Dos décadas de dificultades marcadas por la crisis inmobiliaria, el abandono y la residencia irregular
27 familias 'okuparon' la urbanización sexitana Almuñécar Hills tras quedar paralizada por la burbuja inmobiliaria de 2008
Durante 20 años fue un esqueleto de ladrillo y silencio en la ladera de El Tesorillo, justo encima del túnel de Taramay. Una valla con ... carteles de obras tapa ahora el acceso una urbanización que lucha por recuperar el esplendor que nunca tuvo.
A principios de los 2000, como tantas otras promociones en la Costa Tropical, Almuñécar Hills nació con ambición. Chalets modernos, una ubicación envidiable y una idea clara: atraer a quienes buscaban el paraíso en la costa granadina. Pero el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 lo frenó todo. La promotora quebró, las obras se pararon y las viviendas, ya cerradas por fuera pero sin acabar por dentro, quedaron abandonadas a su suerte.
Durante años, la urbanización fue pasto de la maleza y el olvido… hasta que, poco a poco, empezaron a llegar personas que querían un techo.
Corría el año 2015 cuando comenzaron a instalarse familias en distintas situaciones: mujeres que escapaban de la violencia, solicitantes de asilo, personas sin hogar, menores... esas casas vacías se convirtieron en un lugar donde vivir aunque de forma irregular.
También llegaron algunos vecinos problemáticos, y la convivencia no siempre fue fácil. Aun así, la mayoría vivía con lo mínimo.
Uno de los momentos más difíciles llegó cuando la Guardia Civil descubrió un criadero de marihuana dentro del recinto: casi 300 plantas.
A partir de ahí, la vigilancia aumentó, y muchos de los 'okupas' que nada tenían que ver con eso empezaron a temer por las viviendas del residencial.
Según pudo conocer este periódico, algunos de los más conflictivos se marcharon, pero no sin antes dejar varias viviendas completamente destrozadas.
Nuevo propietario
Un nuevo propietario se interesó por la construcción y fue entonces cuando un fondo de inversión comenzó el proceso de recuperación del complejo.
Se desocupadras varias viviendas y se cerraron con puertas antiokupas, pero aún quedaban 27 familias que se aferraban a las casas.
En mayo de 2024, estaba previsto el desalojo por parte de la Guardia Civil de estas casas. Sin embargo, gracias a la intervención de la plataforma Stop Desahucios, suspendieron el desalojo.
Algunas familias alegaron su situación de vulnerabilidad y pidieron un alquiler social.
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