La Caleta de Salobreña pondrá a la venta una urbanización 'okupa' después de 14 años de abandono

Todo empezó justo antes de que estallara la crisis del ladrillo. En el año 2008, la empresa de vivienda de la Diputación de Granada, Visogsa, promovió la urbanización de viviendas unifamiliares y plurifamiliares con garajes y trasteros. Esta promoción se desarrolla en un terreno municipal que fue adjudicado mediante concurso público por una inversión millonaria. Las unifamiliares tenían un promedio de 90 metros cuadrados y un precio medio de venta de 114.000 euros. Los pisos, por su parte, alcanzaban entre 80 y 90 metros y un precio medio de 125.000 euros.

Estaba previsto que las obras de construcción concluyeran durante el segundo semestre de 2009. Las casas jamás fueron entregadas a sus dueños a pesar de que se fijaron varias fechas de entrega. Dolmen Consulting Inmobiliario, en Sevilla, fue la encargada de poner en marcha la promoción, pero con la llegada de la crisis, la empresa cayó en quiebra y el residencial en el olvido. El abandono de la obra llevó, incluso, al desmantelamiento de la construcción. Ladrones y malhechores aprovecharon la ocasión para robar y desvalijar las casas.

Además, los vecinos finalistas de la subasta habían aportado diversas cantidades de dinero que rozaban los 14.000 euros en algunos casos para reservar estas casas, valoradas en unos 120.000 euros. Y se inició un rosario judicial en el que intermedió hasta el Defensor del Pueblo Andaluz. La desesperación de los compradores fue tal que incluso algunos se metieron a vivir sin que hubieran finalizado las obras. Poco después,una entidad bancaria se hizo con la promoción de las viviendas y comenzaron a arreglarse los desperfectos a la espera de los últimos retoques para su primera ocupación. Más de lo mismo, los vecinos jamás pudieron resolver la maraña y al final se les devolvió el dinero y las viviendas quedaron completamente abandonadas. Las viviendas se quedaron a un 80% de ejecución y tres alcaldes distintos han pasado desde entonces por el despacho de la plaza Juan Carlos I sin haberlo solventado.

Sin fecha

En 2015, tras quedar abandonadas, el Ayuntamiento adecentó el entorno para dar más seguridad a la zona. Poco después algunas personas se metieron allí a vivir de forma irregular durante años hasta que en 2022 las últimas familias se han marchado. Los habitantes que ocupaban las casas no solían causar problemas. En junio, antes de verano, se fue el último inquilino y resucitan nuevos planes para finalizar por fin la urbanización tras casi dos décadas de demoras. Un elevador, los trabajos en la fachada y el trajín en la oficina de venta dan pistas de que la urbanización se quita el polvo. El concejal de Urbanismo, Francisco Trujillo, manifiesta que una nueva empresa se encarga del mantenimiento y el acondicionamiento de la urbanización para su posterior venta, aunque todavía no hay fecha para su lanzamiento.

Lo que sí ha podido saber este periódico por fuentes municipales, es que, previsiblemente, las viviendas no estarán catalogadas como VPO, pero sí que tendrán un precio similar o inferior a este tipo de viviendas. Aún así, todavía queda definir los planes de la nueva empresa que se ha hecho cargo. Si todo sale según lo previsto, se acabará la maldición para La Caleta. En los próximos años, La Villa sumará en total 423 viviendas. La mayoría de ellas irán a parar al área de la playa urbana, en la Avenida Andalucía. Una de las promociones, con 120 viviendas, ya se ha puesto en servicio, otra se ha terminado ahora de construirse y una tercera promoción empezará a construirse después de diciembre, según informa Ignacio Trujillo, concejal de Urbanismo. En la Caleta se edificarán estos nuevos chalets y en el centro urbano, en varios solares, se levantarán otras 13 casas.