«Aquí controlamos el discurso de los imanes de Granada y entre ellos no existen radicalismos»

Granada tiene unas 25 mezquitas repartidas por toda la provincia, trece de ellas entre la capital y su cinturón metropolitano. Al frente de cada una de estas comunidades hay un imán, el 90% procedente de Marruecos y generalmente con un gran desconocimiento sobre la cultura española. «Cada comunidad (mezquita) se hace con los servicios de un imán con los escasos medios que tienen. Unos ejercen de forma voluntaria y lo hacen compatible con su trabajo diario, lo cual les deja muy poco tiempo para su formación cultural sobre España, y otros pueden tener pequeños contratos. Nosotros solemos estar pendientes de los discursos y del día a día en cada una de estas comunidades y puedo asegurar que en las mezquitas no hay radicalismos, ese problema está en las redes sociales pero no entre los imanes de aquí ni en las mezquitas granadinas». Las palabras son del presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Andalucia y de la Comunidad Musulmana de Granada, Lahsen El Himer, quien apuesta por centralizar la formación de estos imanes desde un centro de la Comisión Islámica española, pero matiza: «Nosotros no tenemos medios para hacerlo, países como Bélgica y Holanda apoyan económicamente esta formación desde el Estado».

IDEAL acudió ayer a la Mezquita Mayor de Granada, ubicada junto al mirador de san Nicolás, para tratar de hablar con el imán o el máximo responsable de la misma. Un intento frustrado «porque ni el imán» ni ningún otro responsable «se encontraban» en este lugar de culto musulmán en ese momento. «Son malas fechas», decía un encargado de este centro. Esta mezquita fue la primera en condenar los recientes atentados de Barcelona y haciendo suyo el comunicado emitido, desde el minuto uno de la barbarie terrorista, por la comunidad musulmana asentada en Granada.

«Las comunidades asentadas en Granada así como en el resto del país suelen tender a las soluciones más económicas a la hora de contratar a un imán. Muchos llegan muy influenciados por su cultura marroquí o de Arabia Saudí y haría falta que tuvieran más conocimientos sobre España y su cultura. La creación de un centro para formarlos sería muy positivo», reitera Lahsen el Himer.

La comunidad que representa a los 29.000 musulmanes asentados en Granada ha dejado muy claro su condena unánime a los atentados de Barcelona y Cambrils. «Esta gente no representa el Islam. Nosotros vinimos a España buscando un futuro mejor y este país nos ha abrazado y debemos estar muy agradecidos. Ayer viernes se habló en la mezquita de lo ocurrido y se condenó, ningún musulmán de buen corazón puede admitir a esta gente. Nosotros los rechazamos porque no representan al Islam, porque no tienen nada que ver con nosotros», comentaba ayer Hakim desde su puesto de vendedor en la tienda Candelas, ubicada en Calderería.

Abdu Ifattah, otro musulmán en este caso de origen español, que regenta la pastelería Natura, también en Calderería, tiene claro que «estos atentados sólo manchan el buen nombre del Islam. No son elementos de nuestra comunidad, hay agencias criminales a las que les interese manipular a gente muy vulnerable por el bien de sus intereses que nunca son religiosos. Y siempre manchan el nombre del Islam y nos perjudican. El terror no tiene nada que ver con el Corán. Los terroristas generan una imagen falsa de nuestra religión», señala este empresario.

En la misma línea, se manifiesta Lahcen, empleado de la carnicería Albaicín, quien confiesa que los atentados hacen mucho daño a la comunidad musulmana, «aunque la gente sabe ya distinguir bien que ellos, los terroristas, no tienen nada que ver con nosotros».