Borrar
Las aguas cristalinas de la playa de El Muerto invitan al baño.

En la naturaleza virgen de un cadáver exquisito

El polifacético Justo Bagüeste ha convertido la cala almuñequera en un oasis de referencia por su actividad cultural y alternativa del verano granadino

ANDRÉS CÁRDENAS

Viernes, 5 de septiembre 2014, 00:55

Dispuesto a entrar en septiembre con un par de kilos menos de los acumulados durante el verano, decido ir andando a la playa naturista de ... El Muerto. Me entero de que se llama así porque era el lugar a donde iban a parar todos los cadáveres que expulsaba el mar. Desde La Herradura hay un sendero que antiguamente utilizaban los pescadores de la zona. Comienza en el llamado camino de Los Berengueles, que acaba en la zona que hoy ocupa la playa Marina del Este. Existe un trozo de carretera asfaltada que lleva al hotel Best Alcázar y desde ahí un sendero con vistas a magníficos acantilados y obras a medio hacer (como ese hotel de siete estrellas que se ha quedado en una infraestructura más de las muchas inacabadas, ejemplo de un tiempo de mangoneos y desmesurados egos), se llega a la playa naturista de El Muerto, que con Cantarriján, la Joya y El Ruso, completa el listado de lugares granadinos en donde uno puede tomar el sol totalmente desnudo. En el camino me acompaña la luz tibia de final de agosto que bisela de buena mañana los contornos, que incendia las ramas y las flores y que da brochazos de claridad a la jornada y a mi vida. Una leve brisa marina me perfuma de salitre el regusto del café del desayuno mientras hago el recorrido, en el que tan pronto se ven el mar y los acantilados como la sierra de Lújar, que tiene más de 1.800 metros y que en buena parte de invierno permanece con nieve. El contraste entre la mirada para arriba de la sierra y la mirada por bajo de los acantilados es de los que ensancha el alma por contemplar un contraste en el que no es posible la copia. La botánica es la característica de la zona: ricinos, adelfas, carrizo, olivos y acebuches. En cuanto a la fauna, entre la que se ve o se puede oír están la gaviota cana, el charrán patinegro y los mirlos. En entre la que no se ve y no se puede oír están el erizo de mar, los mejillones, los cangrejos ermitaños y los caracolillos. Fuera de la época estival, según me han dicho, se pueden ver a cormoranes con sus vuelos en picado para pescar peces.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal En la naturaleza virgen de un cadáver exquisito

En la naturaleza virgen de un cadáver exquisito