El Gobierno apuesta por el cuartel de Motril para las oleadas de inmigrantes
El Ayuntamiento motrileño pide a la Subdelegación que se establezca un protocolo para no tener que improvisar
El sábado a las siete de la tarde, voluntarios de Protección Civil de Motril colaboraron con la Policía Nacional en el traslado de 32 inmigrantes ... del puerto a la estación de autobuses motrileña. Ya eran libres y no había ningún recurso para ellos: CIES llenos y ninguna oenegé con capacidad para ayudarlos. Estaban con una mano delante y otra detrás. En tierra de nadie y sin dinero para viajar. El Gobierno se escudó en que no podía hacer nada y que todo estaba en manos del Ayuntamiento de Motril, que debía acogerlos en su pabellón de deportes. Todo era un caos. Nadie había indicado que las instalaciones deportivas eran la única opción de los inmigrantes en aquella lluviosa noche de sábado ni nadie llevaba el mando de aquel dispositivo porque no se había dado ninguna orden directa desde la Subdelegación del Gobierno granadina.
La teniente de alcalde de Seguridad, Mari Ángeles Escámez, salió de casa, por la noche, porque los voluntarios de Protección Civil le habían informado de que los inmigrantes no tenían donde ir. «Como se me mueve algo por dentro teníamos que actuar, pero así no se hacen las cosas y esto no se puede volver a repetir».
Los voluntarios de Protección Civil fueron buscando a los inmigrantes para trasladarlos al pabellón y desde el gobierno municipal de Motril se quejaron de que la Policía Nacional no estaba pendiente ni de este traslado ni de prestarles apoyo para custodiar el pabellón de deportes, una vez los inmigrantes estaban dentro sobre las once de la noche.
Una vez en el pabellón Cruz Roja trajo la cena y desde el área de Deportes buscaron botes de gel para que se duchase el que quisiese. La teniente de alcalde de Seguridad, Mari Ángeles Escámez, no se pronuncia sobre la idoneidad de volver a abrir el pabellón para acoger inmigrantes: «Eso tendrá que decidirlo la alcaldesa». Lo que sí sabe es la falta de organización por parte del Gobierno y como tuvieron que ir «improvisando» durante toda la noche del sábado.
Al día siguiente, domingo, los inmigrantes se marcharon del pabellón y la concejala de Seguridad llamó a Jesús Abandonado por si podían hacer bocadillos de atún. «No había pan y les dije a Protección Civil que se las apañasen para encontrarlo». Pero los inmigrantes ya no estaban en Motril. Se les buscó para darles la comida o por si necesitaban dormir en el pabellón una noche más, pero ya no estaban en la ciudad.
Desde la Subdelegación del Gobierno indicaron que están trabajando en un protocolo de actuación ante emergencias como la del sábado y que pasa por convertir el pabellón militar del EVA-9 en un centro para acoger inmigrantes en este tipo de ocasiones. Ellos insisten en que no será un CIE y en que se buscarán los fondos para rehabilitar las instalaciones militares y transformarlas en un centro de acogida.
Grupos grandes
Para otros dos grupos de inmigrantes de unos 20 y de 40, Cruz Roja sí ha tenido opciones y a algunos los ha metido en un hotel unos días y otros viajarán a un centro en Barcelona. Desde la Subdelegación del Gobierno aseguran que se están agilizando los trámites para contar con estas instalaciones de acogida temporal para albergar inmigrantes y que el pabellón militar de la Rambla de Los Álamos sería un espacio adecuado para transformarlo y que fuese este centro.
Ahora Subdelegación del Gobierno y Ayuntamiento de Motril tendrán que ponerse de acuerdo en cómo actuar ante un grupo de inmigrantes sin sitio a donde ir y cómo organizar ese dispositivo.
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