La Costa de Granada tramita tres puertos deportivos que sumarán dos mil amarres

La docena de proyectos que llegaron a plantearse en toda la Costa Tropical en los años de las vacas gordas se fueron hundiendo, uno por uno, arrastrados por la crisis económica de 2008 o el choque contra las normativas urbanísticas. Durante más de una década no hubo proyectos vivos en tramitación ni esperanza alguna para los que sueñan con una Costa Tropical que se parezca más a Málaga y tenga puertos deportivos en los que también se pueda ir de tiendas o a cenar como gran revulsivo turístico.

Sin embargo, este último año ha marcado un inesperado giro de timón y de repente, la Costa Tropical se ha lanzado a la carrera para acabar con su histórico déficit de amarres no con uno sino con tres proyectos de puertos deportivos, dos privados, las marinas de Almuñécar y Motril y otro promovido por la Autoridad Portuaria de Motril, que suman más de dos mil amarres.

El proyecto del propio Puerto de Motril es el que, a priori, lidera la carrera por hacer realidad en la Costa Tropical una revolución turística con una dársena, rodeada por oferta comercial y de ocio, a semejanza del muelle Uno de Málaga.

La nueva dársena deportiva, con 700 amarres, forma parte de un proyecto mucho más ambicioso llamado 'Motril, puerto abierto', que pasa por reorganizar muelles y usos en el recinto y por incorporar 412.000 metros de terrenos que ahora son portuarios a la ciudad, para transformar por completo toda la fachada marítima que limita con los barrios de Varadero y Santa Adela. La Autoridad Portuaria presentó hace apenas unas semanas el proyecto que comenzará a andar este año con las obras de construcción de un paseo litoral y pretende culminar en 2026 –una vez reordenados todos los espacios portuarios por fases– con la apertura del nuevo puerto deportivo y comercial, que se ubicará en la zona más cercana a la playa del Cable.

La gran baza de este proyecto es que al estar integrado en el plan director del puerto, aprobado tras once años de tramitación, tiene este largo camino ambiental y administrativo ya recorrido. La otra gran ventaja es su precio. La ambiciosa transformación portuaria tiene un presupuesto de 35 millones de euros de los que la iniciativa privada tiene que aportar quince para promover el puerto deportivo, mientras que la Autoridad Portuaria financia el resto de las obras con veinte millones de fondos propios.

La Autoridad Portuaria sacará a concurso este año el pliego de condiciones para buscar el mejor proyecto y se presume que 15 millones van a ser una inversión muy atractiva para la iniciativa privada, si se tiene en cuenta la rentabilidad que supondrá la explotación de un puerto deportivo y comercial. Esos 15 millones son la mitad de la inversión privada que requerirá, por ejemplo, de la marina de Almuñécar, mientras que la marina de Playa Granada está presupuestada en cuarenta millones.

Las obras de los tres puertos deportivos conllevan gran complejidad técnica, como todos los proyectos de este tipo, aunque en este caso es más fácil construir un puerto dentro de lo que ya es un puerto.

De lo que pueden presumir los tres futuros puertos deportivos es de contar con el apoyo explícito de la consejería de Fomento de la Junta de Andalucía a unos proyectos que entiende beneficiosos para la Costa y generadores de riqueza.

La propia consejera Marifrán Carazo asistió tanto presentaciones de marina de Almuñécar como al proyecto Motril puerto abierto y también los promotores de la marina de Playa Granada están caminando de la mano de la administración.

En cuanto a los Ayuntamientos, están entusiasmados. Tanto la alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro (PP) como la de Almuñécar, Trinidad Herrera (PP), van a tender una alfombra roja y a empujar para que salgan adelantes unos proyectos que marcarán «un antes y un después» no solo para sus municipios sino para la Costa de Granada. Ambas coinciden, además, en que los puertos planificados no sólo son «compatibles» sino que son «complementarios» y «necesarios». «La tramitación es compleja pero estamos trabajando codo con codo con la Junta y estamos muy satisfechos de cómo se están involucrando para que el proyecto entre muy maduro y evitar pasos atrás», esgrime el empresario Pedro Carmona, al frente de una de las sociedades que integran la promotora de la marina de Almuñécar.

En el grupo de empresarios granadinos que pone cara y garantía de solvencia a la promotora Sociedad Gestión Puerto de Almuñécar está también Luis Torres Morente, el consejero delegado de Aceites Maeva. En el mejor de los escenarios calculan que la tramitación podría estar lista en un año mientras que las obras de construcción del puerto deportivo –la parte que sí depende de ellos– están dispuestas a llevarlas a cabo en dos años.

El proyecto de la marina de Almuñécar, que ocupará 165.000 metros cuadrados de terrenos entre el Paseo de Las Góndolas y el parque Aquatropic, se ha ido modificando durante la tramitación y ha crecido hasta contar ahora con 719 puntos de atraque (572 en el agua y 144 más en una marina seca), además de una zona comercial de 5.400 metros.

Los promotores de Almuñécar tienen claro que no se trata de «competir» con los otros dos proyectos, sino todo lo contrario. «Debemos generar sinergias y poner a Granada en el mapa náutico», subraya Carmona.

Su visión la comparte al 100% el representante de la junta de compensación de los nuevos desarrollos de Playa Granada, que promueve la marina interior de Motril, Óscar González. «Ni que se adelante en el tiempo el otro proyecto del puerto de Motril ni que se realice la marina de Almuñécar nos perjudica, al revés. Hay una contracción muy fuerte de la demanda en Granada y se van a crear sinergias, nos debe ir bien a todos. En Granada faltan dos mil atraques», esgrime.

Su ambicioso proyecto contempla la creación de una marina interior con 758 atraques, dejando que el mar inunde cien mil metros cuadrados de suelo privado de la playa de Motril, desde la zona de los camping de la playa de Poniente hasta la conocida como Punta del Santo. En la zona están prevista una inversión millonaria con hoteles, nuevas viviendas o zonas comerciales.

El proyecto inicial, que se quedó paralizado en 2012, lo resucitó en 2017 la junta de compensación de Playa Granada, entonces con el presidente del grupo empresarial AM Antonio Mañas al frente y desde entonces está dando pasos. El pasado mes de abril presentaron a la Agencia de Puertos de Andalucía el estudio de viabilidad y ahora trabajan ya en el anteproyecto que definirá un modelo más actualizado del puerto.

De las tres iniciativas, la marina de Playa Granada es la que se enfrena a un camino más complejo, ya que incluye una modificación del Plan General de Ordenación Urbana de Motril, un trámite que por si solo conlleva entre dos y tres años.

«Seguimos trabajando sin hacer ruido, empujados e ilusionados por el apoyo de la administración y actualizando el proyecto con las premisas de calidad, sostenibilidad y viabilidad económica. La idea es provocar un terremoto turístico para Granada que empieza en la punta del Santo», concluye Óscar González.