«Lo hago por mi pueblo, porque me lo ha dado todo»
Los agricultores, que no paran de producir, le plantan cara al coronavirus con sus tractores y un poco de lejía para fumigar toda la provincia
Huétor Tájar, Baza, Motril, Castell de Ferro, Ventas de Huelma... los agricultores de toda la provincia sacan sus tractores a la calle, pero esta vez ... no lo hacen para reivindicar unos precios justos para el campo. Quieren devolver a la sociedad y sus pueblos el apoyo que recibieron en las protestas masivas, además de poner su granito de arena en la erradicación del coronavirus.
Periodismo y compromiso
Organizados en agrupaciones agrarias o por su cuenta. Los agricultores doblan el lomo y fumigan las calles de los pueblos más recónditos de la provincia. En Gualchos- Castell de Ferro el Ayuntamiento ha logrado reunir a una batida de 7 labriegos jóvenes que desinfectan desde la semana pasada cada rincón del pequeño municipio de 3.000 habitantes. El Consistorio ha puesto el producto desinfectante y la lejía, mientras que los voluntarios con el sudor de su frente friegan con esmero las instalaciones para «dar tranquilidad de sus vecinos con la esperanza de que el virus no llegue a más», según apunta la alcaldesa Antonia Antequera,
El mismo cariño y entusiasmo le ha puesto Enrique Aguado, agricultor y vecino de Ventas de Huelma, en asegurar su pueblo. En dos horas desinfectó la localidad y una pedanía, Ácula, con su tractor y con la ayuda inestimable de Pepe, que se ofreció a ayudar en cuanto supo que tenía entre manos este hombre de 62 años. A Enrique le golpeó un relámpago interior el día en el que vio las imágenes de los soldados de la UME desinfectando Granada. «Pero, hombre, con esos chorritos. Si eso se puede hacer con un atomizador en 'un volar'», dijo. El agricultor lleva media vida alquilando maquinaria y fue llamar al alcalde para contarle sus planes: fumigar el pueblo con sus máquinas. Al primer edil le pareció perfecto y hasta aprobó un bando municipal en el que avisó a sus vecinos de que dos tractores desinfectarían la zona el viernes por la mañana.
Crisis del Coronavirus
Todo el mundo debía evitar la calle, más si cabe, o tener abiertas puertas o ventanas. Alrededor de las 8.30 horas comenzó la desinfección. Un tractor en Ventas de Huelma y el otro en Ácula, donde estaba Enrique, que fue con su vaporizador desinfectando calles, cortijos, naves industriales o mobiliario urbano con una solución de hipoclorito sódico, es decir, con el compuesto que diluido en agua se convierte en lejía. A las 10.30 horas había dejado todo como una patena. Con el tractor ya aparcado, le reconoció a IDEAL que repetirá en cuanto el alcalde se lo pida otra vez. Su motivación no es otra que ayudar a un pueblo que le «ha dado todo» lo que tiene, expresó orgulloso.
Los agricultores de las Cooperativas Agroalimentarias de Granada, las Organizaciones Agrarias ASAJA, COAG y UPA, ECOHAL e Infaoliva, también han comenzado a desinfectar la provincia.
Los agricultores desinfectan las residencias de Motril
Motril deja como una patena el municipio gracias a los 47 trabajadores y los agricultores voluntarios. Los operarios peinan cada milímetro de la ciudad y desinfectan la jefatura de Policía y las tres residencias de ancianos. El Ayuntamiento ha reforzado el servicio de limpieza y tres empresas, que mantienen de forma ordinaria Playa Granada o los jardines de Motril, se dedican en exclusiva a las tareas de desinfección. Los servicios cuentan con varios camiones, uno de ellos con una capacidad de 12.000 litros de capacidad. Los operarios también se encargarán de mantener el pabellón deportivo que se ha adaptado para que duerman las personas que no tienen hogar.
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