La contratación fija en Granada crece más del doble en un mes tras la reforma laboral

El principal cambio de tendencia hay que buscarlo en los contratos indefinidos, que en la provincia granadina se duplicaron con creces en tan solo treinta días, un hecho inédito hasta la fecha. Pasaron de ser 4.089 contratos en febrero a 9.152 en marzo (+124%). Mientras tanto, los acuerdos temporales sufrieron un recorte significativo en el mismo período, ya que fueron 2.615 menos que el mes previo, lo que supone una caída de 7,8 puntos porcentuales.

De la importancia del cambio da idea una comparación con la serie histórica reciente, que en los meses de marzo abarca hasta el año 2006. La media de contratos fijos entre ese año y 2021 se situaba en el 5,05% del conjunto, y salta en esta ocasión hasta el 22,8% del total. Es decir, que son más de cuatro veces lo habitual para el período (+352%).

La afiliación a la Seguridad Social también mejoró en 364 personas en el último mes, lo que certifica la creación neta de empleo.

Pese a todo, el paro registrado subió por tercer mes consecutivo en marzo, de acuerdo con los datos del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE). En este sentido Granada sí acusó el efecto de la crisis provocada por la guerra en Ucrania y el coste disparado de la energía y los combustibles, así como el paro patronal del sector del transporte. La provincia sumó 434 nuevos desempleados en el tercer mes del año.

En total, en las oficinas del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) figura hoy el nombre de 85.530 granadinos, la cifra más alta desde hace ocho meses. Hay que remontarse hasta julio de 2021 para encontrar una cifra parecida (86.342), lo que da una idea de hasta qué punto la coyuntura económica de los últimos meses supone un paso atrás sobre la recuperación alcanzada tras los peores momentos de la covid-19.

En un análisis por tipo de actividad los datos indican con claridad el efecto de la crisis de suministros y de la energía, por ejemplo. Esto lo evidencia el hecho de que la construcción, seguramente el sector que mejor haya logrado maniobrar y reponerse durante la crisis del coronavirus en Granada, sea en esta ocasión el principal generador de desempleo. En concreto, sumó 324 desempleados en marzo, lo que supone prácticamente tres de cada cuatro (el 74,6%) de todo el incremento del mes.

El segundo grupo con más incidencia fue el colectivo sin empleo anterior, formado sobre todo por jóvenes que tratar de incorporarse por primera vez al mercado laboral. Fueron en marzo 296 más que en febrero. Esto indica además que el incremento de la población activa que ya han mostrado tanto los datos de empadronamiento como los de la Encuesta de Población Activa (EPA) puede ser un factor importante a la hora de analizar los datos.

El resto de sectores se comportó mejor. La industria se mantuvo tan estable que no sumó un solo desempleado en treinta días, mientras que la agricultura ofreció una tendencia similar y redujo su bolsa de demandantes de empleo en 11 personas. También ofreció mejores datos el terciario, que sigue poco a poco consolidando una lenta recuperación tras los peores momentos de la covid. En marzo logró sacar de las listas del paro a 175 personas en Granada, la mayor caída tanto en términos absolutos como porcentuales. Este conjunto aglutina a prácticamente dos de cada tres parados en la provincia (el 65%).

La secretaria general de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), María Vera, reconoce el «impacto directo en el tejido empresarial» de los últimos acontecimientos en un marzo que rompe la tendencia, sobre todo en la construcción. Vera aseguró que en la CGE están «muy preocupados» por el comportamiento de Granada, peor que el de su entorno, en un contexto de «sobreendeudamiento, morosidad, bajada de productividad y pérdida de competitividad».

Los sindicatos de clase mayoritarios ofrecieron un análisis más positivo. El secretario general de Comisiones Obreras en la provincia, Daniel Mesa, celebró el aumento de la contratación indefinida, algo que describió como «previsible» porque la reforma laboral «estaba pensada fundamentalmente para mejorar las condiciones de trabajo de las personas que están en posiciones más desfavorables», y pidió al Gobierno«medidas más ambiciosas» para controlar el precio de la luz para empresas y autónomos. Su homólogo en la Unión General de Trabajadores, Juan Francisco Martín, se expresó en términos similares y puso asimismo el foco en la recuperación de los salarios, cuyas subidas en convenio están «muy por debajo de lo necesario» ante una escalad de precios que genera pérdidas de poder adquisitivo.

Por su parte, el sindicato de funcionarios CSIF, a través de su presidenta en la provincia, Victoria Eugenia Pineda, lamentó la tercera subida consecutiva del paro y puso el foco en el difícil momento para la construcción.