Europa deja fuera de la nueva red de transporte el tren Granada-Motril

En 2022 se abrió un plazo de alegaciones para modificar la red y un frente común entre instituciones y partidos, además del empuje de la Autoridad Portuaria que presentó su proyecto ferroviario, logró que Bruselas contemplara la infraestructura que demanda la Costa desde hace un siglo. Sin embargo, el tren Granada-Motril no ha superado los trílogos de la Unión Europea, a pesar de que la presidencia recae ahora en España y el Gobierno se comprometió a apoyar esta infraestructura.

Los trílogos son grupos informales que se forman para cada una de las propuestas legislativas de las comisiones. En ellos participan tres miembros: uno de la Comisión, uno del Parlamento, y la Presidencia del Consejo y tienen en cuenta la postura del Gobierno sobre las iniciativas para que sigan avanzando. En los mapas y acuerdos hechos públicos por Europa no aparece la conexión Granada-Motril, que al no hacerse este enlace se queda fuera del Corredor Mediterráneo.

Europa ha aprobado un nuevo calendario de actuación que fija que la red básica, de la cual forma parte el Corredor Mediterráneo que pasa por Granada desde Antequera hasta Almería, debe estar acabada para el año 2030, mientras que la red básica ampliada tendrá que estarlo en 2040 y la red global en 2050. Los 27 países dan prioridad a la finalización de las obras en los corredores ferroviarios ya planificados, incluyendo la llegada de estos a Ucrania y Moldavia, que estaban anteriorimente excluidos del plan de viajeros y mercancías.

El acuerdo político que se ha alcanzado debe ahora adoptarse formalmente. Una vez que el Parlamento Europeo y el Consejo completen este proceso, las nuevas normas se publicarán en el Diario Oficial de la Unión Europea y entrarán en vigor 20 días después. Se estima que entre marzo y abril se llevará a aprobación definitiva el documento en el pleno del Parlamento. Las líneas ferroviarias de pasajeros permitirán que los trenes viajen a 160 kilómetros por hora o más de aquí a 2040.

El tren a Motril fue una de las 2.000 enmiendas que se redactaron para ser tenidas en cuenta en este periodo de alegaciones encaminadas la modificación de la red transeuropea de transporte. En abril, la Comisión de Transportes del Parlamento Europeo daba luz verde, con 39 de los 45 votos a favor, a su inclusión en el mapa ferroviario europeo, lo que iba a permitir planificar por primera vez esta línea. Pero ahora Europa corta las alas al proyecto.

El puerto de Motril recibe la noticia con decepción. «No se ha defendido, a pesar del compromiso que había de tratar de asegurar su inclusión. Pedimos que este documento provisional se modifique y el Gobierno arbitre medidas oportunas para que se incluya en un documento final», demanda José García Fuentes, presidente de la Autoridad Portuaria.

La dársena granadina no tiene esperanzas de que el Ejecutivo recapacite y solicite la modificación del documento, sobre todo porque ya se han debatido las enmiendas y otras conexiones se han dejado fuera. «La decisión se entiende que está tomada. El mapa de España evidencia que el único puerto de interés general para el Estado sigue sin conexión ferroviaria», lamenta. García Fuentes asevera que la propuesta de la Autoridad Portuaria era «segura» y cumplía todos los requisitos. «No faltaba documentación, teníamos un proyecto y un estudio de viabilidad técnico y económico, además de un análisis del impacto ambiental», recuerda. «No se puede perder esta oportunidad histórica, no hay fecha para otra revisión. Es un compromiso incumplido», sentencia.

Por su parte, la Subdelegada del Gobierno, Inmaculada López Calahorro, «defiende el compromiso que se va a seguir teniendo con el tren». «Es cierto que lamentablemente no se ha aceptado la alegación del tren a Motril, al igual que no se han aceptado otras alegaciones en el marco de esta comisión. La comisaria de la Comisión es una eurodiputada del Partido Popular Europeo que seguramente conocerá mejor las razones. Que quede muy claro que, igual que defendimos en su momento esta alegación y el compromiso del tren a Motril, el Gobierno de España mantiene ese compromiso va a seguir defendiendolo», manifiesta a IDEAL.

