariote, al lado del Chinasol.
–¿Le inspira el paisaje de Almuñécar para componer?
– Claro. Siempre tiramos de la evidencia, de los recuerdos. Y aquí me siento cerca de mi padre y de mi familia. Todo eso me inspira y me conecta conmigo mismo.
–¿Qué no puede faltar en su maleta cuando viene aquí?
– La guitarra y las cañas de pescar. Me gusta pescar, pero no cae nada. Algún pulpo, algún pescadillo… pero para mí es más el momento. Me relaja. Me bajo de noche, a la madrugada, echo un ratito… y ya está. Es terapéutico.
–¿Cómo es un día perfecto de verano?
– Cuando viene toda mi familia. Mis tíos, primos, mi hermana… Bajamos a la playa todos juntos, montamos sombrillas, carpas, sardinas… Es una celebración. Un día de agradecer.
–¿Cómo recuerda sus veranos de infancia aquí?
– Venía con mi abuela Encarna, con mi primo José. Íbamos al tren turístico, al parque Vikingo… Cosas que a cualquier niño le encantan. Nos criamos aquí. Es una felicidad máxima.
–¿Qué tiene esta tierra que engancha tanto?
– Es una maravilla. El mar, el verde, el agua limpia, el pescado, la gente del pueblo… todo. Muy familiar, muy divertida. Aquí todo el mundo se siente bien. Yo animo a todos a que vengan a conocer Almuñécar.
–¿Es más de chiringuito o de playa con guitarra?
–Soy más de playita. Silla, bocadillo, libro, guitarra… y agua. Estoy todos los días metido en el agua como un pececillo.
–Tiene concierto el 3 de agosto en El Majuelo, ¿qué nos puede adelantar?
– Va a ser una noche muy especial. Un concierto con mi familia: mi hermana, mis tíos… Vamos a dejar el corazón en ese parque donde jugábamos de pequeños. Es una forma de agradecerle a Almuñécar todo lo que nos ha dado.
–¿Cuál es un recuerdo inolvidable que tengas de esta Costa?
– Mi padre bañándose en diciembre o en enero. Era muy vital. Ese recuerdo reúne todo lo que significa Almuñécar para mí: energía, amor y vida.
–¿Este verano vas a descansar o vas a seguir trabajando?
– Tenemos conciertos por Huelva, Cádiz y toda Andalucía. Pero también quiero descansar, disfrutar con la familia. Que para eso es el verano, ¿no?
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