Una decena de ríos rebrotan en Granada con las últimas lluvias

Al menos una decena de ramblas, ríos y arroyos han hecho de nuevo su aparición. sábado fue el día con más lluvia en un mes de marzo en Granada desde 2018 y permiten por fin constatar un aumento significativo en el nivel de agua de sus embalses.

En todos los sitios las precipitaciones se han hecho de esperar, pero La Costa Tropical agonizaba de sed y tuvo la suerte de que la lluvia se hizo notar con ganas, a diferencia de la comarca Norte de la provincia, del Altiplano, donde su reparto no ha sido desigual. En algunos pueblos un manto blanco ha cubierto colinas y campos, en otros «ni un litro». Nunca llueve a gusto de todos.

En Almuñécar, río Verde, Seco y Jate volvieron a tener caudal. José Manuel Fernández Medina, presidente de la Junta Central de Usuarios, señala que hacía al menos una década que los ríos no llevaban tanto caudal. Durante las lluvias, el Ayuntamiento sexitano sacó sus tractores y aró sobre el acuífero para que filtrara más agua. La localidad registró 110 litros por metro cuadrado.

En todo el Valle de Río Verde, hay cerca de 3.500 hectáreas de subtropicales en peligro por la falta de agua. El 90% de los pozos son inútiles por la sequía o la salinización derivada de la intrusión marina. Es imposible extraer agua de los pozos, que han estado por el bajo nivel freático y las fincas se riegan cada 120 días.

Los regantes evaluarán en los próximos días la incidencia de la lluvia para ver si ha revertido esta situación. Además, en el último año el acuífero de Río Verde ha recibido un hectómetro de agua para su recarga y mejorar así los pozos. Los regantes tramitan con la Junta de Andalucía la recarga de aproximadamente otro hectómetro más.

Maximino Prados, presidente de la Comunidad General de Regantes del Bajo Guadalfeo, señala que en las ramblas más importantes de la costa, Molvízar,Castell de Ferro y Albuñol, corrieron grandes cantidades de agua. Las reservas del sistema Béznar-Rules seguirán aumentando con las escorrentías y el deshielo.

En algunos de estos ríos y ramblas que rebrotaron el agua ya no son visible en su superficie, pero un gran volumen de reservas es subterránea. El 80% de los municipios de la provincia se abastece de agua subterránea procedente de pozos o acuíferos.

En La Alpujarra, el río Chico de Órgiva ha pasado de albergar un hilo de agua a parecer de verdad un río. En Játar, el periodista Antonio Arenas informa que volvió a brotar el agua en el interior de la Cueva de Linarejo. Desde marzo de 2018 no se ha vuelto a ver este espectáculo efímero que se produce cuando caen lluvias abundantes. Tras el consabido 'reventón', del interior de la Cueva de Linarejo, situada a unos dos kilómetros de Játar, próxima al cortijo del mismo nombre está este nacimiento del río Añales donde se localiza la curiosa surgencia que luego va desapareciendo hasta quedar en el manantial que hay al pie de la ladera. Con anterioridad se han producido este fenómeno en diciembre de 2000, en abril de 2008 y en enero de 2010.

En el Norte de la provincia, el reparto ha sido desigual. La comunidad de regantes de La Calahorra explica a IDEAL que las lluvias han sido anecdóticas y el cereal sigue con sed. «Ni 10 litros han caído aquí», lamentan los agricultores, al igual que en Dólar, donde apuntan que en Charches o en la Sierra de la Sagra ha caído con gusto. En el puerto de La Ragua también ha caído un pelín de nieve que luego podran aprovechar las poblaciones con el deshielo. En Baza, José Utrera, periodista de esta casa, informa que la crecida de los ríos ha sido considerable, mientras que el embalse El Portillo ha llegado casi al límite de su capacidad y se derivará agua hasta el Negratín.