«Con 375 metros de varadero no caben nuestras barcas»
Los pescadores denuncian la pérdida de espacio en Almuñécar y el Ayuntamiento asegura que escuchará sus demandas
Los pescadores deportivos de Almuñécar están «muy preocupados». El Ayuntamiento quiere reducir a menos de la mitad el espacio que actualmente tienen en la playa ... para dejar sus barcas. En concreto, pasarían de tener dos varaderos (uno de 800 metros cuadrados y otro de 150) a contar con uno solo de 375 metros cuadrados.
La medida ha causado «malestar» entre los afectados, que aseguran que no caben todas las embarcaciones y que esta decisión pone en riesgo una tradición que forma parte de la historia del municipio. Jorge Homero, vocal de la Asociación de Pescadores Deportivos Costa Tropical, explica que «el varadero más grande está junto a las actividades náuticas de Dani, y el otro está más cerca de Peñaparda. Ambos son necesarios, porque algunos barcos salen hacia la zona de Cerro Gordo y otros hacia la Punta de la Mona. No podemos trabajar todos desde un solo sitio».
Según sus cálculos, actualmente hay unas 65 barcas, muchas de ellas compartidas entre varias familias. «Con 375 metros no caben nuestras barcas. Además, hay socios que ni siquiera han podido meter su barca por falta de espacio. Y si ahora lo reducen más, muchos se quedarán fuera», dice.
Aparte del recorte de espacio, los pescadores denuncian que el equipamiento de la zona no funciona. «Hay dos tornos para ayudar a subir las barcas, pero uno no funciona y el otro ni siquiera se ha usado nunca. Tenemos que sacar las barcas a mano, incluso la barca de Jávega, que pesa muchísimo y necesita al menos a 10 personas para moverla», explica el representante de la asociación.
También critican que se hayan instalado sombrillas privadas en la zona del varadero, lo que entorpece la salida de las barcas, especialmente en verano, cuando la playa está llena. «Nos dijeron que esas sombrillas no se iban a poner hasta que no se reubicara todo, pero aquí están».
Reuniones con los pescadores
Desde la Concejalía de Playas, por su parte, aseguran que han mantenido reuniones con la asociación y que si esta manifiesta oficialmente su desacuerdo con el traslado del varadero, se pedirá a la Junta que se mantenga en su ubicación actual. También afirman que algunas declaraciones hechas por la asociación en redes sociales no reflejan correctamente lo hablado en las reuniones.
Uno de los puntos que más polémica ha generado es que la eliminación del varadero más pequeño (el de 150 m²) coincide con la construcción de un hotel de lujo muy cerca de la zona. El proyecto cuenta con una inversión de más de 200 millones de euros. El Ayuntamiento dice que se trata de una reorganización de la playa según la normativa,
«Nos sentimos como ciudadanos de segunda. En otros pueblos andaluces, los varaderos se cuidan, son parte del paisaje y hasta del atractivo turístico. Aquí parece que molestamos», lamenta Homero.
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