Las cooperativas agrarias crecen y facturan más de 825 millones anuales en Granada
Las 93 cooperativas agroalimentarias venden un 64% más que hace una década y logran afianzar su crecimiento a pesar de la sequía gracias a la calidad y las mejoras en la comercialización
Es habitual que, por su figura jurídica, las cooperativas se queden fuera de los tradicionales rankings empresariales, que se centran en las sociedades a la ... hora de medir el crecimiento o facturación. Y sin embargo, las cooperativas no solo son tan empresas como las demás sino que son más que empresas por el valor añadido que aportan a toda la provincia para mantener vivo el mundo rural. Así lo reivindica Cooperativas Agroalimentarias Granada, la organización que aglutina a las 93 empresas cooperativas agrícolas y ganaderas de la provincia, que arremete contra esta discriminación «injusta» y absurda en los rankings.
Los dueños de estas empresas cooperativas son 37.107 agricultores y ganaderos –de ellas 11.100 mujeres– que entregan su producción para que la compañía la transforme y la comercialice directamente, sin que nadie más se lleve parte de su trabajo. Ellos reciben los beneficios íntegros de las ventas. El modelo cooperativo es el pilar del sector agroalimentario de la provincia y supone el 7% del PIB provincial. A él pertenecen seis de cada diez productores y el peso es aún mucho más alto en cultivos como el olivar donde el 70% de la producción está cooperativizada y el espárrago, donde se supera el 80%.
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«Las cooperativas no solo son empresas sino que son las más importantes o las únicas en muchos pueblos de Granada. Somos las grandes aliadas del reto demográfico», defiende el director de Cooperativas Agroalimentarias Granada, Gustavo Ródenas. La radiografía de los datos del cooperativismo agroalimentario demuestran además la fortaleza y el éxito de un modelo que ha ganado peso como motor económico de la provincia y se mantiene al alza, desafiando todas las crisis.
En la última década, el conjunto de las cooperativas agroalimentarias de Granada ha aumentado sus ventas más de un 64%. La facturación de la última campaña que tiene los datos cerrados, la de 2022, ascendió a 825 millones de euros entre todas las cooperativas y la cifra volverá a elevarse en este 2023, según las previsiones de la federación provincial de cooperativas, pese a la sequía y la crisis de costes que se está cebando con el campo. La aportación de las cooperativas agrícolas es por tanto un pilar para la economía provincial. Los 825 millones de sus ventas superan de lejos la cantidad anual que invierten juntos en un año la Junta (500 millones) y el Gobierno central (214,3) en la provincia de Granada.
Otra referencia que da idea del peso que tienen las cooperativas agroalimentarias de los pueblos es que tan solo la facturación de las diez mayores suma más de 600 millones de euros al año, una cantidad similar a la que mueve un gran motor de la economía andaluza como es Sierra Nevada (630 millones) por temporada. El director de Cooperativas Agroalimentarias Granada apunta que la tendencia general para el cierre de este 2023 en las cooperativas será mantener cifras de facturación al alza, a pesar del golpe que la sequía está suponiendo sobre todo para el olivar, el cereal y la almendra, que mantienen hundidas sus producciones.
La clave que explica que las cooperativas puedan mantener crecimientos, especialmente en el sector de frutas y hortalizas, es el éxito de su estrategia de comercialización. Cada año están logrando vender más y mejor. «Seguir creciendo en facturación es la única manera de mantener la rentabilidad de los agricultores en un momento en el que los márgenes se estrechan por la subida de costes y hay menos beneficios por unidad, por lo que estamos logrando vender más unidades y un poco más caro», analiza Ródenas.
Varios factores externos están soplando a favor del éxito del modelo cooperativista. El primero, según explica Ródenas, es la mayor importancia a la seguridad alimentaria que le están dando los clientes europeos tras la pandemia y más en un año, este 2023, en el que han llegado más alertas sanitarias que nunca de terceros países. Las producciones granadinas no pueden competir en precios con estos países pero sí les barren en certificaciones de calidad. «Nuestra política de tantos años apostando por los productos de calidad, libres de residuos se está valorando más que antes», esgrime.
También la crisis logística global está haciendo que determinados países y clientes, a los que les daba igual comprar en otros orígenes, estén apostando ahora por el producto español para garantizarse el abastecimiento, lo que impulsa las exportaciones agrícolas granadinas.
«Llevamos mejorando los departamentos de comercialización de las cooperativas de forma muy potente desde hace quince años. Antes venían y nos compraban, ahora la estrategia la marcamos nosotros con asistencia a ferias, publicidad en otros países... Es muy importante la colaboración con Cámara Granada que está ayudando a las cooperativas a mejorar la comercialización con herramientas como líneas de ayudas o la misiones comerciales», incide Ródenas. Mantener esta estrategia que garantice la buena marcha de las empresas es el reto para este 2024, pero las cooperativas también fijan un gran desafío urgente para el próximo año: hacer frente al desafío de la sequía con políticas activas. «Necesitamos una gestión más eficiente del agua y en Granada estamos en la cabecera del agua de Andalucía. Tenemos mucho que decir y lo vamos a decir», concluye.
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