«Le abrió el vientre en diagonal con la botella»
Los vecinos de Carchuna están «hartos» de las continuas peleas entre un grupo de marroquíes y piden más presencia policial en la zona
La calle Begonia de Carchuna, una pequeña y aparentemente tranquila vía fue el escenario este martes por la tarde de un nuevo episodio de violencia ... que vuelve a poner a flor de piel el miedo y la indignación entre sus vecinos.
La Policía Nacional detuvo a un hombre de unos 30 años y nacionalidad marroquí por un presunto delito de tentativa de homicidio, tras apuñalar a otro hombre durante una pelea en la que participaron entre diez y doce personas, muchas de ellas armadas con botellas rotas y objetos contundentes.
Los hechos ocurrieron en torno a las 19.45 horas, cuando una vecina de la zona alertó al 091 al presenciar la agresión. «Era por la tarde. Vi al hombre tirado en el suelo, sin camisa y ensangrentado. Me puse tan nerviosa que no pude ni pasar por allí», cuenta una de las vecinas del barrio visiblemente afectada.
La víctima, según los testigos, presentaba varias heridas por cortes producidos por una botella de cerveza rota, y fue trasladada de urgencia al Hospital Santa Ana de Motril.
«Uno de los que viven en esta calle, un marroquí sin papeles, lo cortó con la botella. Le abrió el vientre en diagonal. Según se apreciaba no profundizó mucho, pero sangraba una barbaridad», relata José Manuel, vecino de la zona desde hace décadas, que fue testigo de la intervención policial. Según él, el agresor fue localizado poco después gracias a la colaboración de varios vecinos y detenido en una calle próxima.
«Si llego cinco minutos más tarde, me revientan la cabeza con la botella», relata una vecina aún atemorizada por la situación. Según cuenta, esa tarde había salido a comprar al pueblo y se demoró más de lo previsto.
Lo que más preocupa a los vecinos no es que este tipo de hechos se haya vuelto «habitual» en esta zona debido a un grupo de marroquíes. «No es la primera vez ni será la última. Aquí ya hubo peleas en la feria, hubo una puñalada hace unas semanas también… esto pasa con frecuencia. Siempre son los mismos», afirma otro residente.
A pesar del miedo, hay una clara voluntad por parte de los vecinos de separar los hechos de una posible generalización: «Aquí hay de todo, peruanos, colombianos, ecuatorianos, bolivianos… y no hay problemas con ellos. La mayoría son gente buena, honrada y trabajadora. Los conflictos siempre vienen de las personas que llegan al pueblo sin intención de integrarse ni de trabajar», señalan.
Un reguero de altercados
José Manuel menciona que hace años, en la misma zona, hubo otro grave altercado: «Se prendieron fuego entre ellos en una chabola junto a una palmera. Acabaron dos quemados muy graves, que tuvieron que ser trasladados a un hospital en Sevilla en helicóptero».
Según relatan, los jóvenes implicados suelen vivir en habitaciones con cinco o seis personas, sin trabajo, sin papeles y, en muchos casos, bajo los efectos del alcohol. «Entre ellos se roban, se pelean, se hieren. Algunos incluso tienen antecedentes penales. Uno de ellos, dicen, ni siquiera puede regresar a Marruecos porque lo detendrían allí», comenta José Manuel.
Uno de los aspectos más mencionados por los residentes es la falta de seguridad. «Tengo a mi madre de 86 años viviendo sola. Cuando mi cuñado no está, ella se queda completamente desprotegida. ¿Y si entran a robar? ¿Y si pasa algo como esto otra vez? No podemos vivir con este miedo», lamenta una de las residentes.
Desde la Policía Nacional confirman a este periódico que el detenido ya ha pasado a disposición judicial. De momento, los vecinos esperan, aunque con poca fe, que este último episodio no quede en el olvido y que, por fin, se pongan medidas y se vele por la seguridad de todos.
Más presencia policial
El alcalde de la Entidad Local Autónoma (ELA) de Carchuna-Calahonda, Juan Alberto Ferrer, ha reconocido que los implicados en la pelea eran inmigrantes sin papeles que viven en la localidad.
Según relata Ferrer, la causa de la pelea podría ser un posible ajuste de cuentas entre los dos implicados.
Desde la ELA piden un incremento en la presencia tanto de la Policía Nacional como de la Policía Local de Motril, ante el aumento de episodios violentos de este tipo.
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