Carchuna-Calahonda «renuncia» a sus banderas azules por no poder costearlas

«Antes de que vengan a quitárnoslas y quedar peor prefiero ser coherente, no izarlas y renunciar a ellas», indicó Abarca que ya había recibido un email de asociación de educación ambiental y del consumidor que gestionar del programa Bandera Azul en el que le pedían que no las colgase del mástil para ondearlas porque había exigencias que no se estaban cumpliendo desde que se produjo el anuncio de que se las concedían hasta el día de hoy.

El incumplimiento detectado, según explicó la presidenta de Carchuna-Calahonda es la ausencia de socorristas en las playas por no haber podido adjudicar el servicio «al alto precio que exigían las banderas azules». Concepción Abarca indicó que su presupuesto -debido a una ley que le obliga a equilibrar el gasto al ser ELA- no le permitía gastarse más dinero en eso, «pese a tenerlo». «Sumándole el IVA como mucho nos podíamos gastar 80.000 y el pliego exigía 130.000. Este año han subido las exigencias en socorrismo y no hemos podido costearlas debido a la normativa limita los gastos», apuntó.

Lo que sí quiso dejar claro la representante de los anejos es que «aún sin tener la bandera azul, las playas de Carchuna y Calahonda seguirán contado con un número adecuado de socorristas y seguirán siendo tan seguras como antes y con todos los servicios que teníamos».

Abarca expresó que la bandera azul le exige «tres socorristas por puesto mientras la Q de calidad requiere de dos», con los que consideran que también quedan las playas cubiertas.

«Seguiremos con nuestra Q de calidad y siendo unas playas cardioprotegidas», anunció Concepción Abarca que echa en falta la ayuda de las administraciones «para sacar adelante un distintivo como la bandera azul que hemos podido conseguir para nuestras playas desde 2007».

La presidenta de Carchuna y Calahonda asegura que cada año «son más exigentes» y que una entidad local autónoma como la suya no se lo puede costear. «No me puedo gastar 130.000 euros en socorristas, además de porque no me lo permite la ley, porque tengo para todo el año y los dos anejos 57.000 euros destinados al mantenimiento, así que en proporción no tiene lógica», aclaró con las cuentas en la mano.

Dos veces a concurso

Las playas carchuneras y caleñas fueron noticia al comenzar el mes de julio ya que la ELA sacó a concurso dos veces el servicio de socorrismo y quedó desierto por baja cuantía así que las playas se quedaron sin vigilantes. Ahora buscarán empresa para que realice esta misión «con menos coste pero no con menos seguridad en las playas», aseguró la representante de ambos anejos. «Ha sido simplemente un problema económico pero esto no va a afectar a la calidad de las playas que seguirán igual de limpias, seguras y con los mismo servicios», recalcó Abarca que puntualizó que, por ejemplo, una pasarela cuesta 5.000 euros o unos 4.000 cada carril náutico.

«Es mucho dinero y surgen gastos como aquella ocasión en que nos robaron unas duchas», expresó la presidenta de la Entidad Local Autónoma, que indicó que, además de valorar mucho la presencia de la Q de calidad, sigue reconociendo lo que las banderas azules significan para sus playas y que si, las administraciones le apoyan, seguirá tramitando.