La Junta de Andalucía investiga las escombreras con amianto de Motril

El Ayuntamiento solicitó el auxilio de la Junta de Andalucía y la delegación de Medioambiente ha escuchado las plegarias del equipo de Gobierno. El servicio de protección ambiental ha requerido que se investiguen los espacios en los que han aparecido los residuos. El pasado 26 de febrero, la Junta recibió la petición del Consistorio y los agentes de medioambiente vigilan también los terrenos para evitar que se produzcan nuevos vertidos.

La Junta de Andalucía tratará de esclarecer qué parcelas son de su competencia para proceder a su limpieza y señala que mantendrá el contacto con el órgano municipal.

De acuerdo con el Ayuntamiento, los materiales se encuentran en parcelas en propiedad de cuatro particulares, junto a un camino municipal y en un terrenos de monte público que dependen de la administración andaluza y «es de gran extensión».

El Consistorio manifiesta que la administración andaluza procederá a la limpieza de todas las escombreras y autorizará el cierre de caminos a vehículos rodados. Sin embargo, la delegación de Medioambiente no ha confirmado esta versión y dicen que el Ayuntamiento podrá restringir el acceso de las zonas que sean de su competencia.

La intención del área de Medioambiente de Motril es impedir el acceso a la zona mediante cadenas. Algunos caminos de La Bullarenga se asfaltaron para facilitar su acceso, pero de forma tradicional han sido camino rurales y de uso senderista, según explican los técnicos

El amianto envenena el pulmón verde de Motril. Los pinares son el sitio favorito para los «incívicos» que deciden arrojar basura en estos parajes antes que llevarlos al punto limpio, que se encuentra a escasos kilómetros, según explica la alcaldesa, Luisa García Chamorro. La edil anda preocupada por los efectos que pueda tener el amianto en el entorno y sus vecinos. El uso de este material se prohibió en España en 2001 porque el contacto prolongado provoca enfermedades como el cáncer de pulmón y otros tumores malignos.

Las cubiertas de uralita y las tuberías de fibrocemento han sido uno de los materiales más empleados en las edificaciones motrileñas en la segunda mitad del siglo XX, especialmente para la construcción de aperos de labranza. Sin embargo, son pocos los ciudadanos que siguen al pie de la letra las indicaciones para deshacerse de forma segura de este material y utilizan el monte público de escombrera.

Motril debe hacer frente con frecuencia a estos problemas, a pesar de las múltiples campañas municipales por preservar el municipio. En plena urbe, el barrio de San Antonio, detrás de los pisillos, los servicios municipales deben retirar con frecuencia escombros y basura. El Ayuntamiento hace un llamamiento a los vecinos para mantener «la salud» de la localidad.