El Defensor reclama el cierre del centro de inmigrantes de Motril tras una visita sorpresa
Denuncia que no hay camas para los hombres, que no ven la luz natural en 72 horas, que hace frío y que las condiciones son insalubres
Frío, hombres durmiendo en colchones en el suelo de celdas, luz artificial y madres con bebés en instalaciones insalubres. Así es la acogida que brinda ... España y así son las primeras horas -hasta un límite de 72- que pasan en suelo motrileño los inmigrantes que son trasladados al puerto después de ser rescatado del infierno de las pateras. Y esta vez no lo denuncia ninguna organización humanitaria, ni el sindicato Unificado de Policía -que tienen el centro de Motril en su punto de mira desde hace años- sino que lo constata el propio Defensor del Pueblo Español, el Alto Comisionado de las Cortes Generales que tiene como misión defender los derechos fundamentales y las libertades de los ciudadanos mediante la supervisión de la actividad de las administraciones públicas.
En plena oleada de pateras a la costa andaluza, el pasado 8 de noviembre, tres técnicos de la oficina del Defensor del Pueblo visitaban por sorpresa el centro de acogida temporal de inmigrantes del puerto de Motril. Según informan fuentes de la oficina del Defensor a IDEAL, fue una visita de seguimiento, en la que se inspeccionaron las instalaciones, los libros de registro, se entrevistó a los agentes encargados de la custodia de los detenidos y también a algunos de los inmigrantes, además de asistir a la llegada al puerto de un grupo de inmigrantes rescatados de una patera.
El informe realizado tras la visita acaba de hacerse público y tiene conclusiones contundentes: El Defensor pide que se cierren las dependencias del puerto de Motril «por su carácter insalubre e inadecuado» y se abran nuevas instalaciones.
En concreto cita ocho motivos específicos que justificarían el cierre. El primero es que las instalaciones son inadecuadas para que pernocten en ellas menores y madres con bebés. En este sentido recomienda que «en tanto se produzca la construcción o adaptación de las nuevas instalaciones, los menores y las madres permanezcan en otras dependencias más adecuadas dando preferencia a los trámites administrativos con estas personas».
La segunda cuestión es la falta de luz natural del centro, que obliga a permanecer a estas personas recluidas -hasta un máximo de 72 horas- con luz artificial. Por otro lado, el Defensor del Pueblo advierte que las instalaciones no cuentan con sistema de calefacción ante los rigores propios del invierno «pese a encontrarse al borde del mar».
Sin preparación específica
En cuanto a los agentes de Policía Nacional que custodian a los inmigrantes en el centro, el Defensor advierte que no cuentan «con preparación específica en materia de atención a personas migrantes (rudimento de idiomas, conocimientos de legislación de extranjería etc.)». Igualmente, indican que los agentes de custodia «permanecen en el interior de las instalaciones y en el pasillo de celdas portando sus armas reglamentarias con cargador».
Otro de los aspectos en el que incide el informe del Defensor del Pueblo es en las lecturas de derechos colectivas que constataron en el centro de Motril. «Esta práctica debe rechazarse y proporcionar una información individualizada y comprensible a cada persona. Con ocasión de la visita a la Comisaría de Policía Nacional de Algeciras (Cádiz) se apreció la misma práctica, por lo que en ese expediente se ha formulado una recomendación de alcance general», recoge el informe.
Y es que Motril no es un caso aislado. El Defensor del Pueblo ha comprobado las condiciones en las que se produce la asistencia y primera acogida de las personas que entran irregularmente al país, tras ser rescatadas de pateras en Algeciras, Málaga, Almería, Cartagena y Murcia, además de Motril y en todos los casos la conclusión es la misma: «Inadmisible».
De hecho, el Defensor del Pueblo en funciones, Francisco Marugán, ha denunciado la «precariedad» y las «carencias estructurales» en la acogida de migrantes que llegan de forma irregular a la frontera sur, tras analizar las conclusiones de la visita a los centros de toda la costa andaluza. «Hay que cambiar la lógica del sistema, que es ineficiente y barato y a lo mejor está así por ineficiente y barato, y en numerosas ocasiones es cruel con personas que sólo buscan una vida mejor», aseveraba Marugán esta semana ante la Comisión Mixta Congreso-Senado reunida en la Cámara Baja.
«Los llamados centros de primera estancia y detención son una especie de continuación de la comisaría donde los equipos del Defensor del Pueblo han presenciado cómo aparecían mujeres y hombres acompañados por sus hijos pequeños o por jóvenes y que carecían de los elementos más básicos. No había en Motril, por ejemplo, una cama para los hombres y en Almería ni una cama para ninguno», sentenció.
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