El Gobierno sigue sin fecha para abrir el nuevo centro de inmigrantes de Motril
El delegado, Pedro Fernández, admite que debió estar listo «hace tiempo» y apunta que solo falta instalar servicios informáticos
El centro de atención temporal de inmigrantes (CATE) de Motril sigue sin fecha de apertura pese a que el grueso de la obra ya ha ... terminado. El Gobierno apunta ahora que lo único que falta para poder poner en funcionamiento el recinto es instalar el sistema informático.
«He solicitado se resuelva de la forma más inmediata posible. Surgieron imprevistos a la hora de ejecutar las obras y modificaciones al no cumplirse con ciertos criterios de la policía. Falta colocar los sistemas informáticos y confío en que pronto se abra», señaló el delegado del Gobierno, Pedro Fernández, en su visita al puerto de Motril.
«El CATE antiguo sigue funcionando y albergando a las personas que llegan en patera a Motril y sigue prestando atención digna. Las instalaciones informáticas es lo último que falta para que esté el nuevo. Reitero que las instalaciones actuales responden con suficiencia y no estamos en situación de desamparo», apostillaba.
Sin embargo, tras aventurar varias fechas, el delegado descartaba fijar un periodo de apertura.«Tenemos que apretar y no aventurarnos a decir fecha porque queremos que sea lo más inmediato posible tras las incidencias. Es verdad que el nuevo Cate debería haber estado terminado hace tiempo» , sentenciaba.
Tal y como adelantó IDEAL, después de cuatro años de retrasos, quejas, promesas, predicciones para su puesta en marcha y fechas incumplidas las obras se habían dado por concluidas a final de este verano, un paso más que no garantizaba que su apertura estuviera cerca. La maquinaria había dejado de trabajar en los muelles del puerto granadino, pero entonces, de acuerdo con la Subdelegación, faltaba acondicionar y amueblar las instalaciones para poder acoger a las personas en situación irregular rescatadas en aguas del Estrecho de Gibraltar o del mar de Alborán. De acuerdo con la Subdelegación del Gobierno, la construcción del centro finalizó en agosto después de las «últimas reformas y problemas de conexiones». El Ejecutivo tramitaba la autorización de gasto para poder licitar la limpieza y acondicionamiento de las instalaciones.
Cadena de retrasos
Las obras de remodelación del CATE no han estado exentas de polémica desde que se iniciaron en el verano de 2019. Bien por mala suerte, una serie de contratiempos o subterfugios, la reforma no terminaba de coger ritmo pese a que la primera fecha que se dio para su apertura fue el final de ese estío prepandémico.
La primera fase de la construcción del CATE quedó comprometida a la aprobación de unos nuevos Presupuestos Generales del Estado. Con la primera partida presupuestaria, que correspondía al ejercicio de 2019, se afrontó la construcción de los módulos. La aprobación de unas nuevas cuentas se produjo a finales de diciembre de 2020 y en abril de 2021, la Secretaria de Estado de Seguridad aprobó la segunda fase de la intervención y Hacienda dio el visto bueno para la intervención. En teoría, estaban pendientes algunas actuaciones para conectar los módulos a la red de saneamiento y abastecimiento, así como dotar las instalaciones de electricidad e instalar el mobiliario.
Otra de las piedras que ha tenido que sortear esta obra, que está lejos de ser faraónica, fue el cambio en el proyecto. Una de las empresas adjudicatarias tuvo que modificar algunas de las unidades de obra y el presupuesto a raíz de varias actuaciones y mejoras ejecutadas en el puerto de Motril. Durante el tiempo de parón entre la aprobación de cuentas y la cadena de infortunios que ha alargado la construcción del CATE, la dársena granadina ha seguido creciendo y durante la ejecución de la pasarela que discurre por encima de la lonja pesquera el puerto acometió una parte de la actuación necesaria para que el CATE pudiera conectarse a la red, sumando sin querer otra espera. Después, la falta de convenio entre la dársena y la Subdelegación entorpeció la continuidad de las actuaciones.
En mayo de 2022 el ministro Fernando Grande Marlaska manifestaba en la cámara alta, a preguntas del exsenador popular José Antonio Robles, que el Gobierno había firmado el convenio con la Autoridad Portuaria para la ocupación «inmediata» del centro en el momento en el que las obras del CATE lleguen a su fin. Sin embargo, no había convenio suscrito en vigor entre el ministerio del Interior y el puerto de Motril para la apertura y ocupación del Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE), por lo que no había un permiso en vigor y se debía renovar para poder finalizar las obras y poder abrir las instalaciones, tal y como adelantó IDEAL. Dicho asunto se resolvió con otro acuerdo el 1 de junio, de 2022 pero la reanudación de la Operación Paso del Estrecho tras años de suspensión por la pandemia supuso un nuevo atraso para las acometidas.
Las instalaciones que se utilizan actualmente son insuficientes, carecen de las plazas necesarias y el Defensor del Pueblo ha instado a su cierre en varias ocasiones.
El futuro CATE tiene capacidad para 168 personas, pese a que en las primeras estimaciones del Gobierno se comprometieron 200 plazas. Según manifestó el Ministerio del Interior, la infraestructura contará con sistema de Circuito Cerrado de Televisión (CCTV) y de protección contra incendios, acorde a la normativa vigente. En total, la inversión para estas instalaciones alcanzará aproximadamente los 343.802 euros, cifra facilitada por la Subdelegación del Gobierno.
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