La Costa denunciará ante Europa los retrasos de las obras de Rules

La plataforma se reunirá también «sin intermediarios» de Granada y Sevilla con el PSOE y el PP -entre otras formaciones políticas con las que se trata de cerrar un encuentro- en Madrid. La reunión con representantes de ambas formaciones se celebrará entre los días 13 y 14 de marzo con la intención de desenmarañar un lío que empezó hace 40 años y todavía no se ha resuelto. «No podemos esperar nada de los políticos granadinos y andaluces. No defienden nuestros intereses. El fin del encuentro es propiciar otro con la consejería de Agricultura y el ministerio para desbloquear de verdad la obra, resolver el asunto de la financiación y tratar de agilizar los otros tramos que no tienen proyectos constructivos», explicaba Javier Rubiño, miembro de la plataforma y presidente de Aecost.

La respuesta del litoral se produce después de una serie de acontecimientos que han venido a dinamitar la unión teórica sobre las canalizaciones de Rules. En estos primeros meses de 2023 debía firmarse el convenio de financiación para iniciar, de acuerdo con el secretario de estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, en el mes de mayo las obras de las canalizaciones. La Comunidad General de Regantes del Bajo Guadalfeo se negó a aportar la mitad del 20% que no cubrían los fondos europeos, el primer tramo costará 61 millones de euros aproximadamente. Los regantes de 46 comunidades, desde Albuñol hasta Almuñécar, pasando por Los Guájares, se negaron a pagar, no por falta de ganas de que la obra salga adelante, más bien por «falta de garantías». Ahora mismo solo hay dos de los desglosados en tramitación y la obra completa está formada por 11, van a pagar todos por un proyecto tras más de 20 años esperando las tuberías, 40 desde que se construyó el embalse de Béznar, sin saber a ciencia cierta que después todas las comunidades obtendrán el agua o se quedará a medio camino.

Con la negativa de los regantes, empezó el peloteo y la tensión entre partidos políticos y administraciones. Junta, Gobierno central, PP y PSOE… Las declaraciones, versiones, advertencias y promesas llegaban de uno y otro lado sin lograr un acuerdo real. El Gobierno se mantenía firme asegurando que el asunto debía resolverlo la Junta con los regantes, mientras que la administración andaluza aseguraba que ellos financiarán solo la mitad de ese 20% que queda por pagar. Por si las cosas no estuvieran ya tensas, el bloque y el frente común que se había dejado ver todos estos años con respecto a Rules se disolvía en una jornada, dejando dos posturas enfrentadas: la del PP y el PSOE en distintos escenarios, en Diputación y el Parlamento Andaluz, y en medio a los regantes. El PP rechazaba el 23 de febrero, tumbando una Proposición No de Ley en Sevilla, pero sin afectar a la aprobación de dos mociones en la Diputación provincial, apoyar algunas propuestas acerca de las tuberías granadinas que propone que la Junta pague en solitario.

Todo esto, es lo que ha llevado a los afectados a tocar otra vez las puertas de Génova y Ferraz. «No consideramos que haya voluntad política de solventar este entuerto que lleva ya tantos años. Las mociones eran un brindis al sol y ni siquiera conseguimos que eso saliera adelante. Se olvidan completamente de toda una comarca, de su futuro y del futuro de las generaciones», dice Rubiño apoyado por Fernando Moreno, presidente de los regantes. La plataforma buscará llevar esas dos mociones a nivel comarcal a través de la Mancomunidad de Municipios y los ayuntamientos del litoral para ver qué pasa y si los líderes del litoral dan «los mismos pasos en falso» que sus homólogos provinciales y andaluces.

En el encuentro con los medios, ha participado también Francisco Trujillo, presidente de la asociación de chiringuitos, que ha lamentado que, al igual que las canalizaciones, los espigones de la costa se encuentran igual de bloqueados pese los anuncios de licitación inminente para defensas como las de playa Granada y exige medidas. Este fin de semana los representantes de Albuñol y Polopos se manifestaron de forma espontánea para reclamar los espigones.