Los puntos negros del litoral granadino

Según el propio informe, el fin de esta publicación persigue un doble objetivo: por un lado, ofrecer una información sobre el «estado ecológico» en el que se encuentran las playas andaluzas y, por otro, realizar un llamamiento a los ayuntamientos, administraciones y empresas «para que contribuyan al saneamiento de las playas y pongan fin a la degradación ambiental del litoral».

En el caso de la Playa del Peñón y La Guardia, lo que la organización medioambiental denunció en su informe fue un «destrozo de la vega y la playa», ocasionado por las obras de urbanización de la zona, donde se construirán hoteles próximamente, por lo que pronto dejará de ser «una de las pocas playas libres de hormigón que hay en la Costa», según los ecologistas, que criticaron la apuesta de Salobreña por construir unos hoteles que, además «trabajarán a medio gas durante el verano y cerrarán, o estarán bajo mínimos, durante el invierno».

Playa Granada en Motril también se lleva la bandera negra de los ecologistas, que consideran un «sin sentido» que esta playa presuma de bandera Azul porque «recibe vertidos, sufre ocupaciones ilegales del Dominio Público Marítimo Terrestre y necesita todos los años regenerarse», cuestión esta última con la que el Ayuntamiento de Motril lleva semanas lidiando para conseguir los pertinentes arreglos por parte de Costas y que, finalmente decidieron acometer por su cuenta esta semana.

El tercer distintivo negro se lo lleva la playa del Pozuelo, en Albuñol, que el informe cataloga como 'playa de la mugre'. Según recogen los ecologistas, este litoral «sigue lleno de residuos procedentes de los cultivos bajo plástico de toda la zona», aunque se hayan llevado a cabo «intentos de quemar y enterrar los residuos bajo la arena».

Impactos menores

Además de estas tres banderas negras, los ecologistas señalan cuatro puntos negros más en la Costa, que se corresponden con playas que, según su criterio, han sufrido impactos significativos, aunque en menor medida que las distinguidas con banderas negras. Así, Almuñécar cuenta con dos de estos distintivos, que el informe coloca en la playa de Cantarriján y en el Peñón del Lobo. En cuanto a la primera de ellas, la organización medioambiental reconoce que las autoridades han realizado un buen control sobre el acceso de vehículos a esta zona protegida, aunque señala que soporta «a diario los vertidos fecales de Nerja, que son llevados allí por las corrientes». En el caso de el Peñón del Lobo, lo que critican es el «destrozo» realizado en el monte por la construcción de un hotel de 7 estrellas sobre la playa del Muerto, complejo que nunca se construyó.

El siguiente municipio señalado con un punto negro es, de nuevo, Salobreña, concretamente la zona ubicada frente a la playa del Caletón, lugar donde según recoge la documentación publicada, «sigue vertiendo la Azucarera de la Caleta». De la misma forma, pone en el punto de mira las calas ubicadas entre Almuñécar y Salobreña, por sufrir «los vertidos de las fosas sépticas no homologadas de las urbanizaciones» .

Motril, además de la bandera negra de Playa Granada recibe un punto negro, colocado en esta ocasión en Playa Poniente. Los argumentos utilizados se centran, básicamente en el desagüe de los balates (acequias) que, «siguen recogiendo las aguas residuales de muchas edificaciones ilegales de la vega».

De forma paralela, Ecologistas en Acción quiso criticar la concesión de banderas azules por parte de la Federación, al considerar que «carecen de cualquier credibilidad, puesto que se basan en meros aspectos turísticos y no evalúan con rigor el estado medioambiental de las playas».

De la misma forma, pusieron en duda la acción de la Junta de Andalucía a la que criticaron por «opacidad y falta de transparencia», así como por «retrasos injustificados en aportar los datos de las analíticas de las aguas que vierten las depuradoras al mar». En cualquier caso, estos análisis tampoco se salvan de las críticas de la organización, que considera que los estudios realizados por la Consejería de Salud para evaluar la calidad de las aguas de baño de las playas andaluzas, a pesar de determinan parámetros microbiológicos, aceites minerales o presencia de espumas -entre otros-, no incorporan la detección de hidrocarburos y metales pesados, elementos que a su juicio tienen «una incidencia evidente en la salud de la población afectada».

Para finalizar, en el informe también se lanzó un llamamiento a la responsabilidad de la ciudadanía y a los visitantes para mantener la limpieza en el litoral. «Retirar las basuras a los contenedores más cercanos, respetar la vegetación y no utilizar vehículos son las recomendaciones de Ecologistas en Acción para mantener intacto el litoral.