La Policía tramita 70 sanciones por volar drones sin permiso sobre Granada
Cada vez se impone más el uso policial de estos aparatos y en estos momentos, la DGT, Policía Local de Granada y Guardia Civil disponen de drones
José R. Villalba
Granada
Jueves, 8 de diciembre 2022
Los drones se han convertido en un elemento cada vez más presente en el espacio aéreo de todo el mundo. Granada no se queda atrás. ... Policía Nacional ha atendido este año más de 700 solicitudes para sobrevolar la ciudad, con una media de una veintena semanalmente, lo cual significa algo más del triple de los vuelos autorizados en apenas dos años, según los datos obtenidos del Ministerio del Interior. La mayoría de las peticiones proceden de empresas de promoción turística y topografía, medios de comunicación, productores de vídeo o fotografía, entre otros.
«Nuestra preocupación principal es la seguridad ciudadana y velamos para que estos vuelos cumplan con todos los requisitos y nunca pongan en riesgo a la población», comenta Javier, uno de los policías responsables de la brigada de Seguridad y Protección Aérea de Policía Nacional de Granada. Esta brigada policial es la encargada de vigilar que no se cuelen vuelos ilegales en el espacio aéreo de la capital y de que los autorizados cumplan con todos los requisitos: el piloto debe tener un número identificativo y los permisos pertinentes para volar estos aparatos y el dron debe disponer de un seguro, además de estar coordinado con todos los aeropuertos y helipuertos de la ciudad. Todo ello debe solicitarse con un mínimo de diez días de antelación.
«Si detectamos un dron volando en nuestra demarcación policial sin disponer de los permisos pertinentes le abrimos una propuesta de sanción, y disponemos de un inhibidor de frecuencias para neutralizarlo», advierte el responsable policial de esta brigada en Granada, Jaén y Almería.
Esta unidad policial terminará el año con unos setenta expedientes sancionadores de drones que han sobrevolado la capital sin permiso o no cumplían alguno de los requisitos establecidos por la normativa vigente. Hace dos años no se sancionó a ningún piloto de drones. La propia Ley de Seguridad Aérea establece en este sentido sanciones por infracciones leves, graves y muy graves, que van desde el apercibimiento a multas de un mínimo de 600 euros y un máximo de 4,5 millones de euros.
Normativa
España cuenta con una de las primeras normativas europeas para el manejo de drones. En julio de 2014, el Gobierno aprobó un decreto ley que regula el uso comercial y civil de estos aparatos, que divide en dos categorías: menos de dos kilos y de dos a 25 kilos. La nueva normativa está a punto de entrar en vigor de forma inminente.
Para operarlos profesionalmente hay que tener el carné de piloto de drones. Los aparatos de la segunda categoría, además, tendrán que estar inscritos en el registro de aeronaves y contar con el certificado de aeronavegabilidad. Estos drones deben llevar el nombre del fabricante, así como los datos de la empresa que los opera en los trabajos.
Antes de volarlos hay que pedir permiso de la Agencia Española de Seguridad Aérea y a Policía Nacional o Guardia Civil en función de la demarcación donde van a ser sobrevolados. No se permite su uso en aglomeraciones de personas al aire libre, como pueden ser parques, playas llenas de gente, campos de fútbol, plazas de toros descubiertas o eventos al descubierto –manifestaciones, fiestas o conciertos–. El vuelo de las aeronaves de hasta 25 kilos ha de hacerse de día y en condiciones meteorológicas visuales, en zonas fuera de aglomeraciones de edificios en ciudades, pueblos o lugares habitados o de reuniones de personas al aire libre, en espacio aéreo no controlado, dentro del alcance visual del piloto, y a una distancia de menos 500 metros, sin pasar los 120 metros de alto.
La normativa deja claro que volar un dron sin los permisos pertinentes, ya sea con un peso inferior a dos kilos o de entre dos y 25 kilos, puede suponer sanciones que oscilan entre los 3.000 a 60.000 euros. Nada dice el decreto–ley de los drones que se venden en muchas jugueterías, cuyo uso podría lúdico puede ser un peligro para las personas.
Estos aparatos nunca pueden volar por encima de los 120 metros, mientras que un helicóptero suele hacerlo sobre los 300. Pero si hay maniobras de aterrizaje o despegue de aeronaves tripuladas, un dron no puede cruzarse porque pondría en peligro la seguridad del avión o del helicóptero. «Un dron no es un juguete y cualquiera que pese más de 250 gramos está obligado a tener su seguro de responsabilidad civil, disponer de un operador y de un piloto registrado en AESA (Agencia Española de Seguridad Aérea), y estar sujetos a la normativa sobre vuelos», explica este agente de la brigada de Seguridad Aérea.
Uso delictivo
Esta policía, que en Granada se reparte entre esta unidad de Policía Nacional y para la demarcación de Guardia Civil otra distinta dependiente del instituto armado, también ha dado sus frutos en la lucha contra la delincuencia organizada y el narcotráfico. IDEAL publicó en exclusiva recientemente cómo tres drones sobrevolaron la cárcel de Albolote para trasladar droga y un teléfono móvil.
«El uso de los drones cada vez lo vamos a ver en más campos profesionales. Nuestra misión es doble por un lado de proporcionar seguridad aérea y por otra la seguridad ciudadana», concluye este responsable del área de Seguridad y protección Área de la Policía Nacional en Granada.
«No hemos detectado ninguno utilizado para cometer delitos»
Los agentes de la Policía Nacional no dieron crédito a sus ojos cuando en octubre de 2020 localizaron un dron con cámaras en uno de los registros efectuados contra un clan de Granada, asentado en la Zona Norte. La tarjeta gráfica de las cámaras incorporadas al dron mostraron, después de analizarla, plantaciones de marihuana por doquier en patios de casas o azoteas, que seguramente eran para controlar dónde estaban esos cultivos y después, supuestamente, acudir a robarlos.
No es Granada el único sitio donde han aparecido estos aparatos para esos fines. El diario británico «The Independent» publicó tiempo atrás una información de cómo en distintas localidades del Reino Unido se habían detectado este tipo de aparatos en manos de mafias de la marihuana. Los drones incautados iban equipados con cámaras térmicas para detectar fuentes de calor –potentes focos para dar luz a la marihuana– donde había cultivos y después robarlos en distintas localidades de Inglaterra.
La Policía Nacional no ha detectado más drones para estos fines en las últimas intervenciones efectuadas contra la marihuana en la capital granadina. «Hasta el momento, no hemos detectado ningún dron sobrevolando la capital granadina que haya sido utilizado para cometer delitos», advierte Javier, uno de los policías responsables de la brigada de Seguridad y Protección Aérea de Policía Nacional de Granada.
El uso del dron cada vez se está imponiendo más, también, en misiones policiales. La Policía Local de Granada cuenta con aparatos de este tipo para labores de tráfico o de controles de seguridad ciudadana, lo mismo ocurre con la Guardia Civil. La asociación de guardias civiles Solidarios de Granada también dispone de drones, algunos equipados con cámara térmica, que han sido puestos a disposición del Infoca, policías locales o Bomberos para buscar personas desaparecidas o sobrevolar zonas forestales mientras ardían.
Tampoco debe olvidarse la utilización de drones por parte de la Dirección General de Tráfico, que los moviliza sobre todo en las grandes operaciones salida o en campañas muy concretas. Estos drones van dotados de cámaras que mandan información sobre posibles infracciones de vehículos.
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