El campamento de los 'errores' está en Motril
Policías se quejan de que trabajar en las tiendas de campaña para los inmigrantes se hace «insostenible» y desde el Gobierno prometen cambiar estas estructuras por módulos pero aún no hay proyecto
Motril, que ha recibido 1.305 inmigrantes en 20 días de octubre, no tiene unas instalaciones dignas para acoger a este aluvión de personas, que ... a veces llegan en grupos de más de 200. Esta es la sensación que tienen algunos de los policías que trabajan con las pateras, agentes que dedican las doce horas de su jornada a custodiar a los inmigrantes cuando están retenidos, a entrevistarlos y a solicitar las pruebas de adn para comprobar que los que dicen ser padres de algún bebé, lo son en efecto.
Según denuncia el SUP, muchos de los agentes que trabajan con las pateras están 'quemados'. Por las horas extra que hay que realizar y por las condiciones de trabajo que, actualmente no son las más idóneas.
El CATE, el edificio del puerto, es un espacio que el propio Defensor del Pueblo ha solicitado cerrar. El Gobierno levantó un campamento de tiendas de campaña para dejar de usar este inmueble y hacerlo nuevo, pero la realidad es que ante la avalancha de inmigrantes, siguen conviviendo los dos.
«En el CATE viejo no hay ventilación y hay goteras que lo inundan cuando llueve. No está en condiciones», denuncia Susana Polo, secretaria de organización de este sindicato policial.
Para sustituir al CATE antiguo, militares levantaron 13 grandes tiendas de campaña, con capacidad para 260 personas, en un aparcamiento del puerto motrileño. Un espacio que tampoco reúne las condiciones mínimas, según critican los agentes, que señalan que es tan duro estar allí para ellos como para los inmigrantes. Tiendas de campaña inestables, zarandeadas por el viento, que se convierten en invernaderos con el calor y en neveras con el frío y que se inundan cada vez que caen cuatro gotas. Y así se queda. Cuenta Polo que el campamento ha estado días 'cerrado' mientras que iba el agua que había entrado.
«En campamento orange, como le llamamos (las tiendas son naranjas) se hace insostenible estar y trabajar. Los cables de los ordenadores permanecen mojados en el suelo y las tiendas han llegado a desinflarse y caerse», apunta Susana Polo que dice que los agentes han pedido medios para poder trabajar mejor. «Por no tener no tienen ni un fondo blanco para hacer las fotos que se necesitan a los inmigrantes», señala esta policía del SUP.
Este sindicato denuncia que el Gobierno está haciendo de Motril una de las principales puertas de entrada de inmigrantes «sin los medios adecuados para atenderlos». De hecho, a nadie se le olvida cuando un grupo de inmigrantes tuvo que dormir en el barco de Salvamento Marítimo por falta de espacio.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, anunció hace menos de diez días que, para aportar mejores condiciones a los inmigrantes, se hará un nuevo campamento en Motril, en el que se sustituirán las tiendas de campaña por módulos más estables y dijo que se hará en un «corto plazo».
Pero desde el SUP están preocupados porque preguntan cada día por este proyecto y saben que no es algo inminente.
«No hay fecha para construir el campamento de módulos. No encuentran el espacio adecuado, ya que dos solares que ha ofrecido el puerto no se adaptan a las necesidades», expresa Susana Polo que pide al Gobierno que levante un nuevo CATE cuanto antes para que tanto inmigrantes como policías puedan estar en un lugar mejor.
«Las tiendas son inservibles y en el CATE viejo hay goteras y la fosa séptica se desbordada. Necesitamos un espacio nuevo y cuanto antes», reivindican desde el SUP.
Según denuncia el SUP, muchos de los agentes que trabajan con las pateras están 'quemados'. Por las horas extra que hay que realizar y por las condiciones de trabajo que, actualmente no son las más idóneas.
El CATE, el edificio del puerto, es un espacio que el propio Defensor del Pueblo ha solicitado cerrar. El Gobierno levantó un campamento de tiendas de campaña para dejar de usar este inmueble y hacerlo nuevo, pero la realidad es que ante la avalancha de inmigrantes, siguen conviviendo los dos.
«En el CATE viejo no hay ventilación y hay goteras que lo inundan cuando llueve. No está en condiciones», denuncia Susana Polo, secretaria de organización de este sindicato policial.
Para sustituir al CATE antiguo, militares levantaron 13 grandes tiendas de campaña, con capacidad para 260 personas, en un aparcamiento del puerto motrileño. Un espacio que tampoco reúne las condiciones mínimas, según critican los agentes, que señalan que es tan duro estar allí para ellos como para los inmigrantes. Tiendas de campaña inestables, zarandeadas por el viento, que se convierten en invernaderos con el calor y en neveras con el frío y que se inundan cada vez que caen cuatro gotas. Y así se queda. Cuenta Polo que el campamento ha estado días 'cerrado' mientras que iba el agua que había entrado.
«En campamento orange, como le llamamos (las tiendas son naranjas) se hace insostenible estar y trabajar. Los cables de los ordenadores permanecen mojados en el suelo y las tiendas han llegado a desinflarse y caerse», apunta Susana Polo que dice que los agentes han pedido medios para poder trabajar mejor. «Por no tener no tienen ni un fondo blanco para hacer las fotos que se necesitan a los inmigrantes», señala esta policía del SUP.
Este sindicato denuncia que el Gobierno está haciendo de Motril una de las principales puertas de entrada de inmigrantes «sin los medios adecuados para atenderlos». De hecho, a nadie se le olvida cuando un grupo de inmigrantes tuvo que dormir en el barco de Salvamento Marítimo por falta de espacio.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, anunció hace menos de diez días que, para aportar mejores condiciones a los inmigrantes, se hará un nuevo campamento en Motril, en el que se sustituirán las tiendas de campaña por módulos más estables y dijo que se hará en un «corto plazo».
Pero desde el SUP están preocupados porque preguntan cada día por este proyecto y saben que no es algo inminente.
«No hay fecha para construir el campamento de módulos. No encuentran el espacio adecuado, ya que dos solares que ha ofrecido el puerto no se adaptan a las necesidades», expresa Susana Polo que pide al Gobierno que levante un nuevo CATE cuanto antes para que tanto inmigrantes como policías puedan estar en un lugar mejor.
«Las tiendas son inservibles y en el CATE viejo hay goteras y la fosa séptica se desbordada. Necesitamos un espacio nuevo y cuanto antes», reivindican desde el SUP.
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