Balearia opta a explotar la línea Motril-Melilla tras la exclusión de otra naviera del concurso
La empresa es la única que aspira a asumir la ruta de interés público, que funcionará en abril, porque Trasmediterránea no ha presentado la documentación necesaria
P. García-Trevijano
Jueves, 11 de febrero 2021, 00:23
Hace casi un año que los pasajeros no embarcan en la dársena granadina. La crisis sanitaria trastocó las rutas con Melilla y el Norte de ... África, itinerarios que tanto trabajo le costó a la Autoridad Portuaria erigir desde el año 2011, fecha en la que se puso en marcha la línea que conecta Motril con la ciudad autónoma. El varapalo económico que ha supuesto la covid –que ha dejado a navieras como FRS en ERTE y ha generado una pérdida de 3,5 millones para el puerto de Motril– hizo peligrar la vigencia de las conexiones. Sin embargo, tras un 2020 catastrófico, 2021 llegó con una buena noticia para Granada y Motril: el Gobierno iba a incluir el puerto de Motril dentro de las líneas de interés público para el Estado, una figura que tiene como objetivo garantizar la conectividad de la ciudad española del Norte de África con la península, un privilegio que solo disfrutaban Málaga y Almería.
Las distintas empresa que han prestado servicio desde el puerto motrileño lo hacían a pulmón sin ayudas estatales. Que el Gobierno tratara por igual esta conexión se había convertido en una de las reivindicaciones de empresarios, políticos y la propia Autoridad Portuaria.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) licitó el nuevo contrato de navegación de la ciudad de Melilla en enero, cuya duración inicial se extiende desde el 1 de abril de 2021 al 31 de marzo de 2022. El expediente de contratación contempla un presupuesto base de 11.476.000 euros, lo que representa aproximadamente 4 millones de euros para cada una de las tres líneas. Para asumir la línea Motril-Melilla, solo dos empresas han presentado a la oferta: Balearia y Trasmediterránea. Sin embargo, Trasmediterránea ha quedado excluida en el proceso de adjudicación del lote número dos del contrato estatal, que corresponde a las líneas de Almería y Motril.
La naviera no ha presentado la documentación administrativa que constituye la garantía provisional para que se le adjudique el contrato marítimo. Balearia, la otra compañía que se ha presentado al concurso, por ahora es la única con opciones para hacerse con la conexión entre Motril- Melilla y Almería- Melilla.
Se ha procedido a la apertura del segundo sobre del concurso, que contiene la memoria técnica presentada por la empresa para que los servicios técnicos de la subdirección de seguridad, contaminación e inspección marítima lo sometan a estudio y análisis. Si la evaluación es favorable, solo quedará abrir el sobre tres de la licitación para ver la oferta económica que ha presentado la naviera y podría explotar la conexión. La adjudicación estará resuelta en marzo, con la idea de que la línea pueda funcionar en abril.
No es la primera vez que la empresa con sede en Dénia fija sus ojos en la dársena granadina. En 2008 Baleària ya intentó iniciar la conexión entre Motril y Melilla. Pero no fue hasta tres años después cuando se hizo realidad. En julio de 2011 la naviera Armas ponía en funcionamiento la ruta por primera vez.
Nueva línea
El avance del contrato marítimo llena de esperanza al presidente de la Autoridad Portuaria, José García Fuentes. «Nos alegra que varias navieras hayan optado al contrato y esperamos que el concurso sea satisfactorio para poder reanudar cuanto antes el tráfico de pasajeros con Melilla, una ruta usada por muchos motrileños e indispensable para todos que por la actual situación sanitaria tuvo que interrumpir su servicio en marzo. Somos el puerto más cercano con la ciudad autónoma, el esfuerzo de la sociedad granadina y las negociaciones que hemos mantenido con la Dirección General de la Marina Mercante y Puertos del Estado dependientes para optar a las subvenciones han dado sus frutos», destaca. Además, la Autoridad Portuaria ultima las negociaciones para poner en marcha una nueva conexión, que se uniría a la que ya operaba FRS, con Tánger.
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