El diseño de una artista de La Herradura llega hasta Bad Bunny en Puerto Rico
El cantante firmó este fin de semana una chaqueta personalizada hecha a mano por Elena Ramírez Padilla que llevó un fan andaluz invitado a uno de sus conciertos
A veces los sueños se hacen realidad, incluso aquellos que no llegas ni a imaginar, simplemente como consecuencia de una cadena de buenas acciones desinteresadas. ... Este ha sido el caso de Elena Ramírez Padilla, una artista emergente de La Herradura de 39 años, que ha visto cómo uno de sus diseños más recientes ha llegado hasta Bad Bunny en uno de sus conciertos en Puerto Rico. «Estoy en una nube», manifiesta a IDEAL.
Todo comenzó con la historia de Jesús Rivas, un chico de Huelva que se declaró en redes sociales fan absoluto del cantante. El joven tenía previsto ir a uno de sus conciertos en Puerto Rico, pero tuvieron que operar a su madre de urgencia y decidió quedarse con ella y regalar su entrada. Este gesto conmovió a Elena, quien quiso regalarle una chaqueta vaquera pintada a mano con el rostro de Bad Bunny y un paisaje ambientado en su último álbum.
«La chaqueta de Bad Bunny la hice porque me apetecía, no es que nadie me la pidiera, la tenía a la venta; pero vi la historia de este chico por TikTok y vi el cariño que le tenía a su madre, cómo la trataba, su humildad... y quise regalársela», explica Elena, quien hace algo más de un año abrió una cuenta en Instagram (@ile_nart) para enseñar sus diseños y darle más visibilidad a la empresa que estaba creando.
La herradureña se puso en contacto con Jesús a principios de agosto y tan solo unos días más tarde la historia dio un giro de 180 grados. El productor puertorriqueño Tainy vio el vídeo de este chico en redes sociales y decidió invitarlo a él y a su madre a otro de los conciertos de Bad Bunny en Puerto Rico. El andaluz no dudó en llevarse la chaqueta para incluirla en el 'outfit' que se pondría para el espectáculo.
Desde ese momento, Elena empezó a pensar que quizás el propio Bad Bunny podría ver su creación, algo que además daría más visibilidad a sus diseños. Y aquello tan ansiado finalmente sucedió. Jesús pudo conocer personalmente a su ídolo este fin de semana y el cantante le firmó la chaqueta. «Que una persona tan conocida mundialmente la haya tocado o simplemente la haya visto, es increíble, estoy en una nube», explica emocionada.
Recuerda que cuando la hizo, le puso «muchas pegas». «Sentía que le faltaba algo, pero al final la subí y mira hasta dónde ha llegado. Sin pensar nada de todo esto que ha pasado», relata. Además, la diseñadora insiste en que no le pidió a Jesús ni que la llevara al concierto ni que la enseñara: «Salió de él. Valoró mucho mi chaqueta y la ha mostrado en diferentes vídeos de Instagram y TikTok. No voy a tener vida para agradecérselo».
Una artista emergente
Elena comenzó a dedicar más tiempo a la que es su pasión hace algo más de un año, en torno a febrero o marzo, cuando abrió su cuenta de Instagram; pero realmente todo empezó pintando las chaquetas de su hijo unos años antes. Ahí la gente más cercana vio sus diseños y muchos quisieron tener su prenda personalizada.
Con Instagram, su primer encargo fueron seis pares de zapatillas pintadas a mano para una boda. «A partir de ahí, no paré. En cuanto subía algo, alguien me hablaba y me salía algún encargo», señala. «Ahora mi idea es de la chaqueta de Bad Bunny hacer unas 20 réplicas, como una especie de venta exclusiva, pero ya registrada para que se sepa que es auténtica».
Zapatillas, chaquetas, bolsos de tela y gorras son las prendas con las que más trabaja, aunque también hace retratos. «Quiero empezar a pintar también cuero para poder pintar zapatillas tipo Nike y Adidas, que tienen un tejido diferente», apunta.
En cuanto al proceso, si es una chaqueta, por ejemplo, la persona que quiere personalizarla puede enviarle alguna que tenga en casa, quiera comprar o incluso puede adquirirla la propia Elena si el cliente no tiene tiempo de hacerlo. «Cuando ya la tengo en casa, hago el diseño en papel, después pongo un calco y lo dibujo sobre la chaqueta. El siguiente paso es ponerle una capa blanca para que los colores se vean bien, sobre todo los fuertes. Necesita por lo menos 3 capas de pintura», detalla. Y en unos cinco días, la prenda está acabada.
Eso sí, tiene que secarse bien, plancharla con un papel tipo horno para fijar la pintura y ponerle un par de capas de barniz. «Uso una pintura y un barniz especiales para tela. Así, aunque se moje, no se cae nunca», indica.
Ahora sus pedidos han aumentado considerablemente. El hecho de que la historia de Jesús se haya hecho viral ha derivado en que muchas personas en todo el mundo hayan visto su trabajo. «Muchísima gente de Estados Unidos, de Puerto Rico, se han puesto en contacto conmigo para que les envíe una, pero con el tema de los aranceles no puedo hacerlo», subraya. Aun así, también tiene más clientes de diferentes puntos de España. «Se ha viralizado por todos lados, es increíble. Ha tenido una repercusión que yo no me esperaba».
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