La asociación de playas de Melicena reclama una solución para su espigón «deteriorado»
Según cuentan los residentes, se pidió su reforma y ampliación, pero afirman que no se ha realizado ninguna actuación por presencia de Posidonia oceánica cercana
Los vecinos de Melicena en Sorvilán están «cansados» del deterioro progresivo deterioro del espigón que protege su playa. El concejal del Partido Popular de Sorvilán, ... Rafael García, alza la voz para exigir una actuación urgente: «Hace más de un año hubo un temporal muy fuerte de levante que dejó al espigón más dañado que nunca».
Según cuentan, se pidió su reforma y ampliación, pero afirman que no se ha realizado ninguna actuación por presencia de Posidonia oceánica cercana al espigón. Sin embargo, según señalan los residentes «la posidonia está mucho más adentro, no se vería afectada por la obra», aseguran.
Según García, tras una pequeña intervención el año pasado se ha quedado en «peor estado»: «Se utilizó piedra pequeña en lugar de material adecuado, y ahora todo está esparcido y hundido. Si entra otro temporal, la playa desaparece por completo».
Desde la asociación de vecinos de la playa de Melicena, su presidente Mariano Martínez destaca que la primera consecuencia es la falta de seguridad: «No hay banderas que adviertan del estado del mar, ni un espigón que frene la fuerza de las olas. Es un peligro para los vecinos y visitantes».
«Ni el Ayuntamiento nos recibe»
El malestar se agrava por la falta de diálogo con el Ayuntamiento. «Llevamos más de un año pidiendo una cita con la alcaldesa, incluso nos hemos presentado en persona, y no nos recibe», afirma una de las integrantes de la asociación.
Los vecinos ya han trasladado la situación al Defensor del Pueblo, a Costas, y a las autoridades medioambientales competentes. Su demanda es la reforma inmediata del espigón, ampliación de su estructura con materiales adecuados, y medidas para evitar que el mar siga destruyendo Melicena.
«Pedimos soluciones antes de que sea tarde. No queremos que Melicena se convierta en otro caso como Los Yesos, donde ya no queda playa», concluyen.
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