En abril de 2021, la exministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, visitó Motril para mostrar su respaldo a la línea. Apreguntas de los medios, la exministra aseguró que en el caso de que la línea no sea incluida en la red transeuropea de transporte el Gobierno reiterará su respaldo y se planteará, tal y como se ha comprometido con el tren Santander-Bilbao, destinar recursos económicos propios para impulsarla. Unas palabras que la Costa espera que sí cumpla.

La Junta de Andalucía ha acogido «con sorpresa y estupefacción» que la conexión ferroviaria Granada-Motril no se incluya en el acuerdo provisional. «No nos explicamos las razones de una exclusión que mantiene al puerto de Motril como el único puerto de interés general del Estado sin conexión ferroviaria, pese a ser vital para la economía de la Costa Tropical y de toda la provincia de Granada», ha declarado la consejera de Fomento, Rocío Díaz.

«No entendemos cómo Europa deja fuera un proyecto sólido, con gran respaldo social y que generará también importantes beneficios medioambientales. Esta decisión es un jarro de agua fría para los granadinos», señala. «El Gobierno de España, que se comprometió a lograr la inclusión del proyecto y que ha ostentado este semestre la Presidencia española de la UE, debe dar explicaciones y justificar las razones por las que no se han tenido en cuenta las legítimas reivindicaciones de la Costa Tropical. Al ser sólo un acuerdo provisional, todavía están a tiempo de remar en la misma dirección y hacer saber a la Unión Europea la importancia capital que tiene esta conexión por tren», concluye la consejera andaluza.

Lo más cerca que el litoral ha estado de un tren fue hace un siglo. En 1924 la Compañía de Tranvías Eléctricos de Granada (TECSA) decidió poner en marcha el teleférico como paso previo a la instalación de una línea ferroviaria -que todavía se sigue esperando-. La infraestructura comunicaba el tranvía de Granada con el puerto de Motril. La línea de tranvías eléctricos partía de Armilla y en Dúrcal se pasaba a las vagonetas del cable aéreo que cubría el trayecto de 35 kilómetros de recorrido hasta el mar con el cable más largo que jamás había funcionado en España.

Donde el tren Granada-Motril sí es una realidad es sobre papel. En 2019, la empresa GIS4Tech, con la participación de profesorado de la universidad de Granada y expertos en movilidad y viabilidad de proyectos, analizó la conexión desde el punto de visto técnico y, a pesar de los condicionantes tan restrictivos que presenta el territorio, el trazado definido se ajustaría a los parámetros ferroviarios de una línea de doble vía de ancho internacional.

La línea propuesta tendría una longitud total de 72 kilómetros y la velocidad alcanzada sería al menos de 140 kilómetros por hora, que aseguraría la competitividad del ferrocarril frente al transporte de viajeros y mercancías por carretera. Hay conexiones similares o más caras que ya están construidas como la variante de Pajares o la unión entre Orense y Pontevedra. El estudio de la UGR plantea varias alternativas de trazado con un coste estimado que varía entre los 2.467 y los 2.647 millones de euros, 1.800 millones solo de ejecución material. El principal obstáculo que ha tenido siempre el proyecto ha sido el coste, pero el puerto quiere que Europa lo incluya en el trazado para que por lo menos exista la opción de poder ejecutarlo.

El enlace Granada-Motril permitiría ampliar la zona de influencia del puerto, que ahora no desarrolla todo su potencial. Motril constituye una puerta de entrada a Europa de las conexiones marítimas establecidas con el Norte de África y en particular con Marruecos, tanto en viajeros como en mercancías.