Accidente en Granada
Un conductor de Granada salva a un peatón que se cayó justo delante de su autobúsEl chófer bajó del autocar y auxilió al accidentado, que se golpeó en la cabeza y sufría convulsiones, hasta que llegaron los equipos sanitarios
En un instante, la rutina ciudadana saltó por los aires y decenas de personas presenciaron una especie de milagro en dos fases. Un hombre que ... cruzaba la Avenida de Andalucía, junto al Hospital Virgen de las Nieves de la capital granadina, se desplomó en mitad de la calle, justo delante de un autobús de Alsa que cubría la línea entre la ciudad y el municipio de Pinos Puente. El conductor del autocar reaccionó con rapidez y detuvo el vehículo. Esa fue la primera parte del prodigio: el peatón no resultó arrollado. Comenzaba el segundo capítulo del suceso, que ocurrió el pasado viernes a las dos y cuarto de la tarde.
Al caer, el viandante accidentado se dio un fuerte golpe en la cabeza y sufría violentas convulsiones. También sangraba por la boca y la nariz, y había perdido la consciencia, según explicaron a IDEAL tanto testigos del incidente como fuentes de la empresa Alsa.
De inmediato, el chófer del bus se apeó del vehículo, y junto a otro ciudadano que pasaba por la zona, corrieron a auxiliar al herido. En este sentido, colocaron al afectado de costado y el conductor le introdujo una mano en la boca para evitar que se mordiese la lengua. Optó por esa maniobra debido a los espasmos que padecía el perjudicado, unos movimientos involuntarios que podrían indicar que estaba siendo víctima de un ataque de epilepsia.
Poco a poco, el peatón recuperó el conocimiento. A pesar de lo aparatoso de las lesiones, parecía que su estado de salud no era tan alarmante como se temió en los primeros momentos.
Unos minutos más tarde, y dada la cercanía del lugar del percance al Virgen de las Nieves, el hombre accidentado fue trasladado por los equipos sanitarios hasta las urgencias del citado centro hospitalario.
José Carlos, una de las personas que presenció los hechos, destacó el ejemplo de «solidaridad» y «altruismo» del chófer, unos gestos que cada vez escasean más en una sociedad en la que priman el «egoísmo» y el «individualismo».
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