El municipio alpujarreño de Albuñol celebra sus fiestas patronales en honor de San Patricio
Los habitantes de Albuñol tienen el mismo patrón que Irlanda porque, según la tradición, fue encontrada la imagen de San Patricio por unos pescadores en la playa de Melicena junto a lo que se llamaría posteriormente ‘Peñón de San Patricio’, después de un naufragio sufrido por un barco de fugitivos irlandeses que huían de la represión religiosa inglesa
rafael vílchez
Viernes, 18 de marzo 2016, 13:42
Albuñol, el municipio con mayor número de habitantes de los 32 municipios que conforman la Alpujarra granadina, ha celebrado sus fiestas patronales en honor a ... San Patricio, el día 17 de marzo, con actos lúdicos y religiosos amenizados por la Banda de Música Nuestra Señora del Carmen de Dúrcal, dirigida por Jorge Berrio; el coro rociero Aroma de Pueblo; el grupo de baile People Dance y el grupo musical Arco Iris. En esta fiesta se procesionan por la tarde las imágenes de San Patricio y San José. De los fuegos artificiales se han encargado dos empresas de Órgiva y Motril. También, Albuñol celebra cada año las fiestas de San José cada 19 de marzo.
En las fiestas de San Patricio ha habido también entrega de premios y degustación de migas con habas. Los dulceros y confiteros de Ugíjar, Válor y Albuñol, un año más, ha estados presentes en estas afamadas fiestas para vender sus ricos productos artesanales. El entrañable párroco de Albuñol, Rafael España, tan vinculado a la Alpujarra y el Valle de Lecrín, ha celebrado la liturgia. La alcaldesa de Albuñol, María José Sánchez, ha estado presente en todos los actos acompañada del jefe de la policía, Santiago Alonso, y demás autoridades locales. Albuñol ha perdido recientemente a dos hijos del pueblo muy buenos y muy vinculados a las fiestas religiosas y a la Semana Santa.
Los habitantes de Albuñol tienen por patrón al patrón de Irlanda por que, según la tradición, fue encontrada la imagen de San Patricio por unos pescadores en la playa de Melicena junto al desde entonces denominado Peñón de San Patricio, después de un naufragio sufrido por un barco de fugitivos irlandeses que huían de la represión religiosa inglesa. Según la leyenda, hubo disputas por quedarse con la imagen de San Patricio y ambos pueblos decidieron subirla en un burro y dejarlo que tomara la dirección que el animal quisiera y en donde se parase allí se quedaría la imagen como patrón, resultando ser en el término de Albuñol.
San Patricio era escocés de nacimiento. El gran apóstol de Irlanda nació en Dumbrinton en el año 377, hijo de Calfurnio y de Conquesa, que era pariente de San Martín de Tours. Un día cuando Patricio iba de camino con su hermana Lupita unos salteadores de caminos le llevaron cautivo a Irlanda para venderlo como esclavo y eso le permitió aprender las costumbres del país. Unos años después consiguió escapar y se marchó a Italia, donde el Papa Celestino I le recibió con gran benignidad. Patricio rogó al Pontífice que le enviara a convertir a los irlandeses, pero el Papa le aconsejo a Patricio que esperara una mejor ocasión.
Patricio visitó a San Germán, quien le dio instrucciones para su predicación en Irlanda y realizó milagrosas conversiones en provincias donde San Paladio no había podido hacer fruto alguno. Entonces el príncipe Leogar envió un ejército de gentiles para asesinar a los cristianos que Patricio había reunido en una llanura, pero y sin saber como, una gran respectad deshizo aquel ejército, y desde entonces Patricio cobró fama de que los vientos y las tormentas obedecían su voluntad. Patricio en otra ocasión visitó al Papa San León y acto seguido volvió a Irlanda para consagrar a un gran número de obispos para regir las diócesis que él mismo había creado, levantando la iglesia de Armagh como sede primada de Irlanda.
San Patricio era un hombre dado a la oración, al ayuno y a la penitencia. Todos los días rezaba el Salterio entero, se postraba trescientas veces durante el día y hacía cien veces la señal de la santa cruz en cada hora canónica. También rezaba San Patricio todas las noches cien salmos metido en un estanque de agua helada y luego hacía doscientas genuflexiones. El obispo San Patricio murió en el año 461 en el templo de Saball.
Albuñol, la tierra del insigne político y benefactor de la Alpujarra en otros tiempos, Natalio Rivas; del trovero Epifanio Lupión; de la madre Inés de Jesús que junto a José Gras Granollers fundaron el Instituto de Hijas de Cristo Rey; del insigne político Alberto Aguilera; del profesor, escritor e historiador Pedro Vargas (que se encuentra en plena forma y que adora las tradiciones de Albuñol), y del prospero empresario afincado en Ronda, Francisco Sánchez, posee muchos lugares con encanto como, por ejemplo, la milenaria Cueva de los Murciélagos y la iglesia edificada en 1616 con su maravilloso templete del altar mayor.
También, los vinos de Albuñol, la repostería morisca, gastronomía, hortalizas, trabajos en madera, bares, restaurantes, fábrica de almendras, bodegas y comercios, mercado, ferias y fiestas y emisora local gozan de gran fama. Albuñol, centro subcomarcal de la zona y antigua cabeza de partido judicial, está situado cerca de la rambla que lleva su nombre, a 246 metros de altitud sobre el nivel del cercano mar Mediterráneo. Este municipio linda con Adra, Sorvilán y Albondón. La Rábita, El Pozuelo, La Rambla de Huarea, Los Castillas o la aldea de La Ermita son algunos de sus anejos y aldeas.
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