«Fue buena decisión cortar mis árboles. Tal y como están las cosas tendré que repetir»
Ángel Rodríguez cruzó frutales con más de 30 años de vida para salvarlos de la sequía
Hace año y medio Ángel Rodríguez decidió cortar por lo sano y cruzar más de 200 árboles de sus fincas por la sequía. Los frutales ... los había plantado su padre, que murió esperando las canalizaciones de Rules, 30 años atrás.
Fue duro pasar por la sierra tantos años de trabajo. El agricultor, de 52 años de edad, es presidente de la comunidad de regantes de San Andrés. Conoce de primera mano sus penas y las de todos los sexitanos.
«He dedicado mi vida a esto. Mi padre era agricultor, yo le ayudaba los fines de semana. Hice ingeniería técnica agrícola para especializarme. Mis árboles han vuelto a crecer sanos y fuertes. Han ahorrado este año agua, aunque no he tenido producción», cuenta. «Tenemos los pozos y el acuífero salinizados. Agua tenemos, pero no podemos explotarla. Nos parece ridículo tener todo un pantano lleno al que no se le saca ninguna rentabilidad mientras nuestras fincas se mueren», lamenta.
Hasta que se construya el desglosado número tres, los agricultores dependen principalmente del acuífero de Río Verde, que abarca desde su desembocadura en el mar hasta lo más alto del valle. Tiene una capacidad total de aproximadamente 16 hectómetros y por la falta de agua dulce se estaba produciendo la intrusión del agua salada.
El agricultor acudió a la reunión de la comisión de sequía en Málaga, en representación de la JCU. Allí tuvo la oportunidad de reclamar a las administraciones sensibilidad con la casuística especial de Almuñécar-LaHerradura. «Miran los pantanos, pero tendrían que mirar cómo están los pozos y nuestras fincas», señala. Asegura que la Junta fue sensible con el caso especial de la comarca granadina, pero más allá de entendimiento reclama medidas efectivas y agilidad en las obras prometidas. Además, demanda diálogo para resolver de una vez por todas la maraña y los problemas de financiación que afectan al tramo de tuberías sexitano. El Gobierno indicó que podrían adelantar a pulso todos los fondos. Ahora falta que las promesas se materialicen.
«Todos los ahorros de mi vida, los míos y los de mi mujer, están en este campo, en ocho hectáreas de tierra. Tiene que salir para adelante como sea. Por narices», insiste. «No tengo otra alternativa», sentencia.
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