La agroindustria despega en Motril con la instalación de empresas millonarias

La tierra, para quien la trabaja y sus frutos también. Grandes grupos empresariales e inversores particulares fijan sus ojos en el suelo y en los polígonos industriales de la ciudad motrileña para abrir nuevas explotaciones agrarias e instalar alhóndigas. El oro en la Costa Tropical no es negro, es verde.

De acuerdo con el área de Urbanismo, Medio Ambiente y Agricultura, dirigida por el teniente de alcalde Antonio Escámez, «muchísimas» fincas de Motril dejan a un lado los cultivos tradicionales y se animan con los subtropicales, mientras que cooperativas almerienses aumentan su presencia en la zona. En los últimos meses grandes grupos nacionales dedicados al sector agroalimentario se han instalado en Motril con inversiones millonarias que superan los tres millones de euros.

Trops, Unica Group y una empresa alemana especializada en productos elaborados y hamburguesas veganas han sido los últimos en mudarse al paraíso industrial motrileño. El grupo Trops, la mayor comercializadora de aguacate y mango nacional con más de 3.000 agricultores, abrió a principios de verano su nave en las instalaciones del antiguo concesionario de vehículos de Renault, con una extensión de unos 2.500 metros cuadrados de superficie. La sociedad agraria de transformación adaptó las instalaciones para poder recepcionar la fruta de sus socios en los municipios del litoral granadino. La nave, situada en la carretera de la Celulosa, y donde previsiblemente se haga realidad la expansión de Trops hacia otras actividades que sobrepasen las actuales de recogida y transferencia, así como de servicios complementarios a los productores, ha supuesto una inversión de más de dos millones y medio de euros, además de la creación de quince puestos de trabajo. Con este hay cinco centros de recolección del grupo en la ciudad. La empresa da cobijo a los productos de 400 agricultores de la zona y con el aumento previsible de las explotaciones de subtropicales en la zona serán muchos más.

Otra empresa de la comarca se ha hecho con una nave en la pedanía del Puntalón para implantar un almacén de recogida que tiene cerca de 700 metros cuadrados de extensión y ha supuesto una desembolso de 300.000 euros. También en el Puntalón, una empresa extranjera ha instalado su sede para la creación de productos elaborados y otras actividades relacionadas con la agricultura. La compañía alemana se ha especializado en la fabricación de hamburguesas veganas con productos locales.

De acuerdo con el jefe de servicio de Urbanismo, Juan Fernando Pérez Estévez, el Puntalón es una zona de expansión de actividades agroindustriales aún por desarrollar. Con la reforma, ya en marcha, del Plan General de Ordenación Urbana, la parte sur del Puntalón se podrá destinar a la implantación de este tipo de industrias, por lo que un mayor número de empresas agroalimentarias se instalarán cuando se lleve a cabo la modificación.

El sector tendrá más posibilidades y la opción de explotar hasta el 40% de la superficie que adquieran. El área sur del Puntalón abarca hasta la zona de la Garnatilla. De acuerdo con el equipo técnico de Medioambiente, que se encarga de otorgar licencias a almacenes agrícolas y alhóndigas por encima de los 750 metros cuadrados y de extensión inferior, actualmente Motril cuenta con 40 corridas. «En los últimos dos años las peticiones de nuevas licencias han crecido considerablemente, aumentando en un 30% el número de ellas que se han concedido. En el último año se ha autorizado la licencia de unos 12 almacenes», explican.

El crecimiento de las alhóndigas se explica en gran parte por el desbloqueo de la ampliación del suelo cultivable. La Junta y el Ayuntamiento de Motril ultiman los trámites para liberar 1.200 hectáreas, de las que 800 se emplearán para el cultivo de subtropicales, en varías áreas de la ciudad, la mayoría junto a la planta de compostaje.

«Estamos a la espera de la calificación ambiental que falta para que la Junta de Andalucía pueda autorizar el traspaso de los terrenos. El Ayuntamiento obtendría todas estas hectáreas solo por un 70% de su valor catastral y el plazo para pagárselo a la administración andaluza será de 40 años. En cuanto se obtengan estos terrenos, se pondrán a disposición de los agricultores», cuenta el concejal de Agricultura,Antonio Escámez.

Con todas estas adaptaciones, de las 10.000 hectáreas que quedan libres –ya hay cerca de 1. 900 ocupadas– se puedan utilizar otro millar más para cultivos, muchas de ellas por encima de los 200 metros con el fin de mejorar el primer sector productivo de la ciudad y crear nuevos puestos de trabajo. La comunidad de regantes está de enhorabuena. El 95% de las zonas cultivables de Motril estaban prácticamente agotadas y en las zonas cercanas al mar era imposible que se planteara expandir más las explotaciones por falta de espacio. En la vega, por ejemplo, apenas hay hueco para más fincas especialmente para el cultivo del chirimoyo, que está en boga y alcanza a cerca de un 80% de las explotaciones. «Próximamente habrá una nueva reunión con la Consejería de Agricultura para finalizar el expediente y que Motril alcance así de una vez por todas su techo, o mejor dicho, el cielo agrario», sentencia Escámez.