Los dueños de Oleaje ofrecen al Ayuntamiento de Motril saldar su deuda 'in extremis' a cambio de no perder la concesión del chiringuito
El pleno aprobará hoy jueves la revocación de la concesión pública a la adjudicataria, que debe 150.000 euros, pero la empresa advierte que peleará para no ceder un local que valora en más de un millón de euros
El culebrón del Oleaje de Playa Granada, el chiringuito construido en 1.300 metros públicos de suelo público que el Ayuntamiento de Motril adjudicó a ... una empresa privada en 2011, llega hoy a un capítulo crucial. El pleno aprobará –se espera que por unanimidad de todos los grupos políticos– revocar la concesión pública a la empresa Marisquería Chill Out Swing S.L., por incumplimiento de los términos de la concesión que le obligaban a abonar un canon mensual de 1.300 euros. En ocho años, la empresa ha acumulado una deuda de 150.000 euros con el Ayuntamiento de Motril.
El gobierno municipal de Motril de PSOE y PA pretende iniciar hoy así en firme el expediente de revocación de la concesión pública del suelo, después de dos intentos anteriores, en el año 2015 y en 2016, que llegaron a aprobarse en pleno a propuesta de Izquierda Unida pero nunca se llevaron a cabo.
Los planes que ha hecho públicos el gobierno municipal pasan esta vez por ir adelante con el expediente y tratar de recuperar no solo el suelo público en el que se construyó sino que incluso el edificio pudiera llegar a ser propiedad municipal.
«Ese dinero es de los motrileños y ha llegado un punto en el que tenemos que recuperarlo», advertía hace unos días el teniente de alcalde de UIrbanismo Antonio Escámez, que anunciaba a la vez su intención de volver a sacar a concurso el chiringuito para que otra empresa pudiera explotarlo este verano.
Pero primero tendrá que conseguirlo. Y es que la empresa adjudicataria no se va a quedar de brazos cruzados, sino que presentará batalla, primero por los cauces administrativos correspondientes, mediante alegaciones y después, si fuera necesario en los tribunales de justicia. No está dispuesta a perder, por una deuda de 150.000 euros la propiedad de un chiringuito, en primera línea de playa, que valora en 1.200.000 euros.
«Lo vamos a pelear», asegura a IDEAL Hipólito Illescas, socio de Marisquería Chill Out Swing S. L., la adjudicataria del chiringuito, que se ha venido explotanto tanto como restaurante como local de copas.
«Lo que queremos es saldar la deuda con el Ayuntamiento», advierte Illescas que asegura tener una acuerdo firmado con un inversor interesado en reflotar el chiringuito. Lo que han planteado por tanto al gobierno municipal es salvar la concesión, in extremis, a cambio de saldar de golpe la deuda acumulada con el Ayuntamiento. Se evitaría así, según este socio de la empresa adjudicataria, que el chiringuito Oleaje se vea envuelto en una batalla administrativa y judicial que lo mantendría cerrado para perjuicio del destino turístico.
Illescas achaca el fracaso empresarial de Oleaje a los cambios societarios, las peleas por el control de la sociedad de la que él se vio apartado durante un tiempo y a la mala gestión de los administradores. Ahora está intentando revertir la situación, según asegura. «Tengo dos propuestas de inversores, gente con mucho dinero, para darle un giro por completo a Oleaje», insiste. El empresario reclama así una última oportunidad y opina que, si el gobierno municipal ha dado el paso ahora para revocar la concesión pública es porque tiene «su propio candidato» para adjudicarle el chiringuito.
Demasiadas oportunidades, sin embargo, se le han dado ya a esta empresa, en opinión de Izquierda Unida, el grupo municipal que más beligerante ha sido en el asunto del Oleaje y que se opuso incluso a la construcción del chiringuito en suelo público.
«Desde octubre de 2014, cuando se cumplieron los primeros seis meses consecutivos sin pagar el canon, ya se le podía haber revocado la concesión. Entonces acumulaban una deuda de 15.600 euros con el Ayuntamiento de Motril. ¿Por qué se ha dejado que se llegue a 150.000 euros?», pregunta la portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida, Inmaculada Omiste.
«Rocambolesca»
Según la documentación municipal que ha recabado Izquierda Unida, en el año 2017 la actual alcaldesa emitió una providencia, avalada con informes del secretario e interventor, para revocar la concesión al chiringuito. «¿Por qué permitieron que abriera este pasado verano? ¿Por qué les han dejado hacer lo que les ha dado la gana? ¿A qué empresa de Motril se le permitiría tener una deuda de 150.000 euros con el Ayuntamiento?», arremete la portavoz de IU, que asegura que lo de Oleaje es «una historia rocambolesca» con «un cúmulo de irregularidades». Estas «irregularidades» empiezan, según la edil de IU, por la propia modificación del Plan General de Urbanismo de Motril, a la que se opuso Izquierda Unida, que permitió la construcción del chiringuito.
Cuando apenas llevaba un mes abierto, en julio de 2013, Izquierda Unida comenzaba su particular 'batalla' contra el Oleaje, denunciando en el pleno municipal que el chiringuito había empezado a funcionar sin licencia. Omiste recuerda que IU también denunció que un decreto del gobierno anterior firmado «por un familiar directo de uno de los propietarios» permitió que el chiringuito funcionara también como pub de copas.
La formación llevaría, hasta en dos ocasiones más, en enero de 2015 y en marzo de 2016 al pleno municipal propuestas para que se iniciara el trámite de revocación de la licencia y que se constituyera una comisión de investigación. Ambas fueron aprobadas. En la segunda ocasión la comisión llegó a constituirse, pero «nunca hubo interés por que avanzara».
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