Desaparece la dentadura valorada en 3.000 euros de una mujer cuando estaba ingresada en Motril
Su marido, que ha denunciado los hechos en el centro, indica que su esposa lleva cinco meses sin poder comer alimentos sólidos tras sufrir un ictus
Un vecino de Almuñécar ha denunciado la desaparición de la dentadura de su mujer, valorada en 3.000 euros, cuando se encontraba ingresada en el ... Hospital Santa Ana de Motril tras sufrir un ictus. Jorge Hernández, su marido, ha presentado una reclamación en el centro por lo ocurrido, que ha condicionado la vida de Christl Maria Wolter, de 84 años de edad, al no poder comer alimentos sólidos.
La mujer ingresó en el hospital el pasado 23 de enero en Medicina Interna. A los pocos días, un profesional sanitario se la quitó de la boca sin avisar, según informa Jorge. «No sabemos por qué lo hizo. Era difícil hacerlo, porque estaba implantada con tornillos», explica. La dentadura permaneció unos días en una cajita sobre la mesita de noche, hasta que una mañana se percataron de que no estaba. La buscaron por todos lados, sin éxito. «No sabemos si alguien se la llevó o la tiró», añade. El 8 de febrero le dieron el alta y Christl se fue sin ella.
El hombre denunció los hechos ante el hospital, pero critica que no le hayan dado una solución. «Nos costó 3.000 euros y tenía plata, les he preguntado si puedo encargar una provisional y que el centro la pague, pero no he recibido respuesta. Mientras, mi mujer lleva cinco meses a base de sopa, puré y yogures», critica Jorge.
Cuidados en casa
En medio de aquel ingreso, la paciente fue trasladada un día al Hospital Universitario Clínico San Cecilio para recibir una segunda opinión. La neurocirujana confirmó que no era recomendable operarla, entrañaba un gran riesgo y daría pocos beneficios. La recomendación fue que la atendiesen en casa, y así está siendo.
Una cuidadora acude por las mañanas, las tardes y las noches para mover a Christl y asearla. La familia ha alquilado una cama ortopédica para que esté más cómoda y les han facilitado una silla de ruedas para moverla por casa. Por su parte, Jorge le hace de comer y la mima todo lo que puede. A Christl le fallan las piernas, el habla y la memoria, pero él dice que lo lleva «bastante bien» y se siente fuerte para seguir ayudándola muchos años más. Eso sí, ha notado que su esposa ha perdido apetito y que tarda mucho más en comer. Si tuviera la dentadura, su alimentación podría ser más variada y no se olvidaría de masticar.
IDEAL se ha puesto en contacto con el Hospital de Motril, que asegura que a nivel interno se ha realizado una investigación y se ha tramitado el caso a Gerencia de riesgos de servicios centrales, como reclamación patrimonial, para que se le pague la dentadura.
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